Todos somos creados para algo, o eso decía mi abuela, o es así como decido llamarla, ya que a la madre de mi madre jamás la conocí, pero parece que no me pierdo de nada ya que mi madre siempre que habla de ella, dice que fue una mujer muy cruel y sin corazón, que no supo quererla ni apoyarla, que la dejó a su suerte cuando creció y que jamás le dio el más mínimo rayo de esperanza para una buena vida, y yo le creo.
Como decía; todos fuimos creados para algo, y yo no podía ser diferente, no podría jamás. Desde que nací mi madre me dijo lo hermosa que soy, ha peinado mi cabello con sumo cuidado, llamándolos "hilos de oro" sin importar lo difícil que era hacerlo en prisión, y bueno, eso ha dado fruto, ya que mi cabello rubio, largo y liso, me ha hecho llamativa para los de clase alta, es eso o el hecho de que mi madre me ha creado realmente hermosa, lo sé, suena un poco engreído cuando lo digo yo, pero no solo lo digo yo, no hay persona en el mundo que me haya conocido y diga lo contrario.
En Fin. Fui creada para un solo propósito, y ese es buscar, encontrar y hacer desear su propia muerte, a la mujer que le destruyó la vida, y la envió a prisión por varios años, lo que hizo que yo naciera en prisión, esa infeliz que ni siquiera conozco me hizo prisionera desde mucho antes de nacer y ahora yo acabaré con su vida, como ella decidió destruir la mía. Yo acabaré con su vida, su matrimonio, su familia y todo lo que ella le tenga aunque sea un mínimo de estima.
Seguro a éstas alturas del partido debes estar preguntando, ¿qué fue lo que hizo esa mujer para que tu madre fuera a prisión?, o, ¿quién es esa mujer? Pues, esa mujer era la mejor amiga de mi madre, por lo que ella me decía, fueron amigas desde la escuela, estudiaban juntas, pero en diferentes grados, y cuando crecieron, mi madre que era mayor entró a la universidad, y por tres años ellas mantuvieron su amistada, incluso se hicieron una pulsera con sus iniciales, pero las intercambian para que su amistad durara toda la vida, pero la verdad es que fue solo por que mi madre seguía en contacto, fueron tres años en los que mi madre tuvo que abrirse camino sola en el mundo porque quería estudiar y tener un buen trabajo que no la hiciera pasar hambre nunca más, ella se enamoró de un muchacho, pero este tenía novia, y la engañó diciendo que no amaba a su novia y que estaría con ella, y entonces su amiga iría a la universidad, por lo que mi madre muy amablemente decidió que pese a todas las oportunidades que tenía su mejor amiga compartiría su departamento con ella. Pero su mejor amiga, una muchacha tres años menor que ella, que lo tenía todo en la vida, padre y madre que cuidaban de ella y le daban todo junto a su gran familia, una chica que era enviada a la universidad por sus padres que para que algún día se hiciera cargo de la empresa familiar, esa chica que lo tenía todo y aún así quería más, y no le importaba lo que se llevara por delante, aún si eso era a mi madre, la persona que estuvo allí para ella la primera vez que tuvo su cambio de niña a mujer, la persona que la apoyó y aconsejó cuando tuvo su primer novio, y aún cuando este la trataba mal porque estaba enamorado de otra persona, ella decidió mentir y acabar con la vida y los sueños de mi madre como si no importaran.
Ella lo tenía todo, un hogar, padres, una familia que cuidaba de ella, a mi madre como su mejor amiga, y aún así, se metió con el único hombre que no debía meterse, con mi padre. Sí, esa benévola y aparentemente perfecta mujer que mi madre adoptó como mejor amiga le quitó al amor de su vida, a mi padre, y la odio por eso, los odio a los dos.
Mi madre conoció a mi padre en la universidad, él es un hombre de mucho dinero, pero cuando supo sobre mí, dijo que no quería saber nada y que yo estaba muerta para él, le dijo a mi madre que si yo algún día lo buscaba, él iba a matarme, y desechar como la basura que era para él. Y mi madre fue clara al decir que con todo el dinero que él tenía podía hacer eso y jamás nadie lo culpará por ello. Lo odio, porque decidió darme la espalda a mí, a su hija, mientras adoptó, cuidó y amó a tres bastardos que los ha tomado como suyos.
Es así, como después de terminar la escuela empecé a trabajar aquí, en este burdel en busca de un hombre que me dé todo y lo ponga a mis pies, sé que lo merezco y lo tendré, y cuando lo haga, cuando por fin consiga pagar mi deuda y salir de aquí, iré a buscarlo, a mi padre, y para cuando llegue a él, su vida estará completamente destruida, y mirándolo a los ojos le diré, "Nunca debiste lastimar a Tina, papá"
─¿Así se llamaba tu madre? ─preguntó el hombre que la veía bailar música suave alrededor de un tubo, con lencería negra y un antifaz que cubría gran parte de su cara.
─No, pero tampoco me conoces, y no te diría los nombres reales jamás. ─sonreí seduciendolo con mi contoneo intentando disimular por lo idiota que puedo llegar a ser al decir todo sin censura, pero me sirve para desahogarme.
─Y si yo, te diera todo eso... ─se echó para atrás tomando su vaso de licor. ─Dinero, poder y algo de venganza, ¿qué me darías a cambio? ─preguntó el hombre tatuado que ha estado viéndola bailar por tres horas, los últimos dos días.
─Mi gratitud. ─susurré, no le daré nada más que eso, no es en quien desperdiciaré mi virtud, no lo vale.
Él se echa a reír como si yo hubiese dicho el mejor chiste de la vida, y yo solo espero que la música termine ya, y no decida seguir pidiendo músicas.
─¿Y si quiero más que solo... tu gratitud. ─se acerca y toca mi pelo. En estos momentos amo llevarme tan bien con Mau, y que él viniera a mi rescate enseguida, aún si es peluca lo que uso sobre mi cabello real, no me gusta que los clientes crean que pueden tocarme sin mi permiso. ─¡Pagaré extra por ello!. ─levanta sus manos en cuanto Mau carraspea. Es claro que este cliente no es más que un segundón, lo sé porque de ser un duro, jefe, o líder de algo importante, jamás se habría amedrentado por Mau. Sí, Mau es enorme, moreno y tiene más músculos que yo pestañas, pero he visto a líderes, y hombres importantes venir aquí y tocar más que mi cabello, como tienen el suficiente dinero del mundo no piden disculpas ni dan excusas, solo lanzan un fajo de billetes a mis pies y es todo.
He estado tanto tiempo en este trabajo que sé identificar a los alfa, de los betas, y a las hienas, y este no me llevará a ningún lado. Por fin, la música termina y puedo salir de aquí con todo mi dinero, Mau me ayuda a recogerlo como siempre.
─¿No intentó nada más, o sí? ─preguntó entregándome el dinero que ha recogido por mí.
─Sabes que no lo permitiría jamás, y sé que tú tampoco. ─sonreí. Mauricio es un hombre increíble, lo he visto ser rudo con los brutos y borrachos, pero con nosotras él es muy lindo y amable, y amo conversar con él, pero esta noche estoy muy cansada y lo único que quiero es irme.