* Capítulo 3: Castigo *

4474 Words
⊱••• ━━━━━━━━━━《 ✮ 》━━━━━━━━━━ •••⊰ Había sido días largo para el líder de Etzu y para sus personas más allegadas. Alexis y Alicia se encontraron para descubrir que eran destinados. Alicia encontró la paz que necesitaba y a las personas que le ayudaron a salir de la miseria en que estaba viviendo. Por su lado, Alexis fue el primero entre los hermanos Baker que encontró a su compañera y toda la familia estaba en fiesta. Alicia se quedaría en la residencia Baker hasta que Nathanael pudiera concederle su propio espacio para que iniciaran una nueva vida. A su vez, Danna estaba enfrentando problemas de ansiedad y depresión que luchaba por esconder. Deseaba ser un alfa para poder defenderse del constante acoso que presentaba en la escuela, pero aún ni siquiera había tenido su primer cambio y estaba segura de que hacerlo le traería más dificultades. Era imposible que fuese un alfa debido a sus genes, pero al menos podía ser beta y aunque sería difícil tendría la capacidad de intentar darle frente a los problemas. En cambio, si fuese un delta u omega sería mucho más difícil a medida que su rango disminuyera. Danna pensó demasiadas veces en contarle todo a Nathanael para que él pudiera ayudarla, pero le preocupaba que su debilidad le causara más problemas a su hermano y prefirió guardar silencio, sin embargo, todo se vio complicado en el momento en que Nathanael descubrió la daga, ahora no podía mirarlo a los ojos por miedo de ver en ellos decepción o si quiera podía pensar en decirle la verdad. Había estado luchando con todo por sí sola y su estabilidad emocional había caído en un punto en que no podía ver el norte. Todo se complicó cuando en la madrugada Danna sintió indicios de su primer cambio, su temor era tanto que decidió ignorarlo, pero a cada minuto que pasaba el dolor se hacía más intenso e insoportable. Por ello, cuando ya no pudo contener sus quejidos, salió de la casa y corrió hacia lo más profundo de la arboleda. Pero esto no la ayudaría para siempre, debía pensar en otra opción para mantener su transformación oculta y tenía que ser rápido. Hoy era su cumpleaños número 16, su familia había preparado para ella una presentación oficial en la manada como adulta, así que era claro que Danna no tendría la oportunidad de estar sola por mucho tiempo. —¡Uf! —dejó escapar el aire en un quejido ahogado debido al dolor insoportable. Su cuerpo temblaba y se doblaba en tiempos intermitentes resistiendo su cambio mientras los brillantes ojos violeta de su loba se deslumbraban a tiempos en sus ojos. Podía sentir como las garras de su loba arañaban intensamente su interior pidiendo salir, pero no lo permitió; no podía hacerlo. En medio de su agonizante dolor, Danna escuchó los pasos de una persona acercarse a ella e intentó parecer tranquila, pero era inútil. —¿Qué ocurre? Danna sabía que Ashton estaba junto a ella en ese momento, pero sus oídos zumbaban tanto que la voz del hombre había sonado distante, aun así, pudo sentir lo preocupado que estaba por ella, por lo tanto, quiso disminuir la intranquilidad de Ashton más su tormento era tanto que le dificultó hablar. —¿Es hora? —Estoy bien—mintió—, aún no es el momento. —¡No es cierto! —estaba tan frustrado que no pudo controlar su voz. Danna estaba pasando por tanto dolor que Ashton podía ver las venas de su frente inflarse por el esfuerzo que estaba haciendo. —Si sigues así quedarás atrapada en el cambio. —No quiero, por favor, ayuda…—sin poder terminar sus palabras un fuerte grito salió de sus labios—, ¡aaargh! —se dobló en forma extraña mientras sus huesos grujían. —¡Danna, escúchame! No lo resistas, será peor para ti. —Ash, tengo miedo, no quiero—las lágrimas brotaban sin fin de sus ojos. Ashton la tomó entre sus brazos y la acunó en su pecho mientras susurraba palabras tranquilizadoras. Ver a su persona así le destrozaba el corazón, ella era todo para él y no poder ayudarla lo hacía sentir inútil. —Todo estará bien, pequeña, confía en mí, te protegeré—las palabras de Ashton