"Mi destino sigues siendo tu"

Solo una pista

Narra Alexander

Cuando entre a mi oficina y lo vi, no podía creer lo cambiado que estaba, si bien lo que paso con Liz nos dejó a todos, el desapareció por completo, nadie sabía nada de nada de él, se lo que significa Liz para cada persona, algunos están cansados pero aun así seguimos buscándola por cielo y tierra. Pero para él fue tan fuerte que decidió desaparecer.

—Oliver, ¡por dios!, que bueno que estés bien.

Le dije cuando terminé de entrar a mi oficina, él me sonrió y cuando se levantó de su lugar nos abrazamos, hace casi tres años que no lo veo. Cuando terminamos de saludarnos, él se volvió a sentar en donde estaba y yo me senté en mi lugar.

—¿Quieres un café o prefieres un trago?

—Creo que un trago estaría bien, también creo que es temprano para tomar uno. Pero a estas alturas no se que esta bien o que esta mal, asi que voy a decidirme por un trago.

Me dijo con una sonrisa, me levanté nuevamente de mi lugar, me acerqué hasta el minibar que tenía en mi oficina y serví dos vasos de whisky, le di un vaso a él y luego me volví a sentar en mi lugar.

—¿Se puede saber donde mierda estabas? Desde que te enteraste lo de Liz desapareciste y no supe nada mas de ti, te busqué hasta en tu base militar y nadie de tu equipo sabía tu ubicación.

—Desaparecí

por que era necesario, no pude ni puedo soportar la ausencia de Liz, ella era mi hermana, le ha buscado por todos lados pero cuando me di cuenta que ya no podía hacer esto solo decidí regresar a Londres para unirme a ustedes con su búsqueda.

—Sé lo difícil que es estar sin ella, yo también lo estoy experimentado pero si no hacemos esto juntos, sino no vamos a llegar a ninguna parte.

—Lo se pero la ausencia que ha dejado es más fuerte de la que he estado preparado, perdi a mi madre cuando tenía seis años, pero no dolió tanto como perder a Liz, el perder al hijo de puta de mi padre fue un gran alivio, pero el vacío que ella ha dejado es más grande que cualquier otro que sufrido.

Dijo muy apenado, se lo que siente, por que yo siento lo mismo, he perdido a mis padres y lo único que me quedaba era mi hermano, pero después de lo que paso eso con él y cuando pensé que me estaba recuperando de eso pasó lo de Liz, no es fácil asimilar que tu hermano te haya dado un puñal por la espalda, cuando hizo lo que hizo en esa bodega, creí que todo había terminado, pero no fue asi, por un tiempo tuvimos un poco de paz, pero despues poco a poco toda esa paz se fue desvaneciendo y se convirtiendo un verdadero infierno. Solté un suspiro y apoyé mi cabeza sobre mi asiento.

—Alexander, ¿me estás escuchando?

Dijo Oliver llamando mi atención, cuando lo mire él tenía el ceño fruncido, me acomodé en mi lugar y volví a mirar.

—Si estoy bien, solo que estaba pensando en toda esta mierda.

—Si yo me la paso pensando en esto, Sebastian….

—Sebastian fue siempre un hijo de puta que solo hacía todo a su beneficio.

—Pero amaba profundamente a Liz.

—No, jamás la ha amado, siempre estuvo obsesionado con ella y al estar en ese estado solo la hizo sufrir y he hizo que ella esté en su contra.

—¿Y Jonathan?

—¿Qué hay con él?

Pregunte confundido con su pregunta, si bien Jonathan estuvo en duda su lealtad hacia Liz pero todos sabemos que paso ese dia.

—Jonathan estuvo igual que Sebastian, pero…

—No es lo mismo, Jonathan estuvo en una encrucijada porque otra persona dependía de él, pero Liz tomó la decisión por él, solo faltaba que mostrará su lealtad y lo hizo ese día.

