~~ 0 ~~ Nathanael sonrió ampliamente al sentir como los labios de Samuel recorrían todo su cuerpo y jadeó al sentir sus dientes incrustados en sus caderas. El hombre siguió recorriendo con sus labios todo su pecho mientras sus manos le acariciaban. Nathanael arqueó su espalda y enrolló sus dedos en los cabellos de Samuel. —Una excelente manera de despertar. —Gimió. Sam rió y se alzó para besar sus labios. —Desperté y te vi ahí, así, perfecto para mí. Durmiendo como un ángel, desnudo y sumiso. —Nathanael se sonrojó. —No me pude resistir a una aparición tan tentadora. —¡Oye! No puedes decir esas cosas. —Mirar los ojos de Samuel y ver amor en ellos teñidos con pizcas de fascinación, lujuria y deseo, le hacía sentir extremadamente complacido. —Te amo. —Rodeó el cuello de su compañero y lo

