[JORDÁN] 15 días después: 4 de julio Pensé que el cambio de aire y los hermosos paisajes de Zúrich harían que Zehra se sintiera un poco mejor, pero me equivoqué. Desde que llegamos a esta casa, ella no ha querido salir de la habitación. Ni hablar de comer; apenas lo ha hecho. No sé qué más hacer para que mejore. Ni siquiera he logrado volver a acercarme a ella como amigo... y mucho menos como hombre. No quiero darme por vencido, ni permitir que se hunda en la tristeza. Así que aquí estoy, de nuevo, entrando a su cuarto con una bandeja con el almuerzo. Me acerco a la cama, dejo la bandeja sobre la mesita, y me siento con cuidado al lado opuesto de donde ella está. —Zeh, tienes que comer —le pido, pero ella niega con la cabeza. —No tengo hambre. Tengo el estómago revuelto, y si como alg