trataron un poco, pero al final lograron calmarla. Pronto dejó de luchar y se concentró en los incontrolables latidos del corazón de Ashton mitigando así el dolor. Ashton se alejó en el momento preciso en el que la transformación se dio; los huesos de Danna crujieron flexionándose continuamente y, aunque se le hizo más fácil, había retrasado tanto su cambio, que el dolor no seso hasta minutos después de que el cambio se completara. Danna se vio así misma en un campo llano, sólo se podía distinguir un árbol a algunos metros de distancia. Frente a ella había un lobo de color chocolate con tonos en gris, sus ojos eran brillantes y de color violeta. «Hola, Danna, soy Malia, tu loba». su voz era cálida y le trajo paz, pero su corazón se sintió afligido. «Lo siento, debes estar decepcionada». «No es así, estoy feliz de ser uno contigo». «Pero no soy fuerte». «Tú no necesitas serlo, yo lo seré por ambas», sus palabras se escucharon tan sinceras que las lágrimas llenaron los ojos de Danna de inmediato. Su loba había resultado ser un omega, sin embargo, por alguna razón desconocida, Danna sentía que todo estaría bien. Para ser una omega, su loba se sentía lo suficientemente fuerte, su contextura y tamaño era un poco deferente a las de un omega común, pero no le prestó mayor atención. «¿Qué es aquí?» «Mi lugar de descanso». «¿Ah?» «Este es tu interior». Danna se sorprendió, a pesar de ser un campo llano, el lugar era hermoso, el atardecer adornaba de colores cálidos el cielo y te hacía sentir en calma, ella no podía creer que este fuese su interior. «Es mi lugar de descanso». «Es algo triste», murmuró. «No es tan malo». «Pero, no hay nada aquí, es muy solitario». Malia pudo notar la aflicción de Danna y la consoló: «Tú puedes cambiar eso». «¿Cómo?» «Sólo siéntelo. Este lugar puede convertirse en lo que desees». Danna cerró sus ojos y se concentró como le había dicho Malia. Rápidamente el campo llano se convirtió en una gran arboleda con árboles coposos de hojas amarillas. Un poco más a lo lejos se podía ver un lago de aguas transparentes rodeado de algunas montañas, era casi igual a la de Etzu, con la única diferencia que los árboles de Terracoda eran de distinto color. «¡Wahoo!» soltó al momento de abrir los ojos y ver que en lo que había pensado se reflejaba delante de sus ojos. «¿Te gusta?». «Sí». «Pero aun parece muy solitario». «No estoy sola, Danna, aunque tenga mi propia conciencia y personalidad, yo soy una proyección tuya, donde estés, estaré, tu compañía será la mía». Danna ha estudiado mucho sobre los hombres lobos durante toda su vida, así que sabe las cosas necesarias y generales que se debía saber, sin embargo, hay muchas otras cosas que no sabe y tener a Malia para ayudarle, le hacía sentirse segura. Frunció el ceño al percibir algo en el aire. «¿Qué es ese aroma?» Era algo familiar, como si perteneciera a ella, pero de alguna manera se sentía diferente. Su corazón se calentó de inmediato y todo lo que alguna vez le preocupó desapareció como si le estuviera diciendo que todo estaría bien. Así se sentía estar en calma. «Es nuestro compañero» informó, «está preocupado porque no despiertas». Rápidamente Danna ató los hilos y supo que era Ashton, pero no podía creerlo, había pasado toda su vida junto a él, era imposible que el hombre fuese su compañero y ella no lo supiera. «Imposible, no puede ser él». «Lo es» afirmó, «ha estado allí para nosotras todo el tiempo, protegiéndonos como un hermano mayor, pero en realidad es nuestro compañero y como tal, siempre veló por nosotras». Todos sus recuerdos se llenaron de momentos juntos a Ashton. El hombre siempre había estado allí para ella, cuidándola y llenándola de pequeños detalles. Danna se puedo dar cuenta desde este punto de vista, de los verdaderos sentimientos de Ashton y que su comportamiento de alguna manera era muy diferente a los de Nathanael, los de Alexis o sus padres, había algo más profundo, más emocional y mucho más cuidadoso. Incluso sus propios sentimientos por Ashton eran diferentes, pero