Tú y solo tú

Capítulo 2

Regrese a mi casa paso a paso por la carretera que hace unos años crearon para conectar el pueblo con las grandes ciudades, aunque mi casa es alejada del pueblo lo que agradezco también se encuentra a unos kilómetros del bosque, si no me gustara tanto no caminaría ni un kilómetro, quizás soy perezosa.

 El pueblo queda a unos 25 minutos desde mi casa en auto, en el centro de este está la escuela privada, la cual es un internado pero se puede optar por vivir ahí o asistir diariamente, aunque tenga menos comodidades que los que viven ahí, pero minutos lejos de ahí significan tranquilidad, según la mayoría del pueblo mi familia no es de dinero, lo que en parte es mentira y verdad, al principio cuando mi papá se estableció en el pueblo con mi madre no tenían tanto dinero, pero cuando empezó a ir bien la industria de transporte y producción de alimentos que es reconocida, ellos empezaron a generar más ingreso para la familia y permitiéndonos comodidades como la casa que tenemos además de nuestros animales y terreno.

 Como nadie nos visita nunca apenas vienen el cartero, nadie sabe cómo es nuestra vida, por lo que nos tacharon de sin dinero, que según yo no es tan importante como el ser buenas personas, que obviamente siento que mi familia lo es, pero para el pueblo lo más relevante es que y cuantas cosas puedes comprar con tu fortuna.

Si me preguntan el por qué mi familia es tan mal vista en el pueblo, no lo sé, a veces creo que es porque se sintieron opacados por la empresa familiar, ya que muchas de las familias trabajaba en lo mismo, o a veces simplemente porque nos ven como si fuéramos extraños en su territorio, ya que la mayoría de los que viven aquí han ido generación tras generación. Somos una familia bastante común, tengo a mis dos padres, y tengo 3 hermanos, uno mayor de 24 años que ni siquiera nombrare ya que abandono a mi familia apenas cumplió los 18 literal.

 fue en su cumpleaños 18, éramos muy unidos ya que yo era su pequeña hermanita, jugábamos en nuestra casa sin importarnos ni el tiempo ni el dinero que teníamos o no, lo amaba con todo mi corazón, hasta que se fue, el día de su cumpleaños celebramos todos juntos incluso invitamos a algunos del pueblo ya que era una ocasión especial, a las 11 de la noche mi padre me dijo que me fuera a dormir, me negué pero él me lo pidió ya que según él quería estar con sus amigos, así que lo hice, cuando desperté a la mañana siguiente el ya no estaba, fui a su pieza y todo estaba desordenado como si muy rápido buscara sus cosas para escapar de ahí, busque entre sus cosas algo que me digiera que había pasado y solo vi que estaba todo lo relacionado a mi familia ahí, incluso los regalos que le di de hermanos para que estuviéramos conectados siempre, pero ahí estaba en el suelo roto, baje con lágrimas en mis ojos, pero nunca espere que esas lagrimas se replicaran en las caras de mis padres, mis hermanos pequeños seguían dormidos, y pregunte donde estaba, la respuesta fue, no sabemos dónde está ahora, pero nos dejó, dijo que no le volviéramos a hablar, eso también era para mí, cuando lo vi en el pueblo trate de hablarle recibiendo solo su espalda en mi cara, me ignoro todas las veces, luego al pueblo se le olvido que era de nuestra familia, y lo aceptaron como el chico más popular por su belleza, todas las chicas querían estar con él, y así sigue siendo hasta el día de hoy.

