GABRIEL
—Déjala bajo mi cuidado —Alfa Matthew me mira y mueve la cabeza en señal de aceptación.
No tengo claro que voy a hacer, pero ese extraño apego me hace desear ser su soporte, así que aun sabiendo que esto hará mi vía más complicada, quiero que lleve una transición lo menos traumática posible.
Es frustrante saber que no puedo hacer nada más por ella, me parte el corazón verla así. Pongo sobre su cuerpo una bata para cubrir su desnudez y dejo que poco a poco se reincorpore. Su mirada avergonzada está clavada en el suelo y no muestra señas de querer despegarla de ahí.
—Isabella, mírame —no obtengo respuesta, así que me siento frente a ella y toco su rostro haciendo que tenga que mirarme —ya no estás sola, estoy aquí.
Una gruesa lágrima escurre por su rostro, pero la detengo con
