HADES vol. II

V

Me bajo del auto llegando al trabajo y veo a Erick afuera con su celular en su mano llego a él y me saluda

- Hola, buen día, ¿lista?

- Lista

Lo miro con un poco de nervios, entramos en el lujoso hotel-residencia, subimos hasta el último piso en el ascensor

- Bien necesito que tomemos medidas, veamos bien donde vamos a poner cada cosa, será un poco largo, pero lo haremos, debemos dejar esto impecable

- Okey tomare los apuntes

- Por favor

Se abre el ascensor y veo el gran espacio en obra gris, esto es... grandísimo y quedará genial... será uno de mis mayores esfuerzos y logros.

- Todo nuestro - Dice Erick con un poco de doble de intención yo rio un poco y comenzamos a caminar y hacer todo lo que debemos hacer.

***

Llego a mi departamento cansadísima y me tiro en mi cama cerrando mis ojos, dos semanas de arduo trabajo, sin parar desde que llegue, pero valió la pena quedo espectacular mañana será la inauguración y debo estar muy bien presentada, es estilo cóctel-elegante así que debo estar bien presentada, mañana iré con Erick de compras ambos necesitamos lucir bien porque aparentemente el dueño, el señor Acker vendrá a verlo. Estoy muy nerviosa, si no le gusta la majestuosidad que hicimos me suicidaré.

Me preparo un baño con sales y esencias para relajarme pongo música, no he sabido de Piero desde el día en que se fue y tampoco me ha escrito, me llega un mensaje

Erick: ¿Preparada para mañana?

Yo: Nerviosísima

Erick: paso por ti mañana a las 10 am ¿ok?

Yo: Ok jefe, muchas gracias

Erick: A ti por ser una espléndida asistente

***

Salgo de mi departamento y bajo encontrándome a un Erick informal arrecostado a su auto con un suéter polo y una bermuda que hace ver sus piernas largas y esculpidas por el deporte muy bien, yo tengo unos vaqueros algo rasgados y una camiseta negra, llevo unas sandalias planas y mi teléfono con mi cartera en la mano

- Vaya que tu estilo no cambia ¿eh ... morena?

-Erick - le digo con advertencia - Nunca lo hará, trabajo es trabajo, mi comodidad es otra cosa

- Eso veo eso veo calma fiera, solo desempolvando

Yo rio un poco incomoda y veo cuando llegamos al centro comercial, si he venido aquí

- Bien esto haremos, conozco un lugar donde podemos conseguir nuestra ropa, al igual es del jefe con asesores, pero ya tu iras al estilista tu sola y harás tu mascarilla o esas cosas que hacen las mujeres

- Pero si ni te he dicho que me acompañes, cálmate hombre ya estoy grande puedo arreglármelas, ve yo te llamare iré a otro lugar aquí dentro, veré varias opciones

- Vale, me llamas - Veo como algunas universitarias lo ven con deseo o haciendo risitas entre ellas, yo volteo los ojos y camino a donde mi alma me hala, voy al local donde la última vez compre un vestido, y era para su cumpleaños

- Creí que cada uno iría por su lado - Me asusto y pongo una mano en mi pecho tratando de calmarme - Bueno, podría decir que me sigues

yo niego con mi cabeza y el me hala hacia adentro, comienzo a pasar mis manos por la ropa, hasta que veo a alguien conocido

- ¿Kea?

Ella me mira y sonríe extrañada

- Eres tú, como olvidarte si fuiste la única mujer que el trajo aquí 

yo sonrío con nostalgia y ella apenada

- Lo siento, ¿en qué puedo ayudarte?

- Vine con mi... jefe

- ¿El señor Erick?

- Si, el, supongo que ya sabrás ¿para qué ocasión necesitaremos los vestuarios?

ella me mira frunciendo su ceño y luego hace un gesto como si en su mente conectara algo y sonríe como si fuese a hacer una maldad

- ¿Que te pasa Kea?

- Absolutamente nada, tengo lo perfecto para ti 

- Hey Allesa, ¿qué piensas de este?

volteo para ver a Erick con un traje gris claro y una camisa blanca debajo, sonrió y le alzo mi pulgar, realmente es guapo, pero no me enredare con mi jefe, menos sabiendo que es mi ex, y no quiero una relación seria tampoco. El me guiña el ojo y se pasa una mano por su cabello, se mira en el espejo y yo volteo a donde Kea

- ¿En que estábamos? - Volteo a ver a Kea y la encuentro mirando a Erick - ¿Te gusta?

- Y ¿a quién no? Es como el señor - Ya sé a qué señor se refiere - Y al señor Chad, son hombres inalcanzables, aunque al parecer eres un imán para ellos 

Me mira sonriendo yo acaricio su hombro y la insto a que caminemos hacia lo que tiene que mostrarme, me lleva a la sección de vestidos sencillos pero que te marcan hasta lo que no tienes y son elegantes también 

- Bien Allesa, no puedes decirle que no al vestido que te mostraré sé que te encantará además en tu cuerpo queda de infarto 

- Veamos

me muestra un vestido rojo vivo no tan escandaloso, entro al vestidor y me cambio, este me queda pegado al cuerpo, los tirantes son completamente transparentes, el escote es recto un poco arriba de la mitad de mis pechos así que se ven un poco solo un poco, llega casi rozando mis rodillas y por un lado tiene una abertura que hace que mi muslo salga y esta ranura llega un poco más arriba de la mitad de los muslos

- A ver ponte estos

Kea me pasa unas sandalias de tacón divinas con unas incrustaciones de piedritas plateadas me las pongo y salo del vestidor al espejo que queda enfrente ella lanza un grito ahogado y yo rio nerviosa

- me encanta - Le digo riéndome nerviosa

- ¡Lo sabía! Te ves fenomenal - Dice ella - se a quien le gustará ver esto y será como una cachetada - Susurra ella 

- Eh?

- A Erick obvio!

yo rio algo relajada y entro a desvestirme, cuando salgo pago y voy con Erick a hacer lo demás, aunque el insistía en que yo lo seguía, fue divertido y raro, ir de compras con tu jefe... y ex