—¿Y qué tan seguro estás de su lealtad?¿Qué tan seguro estás de que en algún momento no te vaya a traicionar?

—Sabes perfectamente que nada es seguro en este mundo, pero quiero confiar que Jonathan está de nuestro lado y que no nos va a traicionar.

—Solo con eso no podemos confiar, nadie nos asegura que su lealtad esté con nosotros, ¿qué pasaría si él encuentra a Liz y no nos dice nada? No puede ser que Liz no aparezca, alguien vendió información ese día, ¿no te has puesto a pensar que él pudo haber sido el traidor?

Me pregunto muy seriamente, yo a estas alturas ya no sabia que pensar o en quien confiar pero una cosa sí estoy seguro y eso es que Jonathan es confiable, solté otro suspiro y cuando iba responder la puerta se abrió dejándome ver a un Jonathan que detonaba una gran furia. Si había algo que no necesitaba ahora era una pelea entre él y Oliver.

—Jonathan, no te esperaba.

—Si bueno, como tengo novedades preferí venir y no llamarte por teléfono, pero es bueno que haya venido y escuchar lo que piensan de mi.

—Jonathan las cosas no son como tu piensas.

—¿No?¿Estas seguro de eso? Porque acabo de escuchar perfectamente lo que acaba de decir.

Me dijo furioso, con todas las cosas que tengo en la cabeza lo que menos deseo ahora es una maldita discusión, Jonathan entrecerró los ojos y yo no dije nada para que no se mal interpretara mis palabras, al ver que no dije nada dirigió su mirada a Oliver.

—Mira Oliver, me importa una mierda tu opinion, la de Tom o la del mismo Alexander, pero no voy a dejar que nadie ponga en duda mis sentimientos hacia tu hermana, lo que haya pasado entre ella y yo se va a quedar asi, por que tu no estabas y no necesito de testigos para comprobar mi lealtad.

—A mi nadie me asegura que no hayas vendido información sobre ella. Vamos Jonathan, los tres acá sabemos que estabas más que obsesionado con mi hermana, y a la vez estabas molesto por lo que le hizo a tu hermosa sirena, solo tienes que admitir lo que ya todos sabemos.

—Tu no sabes nada ni de mi ni de la relación que yo tenia con Liz, si estas disconforme con mis palabras me importa una mierda, puedes quedarte y escuchar lo que vengo a decir o sino ahí tenes la puerta y podes seguir con lo que estabas.

Le dijo Jonathan muy seriamente, esta vez el que tenía los ojos entrecerrados era Oliver, y esto ya me estaba cansando, asia que agarre y azote mis manos sobre mi escritorio, y ambos me miraron al instante.

—Ya basta los dos, o se ponen de acuerdo para que podamos encontar a Liz todos juntos o los encierro en mi cripta hasta que yo solo la encuentre, ¿me entendieron?

Le dije muy seriamente a ambos, los dos se miraron pero no dijeron nada, esto va a ser más difícil de lo que ya era, negué con la cabeza porque ya sabía que ninguno iba a dar el brazo a torcer.

—Dime lo que Jenna averiguo.

—Jenna siguió al idiota que te hackeo el Ipad y resulta que el maldito se encuentra en Rusia.

—¿Rusia? No, eso no tiene sentido, Liz no tenía ningún tipo de relación ahí, no puede estar ahí, a parte mis contactos me hubieran dicho de algún movimiento sospechoso.

—Pero no se trata solo de Liz, se trata de todos nosotros, no solo Liz tenía Aliados y enemigos, nosotros también lo teníamos y lo tenemos.

—Tienes razón, tenemos que hablar con Tom.

Dije y los tres salimos de mi oficina para ir a la de él, los tres entramos al ascensor, Oliver fue el que se apoyó en una de las paredes del ascensor.

—¿Tom aún sigue molesto por lo de tu casamiento con su hermana?

