Ella no podía creer que él estuviera pesando que esas marcas fueran un impedimento para que ella se quedara a su lado… aunque sintiera cierto temor al tomar una decisión que bien pudiera romperle el alma, o proporcionarle felicidad, su duda no eran sus marcas, su falta de respuesta se debía al pánico que sentiría si perdiera alguno de los dos. Pero su terco corazón le pedía a gritos que se quedara con su vecino y su hija.
Ella mordió sus labios mientras los acercaba a los de Dalton, dejo un leve beso en ellos pero con un claro mensaje.
—Acepto quedarme contigo Dalton —El vaquero sonríe suavemente y con ello la abraza por la cintura.
—¿De verdad? —Cuestiona dudoso.
—¡De verdad! —Ella le sonríe acariciando su mejilla.
—Gayla, sabes que yo no soy como… bueno, ya te diste cuenta cuando
