¿Estaba viviendo el sueño de cualquier amnésico no? Recuperar grandes pedazos de su memoria para darse cuenta de que su adorada familia era millonaria. ¿Debería estar feliz? ¿Emilia no estaba feliz? ¿Eso no significaba que había una mayor posibilidad de match?
Pues, Emilia no parecía ni contenta, ni feliz, ni calmada, ni nada. Estaba más alborotada que nunca. A poco de un colapso mental más bien dicho.
—Tus mentiras no son graciosas — dice mojándose mucho los labios.
—No quiero ser gracioso — digo yo sin afán de serlo realmente — y coincide con las pistas que recolectamos. La B de la tarjeta de crédito, es de Bryrne. Que pudiese contratar un avión privado solo para mí. Que viviese mi vida alrededor de todo el mundo desarrollando mi profesión. Lo he podido hacer porque mi familia es adi
