Su mirada fija en mi era intimidante, no tenía ni una expresión en la cara. Ni más ni menos que mi fuente de todos mis deseos y mi puto jefe, estaba parado ahí, sin pestañear. -Un gusto en conocerla al fin señorita- dice demasiado educado -Buenas tardes Alexander, igualmente- le respondo y tomo la mano que me ofrece, la aprieta un poco más de la cuenta haciéndome entender que estoy en graves problemas.... Mierda -Pero, pasemos a comer- Dice el abuelo Nikola -Claro que si- dice mi abuela Todos nos sentamos en la mesa, mi abuela me hizo sentarme a su lado. -Tu abuela me comentó que tu plato favorito es el Cordón blue- Dice de la nada el señor Nikola- Mi propio chef, recibió ordenes de su mayordomo Faustos para que saliera a la perfección -Muchas gracias, señor me siento muy alagada