nunca se había puesto a pensar en ello hasta ahora. «Ve». «Pero no quiero dejarte». «Siempre estaré aquí, recuerda, somos uno. Además, podrás venir a mí cuando quieras». «De acuerdo». Aceptó y después de algunos minutos despertó de sus sueños, a continuación, tomó su forma humana y observó al gran lobo gris junto a ella. Algunas horas habían pasado desde que ocurrió su transformación, en el instante que había llegado a la arboleda, el sol era una simple sombra en el cielo, pero ahora brillaba alto y fuerte alumbrando todo el lugar. —Eres mi compañero—afirmó viendo como el lobo bajaba la cabeza para al segundo siguiente cambiar. —Lo soy. —No lo entiendo, ¿por qué no me lo dijiste antes? —Ashton no respondió, pero Danna no necesitaba que lo hiciera—; nunca pensabas decirme, ¿cierto? —… —¿Cómo pensabas ocultarlo?, eventualmente tendría mi trasformación, lo descubriría al fin de cuentas, ¿tenías pensado rechazarme? —No es así—se apresuró a decir—, Nathanael está pensando en enviar a algunos hombres a Valle para dejarles conocer sobre el trato y los veneficios que eso podría traer, yo me ofrecería. —Danna lo entendió: —Te tomaría años volver—murmuró y levantó la mirada—. Pero mi hermano nunca aceptaría estar sin su beta. —Quizás, pero eventualmente lo convencería. —¿Tanto te desagrado? —inmediatamente sus ojos se llenaron de lágrimas. —Pero si es así ¿entonces por qué me protegiste, por qué permaneciste tanto tiempo a mi lado? —No me desagradas, An, estoy feliz de que seas mi compañera, especialmente por eso me mantuve a tu lado—aclaró las cosas, —pero no es nuestro tiempo aún. —¿Qué quieres decir? —Soy mayor que tú por más de 7 años. —Mis padres se llevan 15 años, la edad no tiene nada que ver, no busques escusas tontas ya tengo suficiente con lo que sucede en la escuela como para tener que soportar tu condescendencia. Si es por que pueda acusarte con Nathanael no le diré nada, así que podemos terminar con esto aquí—podría parecer fuerte, pero en realidad se estaba quebrando. —Danna, no es lo que piensas, no quiero rechazarte, sólo no podía soportar estar junto a ti y ser incapaz de tenerte, me iría durante un par de años y eventualmente volvería por ti. —No tienes que irte, podemos estar juntos como todos estos años. —No lo entiendes. —¡Entonces explícamelo porque estoy cansada de no sentirme suficiente! —en cada palabra su voz fue perdiendo valor hasta que fue difícil entender lo que decía. Ashton se acercó a ella y la abrazó. —Tranquila, Danna, lo juro, no deseo rechazarte, para mí eres más que suficiente y por ello deseo tener la oportunidad de luchar por ti. —Pero no lo entiendo, ¿contra quién debes luchar? —Contra mí. —¿Qué? —No soy sufriente para ti, mereces alguien mejor. Danna no pudo seguir sus palabras; ante sus ojos, tanto Ashton como Nathanael y Alexis eran los mejores, ella siempre había deseado poder ser algún día como ellos así que le era imposible comprender lo que su compañero intentaba decir. —En mi corazón, eres el mejor. —No es tan simple como eso, yo soy el Segundo al Mando del líder y tú eres su hermana menor. —¿El problema es Nathanael? —su corazón se inquietó, tener que elegir entre su compañero o su hermano era imposible. —No lo es. —Entonces no puedo entender porque quieres dejarme. —No quiero hacerlo, el sólo pensarlo me vuelve loco—Ashton había pospuesto tanto el decirle a Nathanael sobre ir a Valle simplemente porque le era imposible dejarla sola. —Entonces, no lo hagas, quédate conmigo… por favor. Él no podía tocar a Danna o siquiera pensar en vivir con ella como lo había hecho Alexis al encontrar a su compañera, no sólo porque Danna es la hermana menor del líder o porque Ashton no creía que fuese lo suficientemente bueno para ella, sino porque Danna aún era un cachorro y en su mundo, la edad adecuada para que uno pudiese enlazarse era a los vente años. Ashton, por otro lado, estaba por cumplir sus 25 años en un par de meses, era impensable para él tener algo con Danna. Así que la había estado cuidando y protegiendo todos