Mientras hablaba podía notar como el rostro de Andrés se enfurecía, de verdad lo sentí ajeno a todo lo que le contaba, pero aun así no dejaba de pensar en su cruel traición y las palabras tan tajantes del rectorcito, hijo de puta. - Hay por favor ya deja de fingir, ya esto no importa, y solo te estoy pidiendo que retires la alerta Amber que me tienes. Esbozó una ligera sonrisa y mi estómago se retorció. Extrañé tanto a este hombre, que decir lo enamorada que estoy de él es realmente poco. - ¿Por qué no puedes creerme? ¿te parezco el tipo de hombre capaz de llegar a eso? La verdad lo único que me parecía de él eran sus ojitos cielo y ese cuerpecito suyo bien trabajado, pero creo que no se refiere a eso. -No lo sé Sachi, es que, todo cuadra a la perfección, tu amabilidad,