*ANTONELLA* He logrado que él consintiera a entrenarme, no puedo darme por vencida, no soy débil como él se imagina, me duele hasta el último hueso de mi cuerpo, mi piel tiene moretones, no sé si podré seguir, lo veo sonriendo. Ha visto la derrota en mi rostro. Aunque no soy de la que me rindo, si yo hubiera sido fuerte mi hermana no estaría muerta. Más sabiendo que por medio de él puedo llegar a ese imbécil que me arruino la existencia, ahora solamente puedo pensar en mi venganza. ―Me duele mucho… ―arrugo mi ceño del dolor que me supera, él baja la guardia, eso se lo noto en su rostro. ― ¿Estás herida? ―me duele el cuerpo, pero no me voy a rendir, él ha bajado la guardia y me voy con todo sobre él dándole un golpe en su estómago, en eso siento que las luces se me van por un segundo. ―