estos años sin que nadie supiera lo que él se había enterado hace casi nueve años. Sin embargo, ahora que estaba de esta manera con su compañera, Ashton se aferraría a ella y nunca la dejaría ir. —Lo prometo. Ambos se tomaron un tiempo para sentirse. A Danna le encantaba la calidez de Ashton, durante años se había sentido sin rumbo, como si nada tuviese sentido, pero ahora por fin había encontrado su lugar de pertenencia y si Ashton así lo deseaba, ella nunca se apartaría de él, lo protegería a toda costa. Era consiente de no ser fuerte, incluso sabía que Ashton podía protegerse por sí solo, pero eso no le importaba, por su compañero, Danna encontraría las fuerzas necesarias para salvarlo si en algún momento fuese necesario. Tiempo después, cuando ambos se calmaron, Ashton le propuso correr un rato para que se acostumbrara a estar en su forma de lobo. A Danna le costó demasiado al principio controlar todos sus movimientos y mantener su coordinación con Malia, pero posteriormente, le fue más sencillo. Ashton por su parte, le acompañó y respondió con paciencia a cada pregunta que presentaba Danna. Era la primera vez que la pequeña hablaba tan abiertamente con él, ciertamente han tenido una buena relación todos estos años, pero Danna siempre había sido un tanto reservada que incluso llegó a pensar que su compañera no lo consideraba cercano, pero ahora era diferente y él se encargaría de mantenerlo así. Aún tenía cosas en su interior que le molestaba, por ello, cuando Danna se calmó, Ashton decidió que era el momento de hacer preguntas; no era su intención molestarla ya que era su cumpleaños y no deseaba verla triste, pero necesitaba conocer lo que ocurría con su compañera o sentía que se volvería loco, Nathanael le dijo cosas demasiado delicadas como para mantener su estabilidad mental y emocional en un estado tranquilo. —Danna—llamó atrayendo la atención de la menor. Danna descansaba su cabeza en el pecho de Ashton mientras este último estaba sentado recostado en uno de los troncos de un árbol. —Hmm. —¿Qué sucede en la escuela? —el cuerpo de la chica se tensó y rápidamente intentó apartarse, pero Ashton no la dejó—. No lo hagas, no te alejes. —Ashton, yo no quiero hablar de eso. —Si no es conmigo, será con Nathanael, pero debes decir lo que sucede. —Mi hermano te dijo lo de la daga—supuso. —Así es; me dijo muchas cosas, está igual de preocupado que yo. —Tengo miedo, no quiero meter a nadie en problemas. Nathanael tenía un cambio importante para hacer, ha estado planeando el Trato por años, no quería que se arruinara porque ella no supo manejar una situación y la dejó salirse de control. Estaba muy consciente de las cosas, al Lao ser un país pequeño, para que el trato fuese efectivo, necesitaba la cooperación de cada manada, clan y aquelarre del país, no podían dividirse; entonces, ocasionar una pelea ahora entre Etzu y Miller, sería devastador para su hermano. —Lo único que nos importa es tu bienestar, los problemas que puedan venir después de eso no valen nada si tú estás bien—Danna cerró los ojos y entre murmullos contó lo que había estado pasando. Resultó ser que había estado siendo molestada y acosada por dos chicas de la manada Miller, ambas eran más grande que ella y al estas ya haber pasado por su cambio, le complicaba demasiado las cosas a Danna. Al parecer las chicas tenían problemas con que Danna viviera con una pareja mestiza y que además fuese huérfana. Eso conllevaba a días de abuso tanto verbal como físico que nunca se atrevió a decir preocupada por las consecuencias que traería. Ashton escuchó cada una de sus palabras, su pecho vibraba debido a los constantes gruñidos de Eylo. No podía aceptar que su compañera hubiese sufrido de abusos sin que él lo hubiera notado. Se sentía molesto tanto consigo mismo como con las personas que la estuvieron lastimando todo este tiempo. —¿De dónde vino la daga? —no deseando asustar a su compañera, controló su voz al preguntar. —La conseguí. —¿Con quién? —Sólo la conseguí. —Habla conmigo, Danna, sabes bien