—Si, pero Cath y yo ya no le damos importancia, debe aceptar que estoy casado con su hermana, le guste o no yo la amo y eso nada ni nadie lo va a cambiar.

Le dije seriamente y cuando iba a decir algo Jonathan se me adelantó.

—La única que puede cambiar ese sentimiento es Liz, por eso aun esta con Cath, por que ella estaba casada con Tom y bueno….ahora no está.

Dijo igual de serio que yo, siendo sincero una parte de mi le estaba dando la razón y la otra parte no quería que fuera cierto, se que aun amo a Liz y se que la debo olvidar pero cada vez que lo quiero hacer se me hace imposible, Oliver se me quedo video con una ceja levantada y la verdad es que no sabia que decirle, cuando le estaba por decir algo, el hablo.

—Esta bien si sentis eso, pero ten en cuenta que no está bien, y si Tom se llega a enterar te va a colgar de los huevos por que estas casado con su hermana estando enamorado de otra mujer y esa mujer es su exesposa. Por más que Tom se haya equivocado con lo que le hizo a Liz sigue siendo la mujer que él ama y con la que formó una familia. Si fuera al revés yo ya te hubiera incinerado vivo.

Me dijo muy seriamente, cuando estaba por hablar nuevamente las puertas del ascensor, el primero en bajar fue Oliver, luego Jonathan y el último fui yo, cuando llegamos estaba Susan como siempre.

—Buenos dias Susan.

—Buenos dias señor Storm, señor Serveerg que bueno es volver a verlo.

—Lo mismo digo Susan, ¿se encuentra Tom?

—Si, el señor Sharpe está con su hijo y su hermana Sarah.

—Perfecto, muchas gracias.

Dijo Oliver y entró con Jonathan detrás de él, pero yo me quedo un poco mas de tiempo con Susan.

—Señor Samuels, ¿en que lo puedo ayudar?

—Habíamos quedado en algo Susan.

—Sabía que se había ido muy rápido, cierta señorita ha venido pero el señor Sharpe jamás la atiende, no ha tenido contacto con ella desde que pasó lo que pasó con la señora Sharpe.

Dijo con cierta melancolía al recordar a Liz, en cierto modo todas las personas que la quieren o le tienen aprecio siempre la recuerdan así, solté un suspiro y le regale un pequeña sonrisa.

—Me parece bien, intenta que se siga manteniendo así, cualquier cambio que haya me avisas inmediatamente.

—Con gusto señor Samuels.

Me dijo y yo solo asentí con la cabeza, cuando terminamos de hablar, empece a caminar hacia la oficina de Tom, cuando entre un grito me hizo soltar una verdadera sonrisa.

—¡Tio Alexander!

Dijo Nathaniel apenas me vio, se alejo de los brazos de Jonathan y vino corriendo asi a mi, me agache un poco y lo recibí entre mis brazos para poder abrazarlo, cuando nos separamos, el me miro con los mismo ojos que me miraba cada vez que regresaba de un viaje.

—¿Encontraste a mi mamá?

Me pregunto casi en un susurro, con esa poco esperanza que tenia cada vez que volvía para decirle que al fin la habia encontrado, que al fin habia traído a su madre a casa para que este junto con el, junte toda las fuerzas que no tenía en este momento y mire a las personas que estaban con él, todos me miraron expectantes y luego volvi mi mirada hacia mi sobrino.

—No campeón, aun no logro dar con tu madre, pero te prometo que no vamos dejar de buscarla.

—Siempre me decís lo mismo pero nunca la traes a casa.

—Lo se pero tenes que seguir confiando en nosotros, te juro que cuando menos te lo esperes tu mama va a estar contigo.

Le dije con una sonrisa para después abrazarlo, él correspondió el abrazo, cuando me levanté del suelo, luego saludé a Sarah.

—Me alegra verte cuñado, ¿sabías que mi hermana es más feliz cuando tu estas en su casa?

