*ANTONELLA* Estoy frente a dos hombres machistas, no soy de las que me intimido tan fácilmente, el tipo que le sirve como un perro guardián, me ve con indiferencia, no respeta mi posición. En eso él recibe una llamada y su semblante cambia casi de inmediato, dándome una sonrisa macabra, diciéndome con sus ojos que me vaya, al parecer recibió muy buenas noticias o algo por el estilo. Me levanto de mi asiento y me dirijo a la cocina, me dedico a dejar todo en orden en la cocina, su aroma indiscutible y envolvente se deja sentir, volteo a ver y se ha puesto su chamarra, se ve jodidamente guapo. ―Vendré tarde. ―me dice, su mano derecha solamente me ve con desprecio. ―Que la pasen bien. ―digo sin interés alguno, me seco las manos y subo las escaleras hacia mi habitación. No me interesa lo qu

