Tener que levantarme temprano nunca fue de mi agrado pero mi madre insistía en levantarse a diario a las 5am aunque no tuviera que ir al trabajo realmente resultaba un poco molesto, hacía ruido mientras estaba en la cocina y la podía oír quejarse. Para aquellos tiempos solo tenía 13 años así que podría decir que odiaba a mi madre. Más de 10 años después ya la puedo entender perfectamente.
Fué precisamente una mañana a las 6am en la que mi madre nos levantaría a mi hermano menor y a mí en lo que todo iniciaría.
-Helena levántate ya es la hora dijo mi madre mientras encendía la luz de la habitación y me quitaba las sábanas con las que me cubría, siempre tengo el mismo problema contigo no te gusta levantarte temprano porque te duermes tarde leyendo libros o viendo televisión.
Sabía que si no me levantaba inmediatamente ella era capaz de arrojarme lo que tuviera a la mano así que de muy mal humor me levanté, la mire fijamente mientras levantaba una ceja y exclamé
-¡Ya estoy despierta! puedes ya dejarme en paz por favor
-A mí no me hables así si deseas conservar tu dentadura intacta
Mi madre tenía un carácter muy fuerte así que no dudaba de lo que decía más de una vez me había dado bofetadas tan fuertes que hasta había botado sangre de mi boca.
-Ve levanta a tu hermano y termina de guardar en tu maleta lo que te falta
Sin pronunciar palabra alguna me levanté y camine hasta la habitación de Camilo
-Despierta antes que mamá ogro venga por tí
-Llevo un ratito despierto
-Claro escuchando todo como buen chismoso que eres
-No me digas así o se lo diré a mamá
-Como sea mocoso
A las 8:20 ya estábamos en camino a casa de la tía Margoth ella vivía a 5 horas de nosotros así que por eso a mí mamá le gustaba viajar de día además que no recuerdo haber viajado de noche luego del que el hermano de mí mamá Jonathan muriera en un accidente de coche durante un viaje nocturno. El tío Jona se casó muy joven con la tía Margoth y aunque a ella la familia no le tenía mucho aprecio luego de que él falleciera no la dejaron sola y fue allí que realmente se volvió parte de la familia.
Al llegar a la casa de la tía nos recibió con cariño y nos dió las habitaciones habituales solo que está vez dijo que solo podía darnos dos ya que un sobrino de ella se estaba quedando unos días.
-¿Es el primo William?
-No, no cariño a este no lo conoces, es el hijo de mi hermana la que vive en el campo
-¿En el campo?
-Si tú hermano y tú no la conocen pero tú mamá sí. Ahora puedes colocarte cómoda y si gustas ducharte el calor está fuerte.
Estaba en la habitación leyendo cuando escuché que mi tía nos llamaba desde la sala, coloque el libro en la mesa y le dí con el codo a Camilo que se encontraba con los audífonos viendo vídeos le hice señas de que nos llamaban y salimos. Mi mamá lo estaba saludando cuando se giró lo pude ver era un chico de ojos caramelos y sonrisa perfecta y blanca era obviamente más alto que yo y de tez morena clara.
-Hola soy Samuel dijo mirando hacia Camilo y mi hermano le tendió la mano como si fuera un gran hombre lo cuál causo risa entre los presentes
-Soy Camilo un gusto conocerte
-Vaya Camilo es un gusto ¿que edad tienes?
-Tengo 10 años
-Y tu debes ser Helena
¡Oh dios! reacciona, reacciona me decía mentalmente
-Si mucho gusto y estoy segura de que eso lo dije con una voz de tonta.
Él se acercó y me dió un beso en la mejilla
-El gusto es mío