—Si lo se, pero ella entiende el por que de mi ausencia.

—¿Estas seguro de eso?

Me pregunto seriamente, yo la miré muy sorprendido por lo quie habia dicho, estaba por preguntar por que decia eso, pero la voz de Tom nos hizo mirarlo al mismo tiempo.

—Sarah, no te metas, son asuntos de ellos, él debe hablar con Cath y a parte este no es el lugar.

—Tienes que hablar con ella, es todo lo que te voy a decir, Nate vamos por un helado.

—Si, me encanta el helado, ¿vamos a ir todos juntos?

—No campeón, será otro día, ahora tengo que hablar con tus tios de cosas importantes.

—¿Me puedo quedar con ustedes?

—Te vas aburrir son cosas de la empresa, papeles, contratos y cosas asi, cuando termine aqui voy a casa y hacemos una maratón de películas, ¿queres?

—Esta bien.

Dijo de mala gana, nos saludo a todos y se fue con Sarah, dejándonos a todos nosotros solos, Oliver y Jonathan se sentaron frente a Tom, mientras que yo me acerque hasta su mini bar y me serví un vaso de whisky y me senté en el sofá que estaba ahí, Tom nos miró a todos, hasta que Jonathan soltó un suspiro y empezó a hablar.

—Cuando estuvimos en suiza no encontramos nada, pero antes de volver a Alexander le hackearon su ipad.

Le dijo y en ese momento Tom me fulminó con la mirada, y si esas miradas mataran yo ya estaría en un gran charco de sangre.

—¡¿Por que carajos no me dijiste nada?!

Pregunto tan molesto que hasta se levantó de su lugar, yo me termine el whisky de un solo trago y lo mire, este dia acaba de empezar y ya quiero que termine, solté un suspiro y me levante del sofa.

—No te dije nada, por que aún no tenía ninguna pista, no sabia quien era el bastardo que me habia echo eso, solo sabia que era un poseidón, entonces puse a investigar a medusa sobre eso.

Le respondí diciéndole la verdad, no quería que mal interpretara mal la situación, el me miro y luego se volvió a sentar en su lugar, pero ahora miraba intensamente a Jonathan.

—Medusa investigo y encontro que el idiota que hackeo a Alexander esta en rusia.

—¿En Rusia? No es imposible, yo no tengo ningún contacto, aliado o enemigo ruso. No tengo ningun motivo para que nos ataquen o en este caso a Liz, ella nunca hizo ningún negocio ahí, si lo hubiera hecho estaría en los registro de la empresa.

Dijo convencido, se levantó de su lugar y se fue a servir un trago, Oliver, Jonathan y yo nos miramos, sabíamos que Liz jamás le dijo que era la emperatriz, por lo tanto tampoco sabe que Jenna es una Medusa y Wanda es un camaleón con experiencia, y nosotros tampoco se lo hemos dicho, Liz nos hizo jurarle que jamás le diríamos nada bajo ninguna circunstancia.

—Ustedes no tendrán nada ahí…pero el que sí tenía negocios ahí era…

—No me digas que es el imbecil de tu hermano porque te juro que voy a matarlo.

Dijo Tom muy enojado y yo solo asentí, si esto es culpa de Sebastian, más de uno va a querer matarlo, de repente escuche un gran estruendo, cuando mire la pared,me había dado cuenta que Tom había estrellado el vaso que tenía en sus manos contra la pared.

—¡Maldito infeliz!¡más le vale que toda esta mierda que estamos pasando no sea su culpa porque va a pasar por el mismísimo infierno!

—Te tenes que calmar por que, solo es una pista, puede ser falsa, Medusa sabe que el IP de ese bastardo la llevo hasta ahi, pero no sabemos si es verdad.

Le dije seriamente por que era la verdad, solo sigue siendo una pista pero hemos seguido varias de esas, y hasta ahora no nos han llevado a ningun lado, siempre termina siendo un laberinto sin salida.