que las armas de cazadores están prohibidas; pueden traernos grandes problemas. —No es mía, lo juro. —Pero están en tus manos y la trajiste a Etzu, ¿de dónde las sacaste? —Amber la tenía, es un trofeo de su padre, ella la llevó a la escuela. —¿Y por qué la tenías? —La tomé. Supe que la única manera de hacernos daño era a través de esa daga así que la tomé… —su voz se fue apagando con cada palabra que decía. —¿Te hiciste daño con ella? —Ashton se alarmó e intentó revisar a la chica, pero Danna se apartó. —No lo hice, no era para mí—dijo rápidamente—; sólo quería que se detuvieran. Amber y Juliana eran alfa y beta, Danna no tenía oportunidad contra ellas, pero entonces pensó que con la daga podía defenderse, quizás las amenazaría o atentaría con su propia vida para detenerlas. Pero no pudo hacer ninguna, entonces, cuando deseo deshacerse de la daga ya era muy tarde. Ashton la apretó más fuerte contra su pecho deseando que Danna se sintiera protegida, la desesperación de su compañera había llegado a tanto y él no lo había notado. —Tienes que contarle esto a Nathanael—Danna asintió consiente. —Hoy no. Hoy sólo deseaba pasar su cumpleaños de forma sencilla con sus personas más allegadas, quizás el día de mañana, o cuando Nathan tuviese menos problemas le contaría. —Hmm—Ashton la apartó un poco y metiendo su mano en el bolcillo de su pantalón extrajo una pequeña caja aterciopelada. —Tu regalo. —No había pensado en entregárselo ahora, pero prefería ver el brillo en los ojos de su compañera cuando estaba feliz a la mirada triste y apagada que tenía ahora. Tímida, tomó la cajita entre sus manos y la abrió, Ashton notó como rápidamente la felicidad había bañado su rostro. Dentro de la misma había una pulsera, esta era de cuero n***o y en el centro había una barra dorada con una pequeña piedra rosa en una de las esquinas. —Gracias—giró su mirada para encontrarse con el rostro de Ashton algo sonrojado. Como había conocido a su compañera desde muy temprano, nunca había tenido la oportunidad de tener pareja así que se pasó mucho tiempo buscando en la internet y preguntando en las tiendas que le podía gustar a una chica adolescente. Cuando le preguntaron si era su novia, Ashton no dudó en asentir, entonces, resultó que estaban de moda las pulseras de parejas así que se la pasó buscando por días una que le pudiera gustar a Danna hasta que se decidió por un jueguito sencillo. —¿Te gusta? —preguntó con un ligero carraspeo. —Me encanta, muchas gracias—confesó. El corazón de Ashton se calentó y rápidamente estiró su mano para poder colocarle la pulsera y Danna lo aceptó. No era la primera vez que Ashton le regalaba algo, pero en esta ocasión se sintió diferente para ambos. —No le digas nada a Nathanael. —¿Qué? ¿por qué? A Danna no le importaba cumplir con los deseos de su compañero, pero eso no evitaba que su corazón se sintiera lastimado. Era cierto que Ashton le prometió que no la dejaría y que lucharía por ella, pero del dicho al hecho hay un gran paso y Danna aun estaba un poco insegura. —Tranquila, sólo quiero hablar con él primero. —Hmm. Ambos un tiempo en la arboleda antes de regresar juntos a la residencia del Líder. Cómo Ashton le había prometido, no hizo comentario respecto a lo que había pasado en la arboleda o de lo que habían hablado, pero le hizo prometer que le diría a Nathanael lo antes posible. Si el líder se enteraba que Ashton sabía lo que ocurría con su hermana y que no le había dicho, Ashton corría el riesgo de ser rebajado de rango e incluso de ser expulsado de la manada. Por ello, esa misma noche, Danna le contó la verdad a Nathanael y lo que había estado temiendo ocurrió: Nathanael perdió el control. —¿Tú sabías de esto? —los ojos de Melancton se reflejaban en sus ojos y Ashton bajó la mirada mientras ladeaba el cuello al notar el peligro. —Respondiendo al líder me enteré esta mañana. —¿Por qué demonios no me lo dijiste! —No me pareció prudente que… —¡No te pareció prudente decirme lo que mi hermana estaba pasando! —Fui impudente, me disculpo por