 Mis hermanos pequeños son gemelos, tienen 15, son muy carismáticos muy bellos, realmente son guapos, son muy buenos hermanos, son Nick y Will, mis bebes, el pueblo nos odia, no es novedad, pero raramente a ellos no, tratamos de no estar con ellos en público, ellos igual evitan tener contacto tanto conmigo en la escuela como en el pueblo, no me molesta, realmente estoy agradecida de que no sean odiados como lo somos mis padres y yo, ellos son populares entre las chicas de su edad y mayores incluso algunas de mis compañeras están enamoradas de ellos, supongo que el que ignoren el hecho de que son Hope me alegra, aun que a ellos los acompleja, siempre nos dicen que les duele evitarnos, no les guardo rencor a ellos les importa mucho el qué dirán en cambio a mí no, muchas veces dicen cuando nos aman y realmente les creo, a mí me consienten a veces, son excelentes hermanos aunque a veces fastidiosos. Y luego estoy yo una chica de 18 casi cumplidos años llamada Isabelle odiada por mucha amada por 4 supongo, una chica de contextura normal, cabello n***o, piel algo morena, ojos cafés, altura promedio, ósea de lo más normal.

 Soy buena en la escuela, suelo estudiar poco pero presto mucha atención en las clases ya que no tengo con que distraerme más que con el profesor que se encuentra hablando de una forma monótona, cuando termine la escuela quiero seguir estudiando medicina veterinaria, tenemos bastantes animales en nuestro hogar, incluidos caballos, me encanta montar, antes de todo el desastre llamado sociabilización exterior con la empresa creciendo y mis hermanos igual, mi familia montaba mucho juntos, al final termine sola montando, no me gusta llevar a los caballos al bosque ya que para ellos es incómodo el estar tan sofocados con los tantos árboles que hay, esto me ayuda a volver a mí misma, poder controlar mis emociones además de que cuando me siento muy estresada salgo a montar y correr por los montes despejados.

Mis padres son muy centrados en sus negocios, pero igualmente pasan tiempo de calidad con nosotros más mi madre que mi padre, antes eran ambos, pero desde que mi padre me empezó a odiar (según yo) se alejó mucho de mí, esto paso por que un día empezamos a hablar de que sería de mi futuro, pero termino mal, yo mencione que quería irme a estudiar lejos de este pueblo y no volver más, y mi padre enfureció, según yo eso paso por qué quieren que siga con la empresa que crearon pero eso no es lo mío, antes era su niñita y termine siendo Isabelle solo Isabelle para él, doloroso pero te acostumbras luego de que no asista a tus cumpleaños por estar trabajando. La frase que más me marco de esa discusión fue “serás igual a tu hermano igual estaba asumiendo que te ibas a ir cuando cumplas 18” nunca supe realmente que quería decir con que ya sabía que me iría si nunca lo mencione, pero tampoco está el ambiente para preguntarle que quería decir y simplemente empezó una relación más helada que potito de pingüino antártico

Sigo caminando a mi casa pensando y recordando momentos que he vivido con mi familia, se acerca mi cumpleaños 18, no es que me emocione de sobre manera, de hecho me emociona más el hecho de dejar la escuela y este pueblo para siempre, quizás mi futuro sea mejor y pueda tener más emociones, porque según yo, son de pocos sentimientos.

 Cuando voy pensando en eso pasa un camión de mudanza, no se me hace raro el hecho de que la gente quiera venir a vivir a este pueblo, debo decir que es lindo, más aun sus vistas, además es muy relajante vivir rodeada de bosques y riachuelos, Terra rapaces es un lindo lugar para vivir, supongo que si la gente de aquí no fuera tan desagradable podría haberme quedado y tener una familia aquí, pero eso no va a pasar, detrás del camión viene otro más supongo que es una familia grande, además pasa un auto donde supongo que viene la familia, siento algo raro cuando pasan a mi lado, como un estremecimiento, mi piel se pone de gallina, tengo escalofríos recorriendo mi columna hasta mis pies, nunca me había pasado algo así, supongo que es porque está atardeciendo y cayendo un poco de neblina, así que apuro mi paso para llegar luego a la comodidad de mi cama y poder soñar con mi futuro, quizás con el bosque y las posibilidades que se crean en mi imaginación de yo teniendo mi carrera y viviendo en un lugar como este.

Y así es como llego a casa cansada de caminar ignorando el hecho de que no hay nadie en casa, y corriendo por las escaleras para llegar a mi lugar, mi espacio en esta casa, mi habitación.