ello. —Nathan, él no tuvo la culpa, fui yo quien… —No te metas—Ashton apretó los puños, se sentía impotente al ver a su compañera un poco a asustada y no poder ir a abrazarla—, él no te debe nada a ti, su deber es conmigo. —Eso no es cierto, nosotros somos… —El líder tiene razón, por favor, perdone mi desobediencia, estoy dispuesto a aceptar cualquier castigo. Danna frunció el ceño, era obvio que Ashton estaba impidiendo que le dijera a Nathanael la verdad, pero ella no podía permitir que la culpa recayera en su compañero, además, Nathanael y Ashton mantenían una buena relación desde hace año, erra horrible para ella pensar que se terminara por su culpa. —Hermano, no es así, fui yo, todo es mi culpa, yo le pedí que no te dijera nada, que deseaba hacerlo yo—se apresuró a decir acercándose a él—; Ash sólo quería complacerme, ayer era mi cumpleaños y le dije que quería que fuese tranquilo, no te enojes. —El corazón de Nathan se ablandó de inmediato y tomó las mejillas de su hermana para limpiar sus lágrimas. —Tranquila, no haré nada contra él. Creo que ha aprendido su lección—aunque sus ojos estaban fijos en Danna, sus siguientes palabras fueron dichas para Ashton—; en beta no debe ocultar este tipo de secretos a su alfa. —El aludido tembló, pero no dijo nada y permaneció en su posición. —Fue mi culpa. —Está bien, enana, no pasa nada—besó su frente—. Ahora ve a dormir. —Se asombró y miró intermitentemente a su hermano y a su compañero. —Tranquila, ve. —Nathan… —Obedece—demandó sin dejar pie para más protestas. —De acuerdo. —Danna le dio una ultima mirada a su compañero antes de marcharse, pero este no hizo lo mismo con ella. —¿No piensas decir nada? —preguntó al quedarse solos. —Ya sabes lo que diré. —Ashton apretó sus puños fuertemente y un indicio de olor a sangre se filtró por el aire. Nathanael resopló con una risa sombría. —Seguro que lo sé, pero me cuesta creer que por años la persona en quien más confió me ha estado ocultando algo tan impórtate—caminó hacia su escritorio y tomó asiento en la silla detrás del mismo—; lo que me hace preguntarme en que más me ha estado mintiendo. —Ashton calló de rodillas al suelo. —¡No quiero que te postres frente a mí; deseo que me mires a los ojos y me digas porque diablos nunca me dijiste que eras el compañero de mi hermana! —en cada palabra su voz se hizo más fuerte. —Yo… —¡Levántate! —Nathanael asintió al ver que no se movía—; bien, entonces no tengo nada que hablar contigo, puedes irte. —No pienso renunciar a ella. —¡Ponte de pie! —nuca había utilizado su voz de mando en Ashton, pero en esta ocasión le fue imposible evitarlo, estaba demasiado molesto para contenerse. —No voy a dejarla. —insistió. Nathanael exhaló y apretó el puente de su nariz. Conocía bien la terquedad de su amigo, Ashton nunca se rendía hasta que lograba su objetivo, una de las razones por la que Nathanael lo había tomado como su beta por eso dio un paso atrás. —¿Quién te pide hacerlo! —observó como todo el cuerpo de Ashton se relajaba. Naturalmente Nathanael no culpaba de Ashton por ser el compañero de su hermana, eso no era una elección que podía hacer; sin embargo, no podía entender porqué no le había dicho nada en el momento en que lo descubrió, Nathanael confiaba en Ashton más que en sí mismo y pensó que el chico sentía lo mismo por él, pero al parecer se equivocó. —¿Por qué demonios insistes en ponerme en esta situación, Ashton? —sin desear discutir más con un movimiento de mano lo despidió—. Ve y acepta tu castigo, decídelo tú mismo. —Sí alfa. —Mañana iremos a arreglar cuentas con los Miller, dile a Alexis que prepare todo, tú y yo luego hablaremos de esto. —Sólo entonces Ashton se permitió ponerse en pie y marcharse. ⊱••• ━━━━━━━━━━《 ✮ 》━━━━━━━━━━ •••⊰ PEQUEÑO EXTRA Nathanael: ¿Estás segura de que esta es mi historia? Hemilse: Sí. Nathanael: ¿Entonces por qué soy el único sin compañera? Hemilse: …. no apresuremos las cosas, todo llega a su tiempo, aparecerá más adelante. Nathanael: …
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD