El castillo de Serpens se vistió de gloria y majestad, Alhena invitó a muchas personas a su cumpleaños, tenía que presumir todos sus trofeos de guerra, sus grandes logros como siempre, le encantaba presumir, le encantaba ser adulada por todos, que todos vieran su grandeza.
Ella vestía como nunca, hermosa, su vestido era ajustado a su linda silueta, un vestido claro lleno de piedras, su cabello perfecto como siempre y su majestuosa corona, toda una reina, los reyes y príncipes invitados caían rendidos a sus pies al verla, incluso la pretendían. Recibió muchos regalos, tantos que eran incontables, el pastel de cumpleaños era enorme y elegante, tenía música y bailarines haciendo shows para los invitados, artistas de circo, pintores, todo era lujo.
Bailó con algunos reyes y príncipes, todos querían bailar con ella. La gente del pueblo la amaba, para ella no era agradable que hubiera pobreza, no soportaba esa idea, pero todo era solo con el fin de ganarse el afecto de todos, a pesar de sus arranques de ira, sus esclavos la adoraban.
Zafiro puso en marcha su plan, Nolan estaba elegantemente vestido, le volvió a recordar su trabajo con lujo de detalles, el chico comprendió todo a la perfección ordenó que lo llevaran ante la presencia de Alhena, en su bolsillo superior pusieron una nota, simulando que aquel hombre era un presente para la Reina, proveniente de un admirador secreto.
- ¡Su majestad! a llegado un presente para usted
Alhena volteo a mirar y vio a aquel hombre, este se inclinó ante ella sin mirarla al rostro, Orlecius y Zafiro observaban toda la escena y rogaban que funcionara.
La Reina se acercó lentamente al joven y le ordenó ponerse de pie, el chico obedeció y al verla quedó encantado por su belleza, le parecía lo más hermoso que había visto en toda su vida, ella lo miró de pies a cabeza le pareció muy atractivo y quedó impactada por su parecido con Zafiro, sacó la nota que llevaba y la leyó.
- ¿Un admirador secreto? ¿quién será? ¿cómo te llamas?
- ¡Nolan su majestad!
- ¿Qué sabes hacer?
- ¡Soy experto en terapias naturales y masajista su majestad! - A ella le encantó escuchar eso y le pareció interesante
- ¡wow! interesante, tienes un cuerpo muy llamativo
- ¡Con todo respeto su majestad, yo creo que usted es mucho más hermosa que todas las estrellas del cielo juntas! disculpe mi atrevimiento.
Alhena se sintió tan bien con ese alago, se imaginaba que era Zafiro quién se lo decía,
- ¡Muchas gracias Nolan! puedes pasar a la fiesta, más tarde hablaremos más - El chico reverencio y se fue, ella lo miró de pies a cabeza y le pareció muy atractivo, pero en su mente estaba Zafiro
- ¿Crees que le haya gustado a la bruja?
- ¡No sé Orlecius! espero que sí, tengo que sacármela de encima como sea
- ¡Debemos esperar, esto será lento!
- ¡Cómo quisiera estar en estos momentos con mi amada, no puedo salir de aquí ahora!
- ¿Le diste algún regalo de cumpleaños?
- ¡Claro! ¿crees que soy un idiota acaso?
- ¡No, para nada!
- ¿Qué le diste?
- ¡Una casa!
- ¿Qué? ¿una casa?
- ¡Sí! y le pedí que fuera mi esposa
- ¿Quéee? ¡No me contaste nada de eso!
- ¡Era una sorpresa! lo hice todo con cuidado
- ¿Aceptó?
- ¡Sí! y me hizo el hombre más feliz de todos
- ¡Pero Zafiro! ¿cómo te vas a casar con ella si eres un esclavo?
- Recuerda que pronto Ana recuperara sus poderes
- ¡Espero que sea muy pronto amigo mío!
- ¡Lo mismo espero yo! tengo otro presente para ella, pero no podré entregárselo hoy
- ¡Paciencia amigo! es mejor hacer las cosas lento pero seguro
- ¡Así es! no puedo cometer ningún error
En el castillo de Alpherg se hizo una ceremonia privada para celebrar el cumpleaños de Ana, el Rey quiso hacer una pequeña fiesta para ella, todos reían mucho, pero ella extrañaba a Zafiro, trataba de que no se notara su tristeza, Sasha comprendía su pena y la contenía
- ¡Vamos Ana, arriba el ánimo, ya lo verás, sé que es duro, pero debes actuar como si nada, no debes levantar sospechas, por favor cambia esa cara, mira esto se hizo para ti.
- ¡Perdóname Sasha, tienes razón!
- ¡Tranquila, te entiendo, pero no quiero que los demás especulen!
- ¡Señorita Ana, su amiga tiene razón, levante la mirada y disfrute este momento!
- ¡Sí Raguel! gracias a los dos
Hubo un gran banquete, un pastel de cumpleaños hermoso decorado con flores naturales, hubo música y también muchos regalos para ella, en eso Sasha pidió silencio y le habló a su amiga
- ¡Mi querida amiga y más que amiga, la hermana que nunca tuve, quiero desearte un feliz cumpleaños, quiero que sepas que te amo con el alma, hemos vivido tantas cosas juntas, hemos reído y llorado, quiero que seas inmensamente feliz, que logres tus sueños, todas las cosas que tengas en mente y ahora voy a darte mi regalo - Sasha hizo una señal a los músicos, ellos comenzaron a tocar una bella melodía, Sasha comenzó a cantar la misma canción que cantaba aquella vez que se conocieron, Ana se emocionó hasta las lágrimas mientras Raguel la rodeo con su brazo, su voz era hermosa, angelical, todos estaban emocionados, el príncipe Roger estaba fascinado escuchando a su amada Sasha, jamás la había escuchado y quedó totalmente encantado con su voz, Amylee estaba emocionada, el Rey totalmente encantado, era como si un ángel estuviera cantando, se armaba un eco que hacía el sonido aún más hermoso, transmitía muchas emociones, que llegaba directo al corazón de todos, era conmovedor.
Cuando terminó su canto todos aplaudieron fuertemente, Ana corrió a sus brazos y lloraba de emoción, Sasha la miró de frente
- ¡Es el regalo más hermoso que me han dado, eres maravillosa Sasha, tu voz es hermosa! gracias amiga querida
- ¡Me alegra que te haya gustado mi regalo!
- ¡Jamás voy a olvidar este momento! estará grabado en mi memoria por siempre
- ¡Cantas precioso mi bella Sasha! - Dijo el príncipe Roger mientras se acercaba a ella, Ana hizo un gesto y salió despacio para dejarlos solos
- ¡Gracias príncipe!
- ¿Hay algo más que no haya visto de ti? ¿o vas a seguir sorprendiéndome?
- Puede ser que se sorprenda
- ¿Sabes? me encantas Sasha
- ¡Me hace sonrojar!
- ¡Perdóname, pero es la verdad, linda y también talentosa! es demasiado
- ¡Me halagan sus palabras!
- ¡Ya sabes lo que siento por ti! te lo vuelvo a repetir, te e amado en silencio desde que te conocí en el cumpleaños del Rey
- ¡Hay muchas cosas que tengo que decirle antes de dar una respuesta!
- ¡Y yo soy todo oídos!
- Usted sabe que yo tengo una misión muy importante y no puedo abandonarla
- ¡Nunca te pediría que lo hicieras, eso sería cortar tus alas y yo te conocí con ellas!
- ¿De verdad?
- ¡Por supuesto! comprendo la misión de ustedes, mi hermana también la tiene
- ¿Y si sucediera algo inesperado?
- ¿Algo cómo qué?
- ¡Algún conflicto, algo que altere la paz que ahora tenemos!
- Sasha, yo estoy enamorado de ti, tengo que estar contigo en todo, apoyarte
- ¿De verdad lo haría?
- ¡No lo dudes!
- ¡Quiero creer sus palabras!
- Dame una oportunidad de demostrar las cosas
- Quiero que tenga claro que yo jamás dejaré sola a Ana, por encima de todo yo estaré con ella y la voy a defender de quien sea
- ¡Lo entiendo! es tu misión, es lo que debes hacer
- ¡Cuando digo que la voy a defender de todos, hablo de todos ¿comprende? - Roger se inquietó con esa reafirmación de Sasha
- ¿Pasa algo Sasha?
- No, solo quiero que tenga claro que yo estoy con ella en todo
- Lo entiendo y te admiro por eso, por tu fidelidad ante cualquier situación
- Soy la más cercana a ella, no puedo permitir que le hagan daño, a nadie se lo permitiré jamás
- Si necesitas mi ayuda en algún momento Sasha, la tendrás, quiero demostrarte que lo que siento por ti es verdadero
- ¡Muchas gracias príncipe!
Más tarde ya era hora de cantar el cumpleaños feliz para Ana, todos reunidos alrededor, se preparaban para cantarlo, pero justo en ese momento llegó Jeff a la celebración.
- ¡Buenas noches! no pensarán cantar el cumpleaños feliz sin mí, perdón la tardanza - Dijo con tono sarcástico
- ¡Señorita Ana! ¿quiere que lo saque de aquí?
- ¡No Raguel, déjalo!
- ¡Pero hombre!, ¿qué pasó que te retrasaste tanto? - Exclamó el Rey entre risa
- ¡Tuve muchos inconvenientes hoy! ¡perdón su majestad! - Jeff la miró y se dio cuenta de que, aunque quisiera odiarla no podría nunca hacerlo, la contemplo y suspiró por lo hermosa que estaba, le dolía verla, pero al mismo tiempo necesitaba estar ahí, se sentía atrapado por este amor. Ana no le dio la cara, solo observaba el pastel tan hermoso que hicieron especialmente para ella.
Cantaron todos juntos, fue hermoso sentir todas esa voces juntas, soplo las velas pidiendo un deseo, quería la libertad de su amado, poder estar junto a él por siempre.
Raguel se aseguró de vigilar cada movimiento de Jeff, este se sentía incómodo con la presencia del ángel y esperaba que se fuera pronto, que Ana recuperara sus poderes.
Jeff se acercó a Ana lentamente, pero Raguel lo detuvo,
- ¡Quítate de mi camino, solo quiero felicitarla por su cumpleaños y entregarle mi presente!
- Joven Jeff, no quiera engañarme, sé perfectamente sus intenciones
- No tengo malas intenciones
- ¿De verdad cree que puede engañarme?
- ¡Quítate! - Jeff comenzó a forcejear con Raguel, pero el ángel era mucho más fuerte que él y lo empujó, Jeff se enfureció y volvió a intentar acercarse a ella, nuevamente forcejearon, pero Raguel lo tomó del brazo y le dijo
- ¡Lo que vaya a hacer, hágalo ya ¿sabía usted que entrometerse en las cosas de otro es de muy mala educación? ¿creyó que no lo sabría? no le diré a la Señorita Ana para no alterarla, pero no crea que se puede pasar de listo, está ante una entidad divina por si se le olvida y puedo ver un poco más allá que usted
- ¡Eres un alcahuete, ¿cuántos trapos sucios le escondes a ella?
- ¡Ninguno! es usted el que no comprende nada joven
- ¿Ah sí? ¿qué es lo que no comprendo? ¿que se burló de mí como quiso?
- ¡Nadie se a burlado de usted! la Señorita Ana es una dama
- ¡Ojalá te largues pronto! eres molesto y descortés no voy a hacerle daño
- ¡Le advierto que deje en paz a la Señorita Ana, no quiero tomar otras medidas!
- ¿Me estás amenazando?
- ¡Tómelo como quiera, solo le advierto que mientras yo esté aquí, no permitiré que le haga daño! debe comprender que ella no es de su propiedad
- ¡Dime! ¿quién es el maldito hijo de perra?
- ¡No use ese lenguaje, se ve mal en un comandante de tanto prestigio como usted!
- ¡Responde mi pregunta!
- ¡No tengo por qué responder a sus preguntas joven, yo no soy uno de sus soldados! no se confunda
- ¡Voy a matar a ese bastardo! ¿te queda claro? ¡lo voy a hacer pedazos!
- Usted no va a hacer nada joven, no va a mancharse las manos en vano, porque, aunque lo mate ella no lo olvidará, aléjese, su misión ya terminó, tenga un poco de dignidad
- ¿Quién eres tú para decirme que me aleje y que mi misión terminó?
- Joven, estoy tratando de hacerle entender las cosas, pero veo que es inútil, no busque problemas
- ¡Ya es tarde para eso Raguel, te recuerdo que es la Estrella Dorada y tengo que velar por ella, lo juré un día y lo voy a cumplir,
- Y yo le recuerdo que ella tiene alas propias, opinión, puede tomar sus propias decisiones, no es un títere que usted puede manipular a su antojo
- Hice todo por ella, le demostré mi amor, me aseguré de que jamás le faltara nada, hasta el último detalle, la entrene, ¿y me dices que me aleje, así como así? ¿crees que soy de metal? yo nunca e querido manipularla, siempre la ayude a volar, ¿cómo olvidar tantas cosas?
- ¡Joven, debe comprender que ella no lo ama y lo que hubo entre ustedes terminó! no va a volver
- Ojalá pudiera aceptarlo así de fácil, pero ella me quiso y apelo a ese amor que me tuvo, yo voy a revivir ese amor, no pudo haberse muerto tan fácil
- Usted está ciego, es una lástima que no comprenda nada, ahora retírese y no haga un escándalo, no arruine el cumpleaños
- ¿Ciego? ¡ja! veo las cosas mejor que nadie
- No se engañe a sí mismo joven, hace mucho rato que está dando lástima, la Señorita Ana fue clara con usted
- ¿Sabes qué? agradece que estamos aquí, o si no, te rompería la cara
- ¡Por favor, ya le dije, váyase sin hacer ruido y aquí no a pasado nada!
- ¡Déjame entregarle el presente al menos!
- Primero veamos si ella quiere
Raguel se acercó a Ana
- Señorita Ana, el joven Jeff quiere entregarle un presente ¿desea aceptarlo?
- ¿No lo sé, ¿qué debo hacer?
- Es su decisión, pero si quiere que le recomiende algo, es mejor no aceptar nada, puede darle más alas para que la siga molestando
- ¿Tú crees?
- Es solo una sugerencia
- Tienes razón, no lo quiero, dile que se vaya por favor
Raguel nuevamente se acercó a Jeff, éste tenía una caja de color blanco en sus manos
- ¡Lo siento, joven! ella no quiere aceptar su presente
- ¿Por qué no? es solo un regalo, por favor Raguel ¿por qué es tan cruel conmigo? ¿qué hice?
- Joven, no se humille acepte las cosas - Jeff le entregó la caja a Raguel
- Dile que es con mucho cariño, no hay nada oscuro detrás, es solo un regalo
- ¿Tanto ama a la Señorita Ana? ¿o es solo obsesión?
- ¡Es amor, un amor que tendré que enterrar y no sé cómo!, me voy, buenas noches
Jeff se fue sin que nadie se diera cuenta, salió triste de no poder acercarse a ella, solo quería mirarla de cerca, encontrarse otra vez en sus ojos, se sentía como si fuera un delincuente, como si fuera el peor de todos los hombres.
Raguel se acercó a Ana y le entregó la caja
- Lo siento Señorita Ana, el joven me la entregó y se retiró - Ana tomó el presente y abrió la tapa, era un fino ajuar de joyas, muy hermoso y delicado.
- ¡Es hermoso!
- Tiene buen gusto el joven Jeff, espero que no intente molestarla nuevamente
- Yo espero lo mismo, no quiero tener problemas, espero que sea feliz
- Veo que no puede asumir que usted no lo ama, tenga cuidado Señorita Ana, el despecho es un arma mortal
- ¿A qué te refieres?
- Mi intención, no es asustarla, pero en las condiciones que está es capaz de hacer cualquier cosa
- ¡Ay Raguel! qué miedo, no lo creo, conozco a Jeff y no es capaz de eso
- Tenga cuidado Señorita Ana, en la confianza se encuentra el peligro
Al día siguiente Ana y Raguel salieron al Jardín, Ana no había recibido aviso de Zafiro para verse por lo que entendió que probablemente estaba ocupado y no se verían aquel día, lo extrañaba pero, comprendía la situación.
todo estaba tranquilo, de pronto una red de gran tamaño fue lanzada a Raguel que lo atrapó, Ana volteó para ayudarlo, pero alguien la tomó y se la llevó a la fuerza, ella miró quién era y para su sorpresa era Jeff que usando su habilidad de vuelo la secuestró, Raguel logró zafarse y salió tras él, pero Jeff le lanzó energía, logró continuar la persecución
- ¿Qué haces Jeff? ¿te volviste loco? - Gritó Ana
- ¡Señorita Ana! - Gritaba el ángel que perseguía a Jeff a toda velocidad
Jeff logró esconderse con ella mientras le tapaba la boca para que no gritara, la metió dentro de una cabaña en medio del bosque
- ¡Qué es esto! ¿qué haces Jeff? - Él la observaba de pie a cabeza y se le acercó, Ana tenía miedo
- ¡Solo quiero hablar contigo, pero el ángel ese no me deja hacerlo! ¿piensas que voy a hacerte daño?
- ¡No lo sé!
- ¿Acaso no me conoces?
- ¿Qué quieres Jeff?
- ¿Por qué Ana? ¿por qué me dejaste de querer?
- Jeff yo te quiero mucho, pero no como hombre ¿por qué no lo entiendes?
- ¿jugaste conmigo?
- ¡Nunca haría eso Jeff! fui clara contigo
- Me quisiste, yo lo sé, ¿cómo revivo eso? dime
- Jeff, no se puede, comprende no quiero verte sufrir, me parte el alma
- Si no quieres verme sufrir entonces vuelve conmigo o mátame
- ¿Qué? - Jeff se acercó más a ella, Ana tenía miedo, estaba paralizada, Jeff la abrazó suave, como si fuera de cristal y se fuera a romper, extrañaba su calor, su aroma, todo de ella, de pronto comenzó a llorar amargamente, ella sintió una tristeza enorme
- No puedo estar sin ti, ¿cómo te saco de aquí? dime, ¿no comprendes?
- Jeff, lo lamento mucho, de verdad, pero no puedo hacer nada
- ¿Qué puedo hacer para que me vuelvas a querer?
- Ya no te hagas daño, me duele verte así, yo quiero que seas feliz
- No puedo ser feliz si tú no estás conmigo - Jeff se apartó de ella y sacó su espada, Ana sintió terror, pero él le entregó el arma
- ¡Mátame!
- ¡No, no digas eso!
- ¡Mátame Ana! ya no quiero sufrir
- ¿Te volviste loco?
- Estoy loco, pero de amor por ti ¡mátame! ¡hazlo! - Ana dejó caer la espada al suelo, Jeff se arrodillo mientras lloraba sin consuelo, se acercó a ella y abrazó sus piernas, lloraba como niño pequeño,
Ana lloraba de tristeza, jamás pensó que él sufriría tanto por ella y comprendió que quizás ese amor era real, pero ella ahora amaba a Zafiro y no había marcha atrás.
- Jeff, por favor, ¡basta!
- Ana yo puedo amarte de lejos, pero siento que muero si no estás conmigo, llevo mucho tiempo tratando de olvidarte y no lo logro
- Jamás pensé que sufrirías tanto, nunca debí darte una oportunidad
- No digas eso, fui el más feliz de todos los hombres cuando estuviste conmigo, recuerdo el beso que te di y me estremezco, extraño todo de ti, el castillo lo reconstruí para ti, ¿te das cuenta de que hoy tal vez serías mi esposa? que podría tocarte y hacerte tan feliz, no entiendo cómo es que ese amor se fue para no volver.
- Jeff tú extrañas los recuerdos, eso es lo único que nos queda, yo sé que encontrarás a alguien que te quiera como mereces
- Yo quiero que tú me ames, nadie más que tú, no e estado con ninguna mujer en estos años, no puedo
- Si tuviera mis poderes te liberaría de ese dolor, pero no los tengo, por favor perdóname por no poder hacer nada
- Vuelve conmigo, prometo hacerte la mujer más feliz de la tierra, haré todo lo que me pidas y más - Ana lo ayudó a levantarse
- Jeff, eres un valiente soldado, tienes todo a tus pies, eres apuesto, inteligente, puedes salir adelante perfectamente, no hay mujer que no querría alguien como tú
- ¿Y de qué me sirve eso si tú no estás? por favor entiende que no quiero a ninguna otra mujer
En ese momento entró Raguel pateando la puerta con fuerza, tomó a Jeff y lo empujó lejos, Ana lo detuvo
- ¡Raguel espera! no lo golpees
- ¡Señorita Ana, la secuestró y me pide que no le haga nada!
- ¡Está muy mal, no quiere hacerme daño! está sufriendo mucho
- ¡Aun así no tiene derecho a secuestrarla! - Jeff se levantó y Raguel se puso por delante protegiendo a Ana
- ¡Le advertí que dejara en paz a la Señorita Ana! ¡lo que a hecho es imperdonable!
- ¡Solo quería hablar con ella, jamás le haría daño!
- ¡Desde hoy tiene prohibido acercarse a la Señorita Ana de forma definitiva! si lo hace lo enviaré a la cárcel y haré que le quiten sus títulos, usted está mal de la cabeza
- ¡Mejor mátame de una vez y así no me volverás a ver!
- ¡Se lo advierto joven, no busque problemas! - Raguel tomó a Ana para llevársela
- ¡Te amo Ana! - Gritó Jeff mientras se alejaban
Al llegar nuevamente al castillo Sasha y Amylee fueron corriendo a ver a su amiga
- ¿Qué sucedió?
- ¡Jeff me secuestró Sasha!
- ¿Qué? ¿pero cómo se atreve? - Exclamó Amylee
- Pero no me hizo daño, quería hablar conmigo, está sufriendo mucho
- ¿Se volvió loco o qué?
- ¡No sé Sasha, yo lo vi muy mal!
- ¡Señorita Amylee, por favor necesito que desde hoy el joven Jeff tenga prohibida la entrada al castillo o deberé solicitarlo directamente a la corte imperial!
- ¡Cuenta con ello Raguel! debemos proteger a Ana, no me equivoqué al traerte conmigo, pobre Jeff perdió el juicio
- ¡Estoy muy triste por él, me equivoqué al darle esa oportunidad! nunca debí hacerlo
- ¡Tarde o temprano tendrá que resignarse! no puede estar así toda la vida - Dijo Amylee
- ¡Yo quiero que sea feliz, jamás querría algo malo para él!
- ¡Señorita Ana, ahora más que nunca debemos tener cuidado, el joven Jeff no está bien y es capaz de cualquier cosa!
- ¿En qué momento se transformó en esto? tengo tanta pena por él - Sasha abrazó a Ana
Ana subió a su habitación junto con Raguel y al llegar a ella se dio cuenta que la paloma mensajera estaba en el balcón y fue corriendo a buscarla, su corazón saltó de alegría, era una carta de su amado, la abrió y comenzó a leer
Amada mía
Las flores pierden su color cuando no logro verte
el sol pierde su brillo y calor
siento el frío de la distancia
y es frío que me quema
es frío que me mata
que cala hasta el último de mis huesos
cada célula se congela
cada átomo se detiene
mi corazón es mi tormento
me duele y me acosa
la luna no tiene su resplandor
y se marchitan las rosas
y quisiera ser esa paloma
que entrega este mensaje
para atravesar los cielos
y contemplar tu paisaje
sin ti no respiro
sin ti ya no duermo
porque eres mi energía
mi amor, mi vida
mi lucero.
Z
Ana suspiró al leer la carta, ella sentía lo mismo que su amado, ambos se extrañaban demasiado
- ¿Todo bien Señorita Ana?
- ¡Sí Raguel! me extraña tanto como yo a él
- ¿Piensa contarle lo sucedido?
- ¡No, por ningún motivo! no quiero darle más problemas
Alhena mandó a llamar a su esclavo nuevo, quería conocerlo en mayor profundidad, le causaba curiosidad su ocupación y quería indagar en ello
- ¿Me mandó a llamar su majestad?
- Así es, acércate - El chico estaba vestido muy ligero, completamente de blanco, su camisa entreabierta que dejaba ver su perfecto torso, su piel canela resaltaba
- Dijiste que sabes hacer masajes
- ¡Así es alteza!
- ¿Puedes mostrarme como lo haces?
- !Claro!
El chico se paró detrás de ella y comenzó a tocar su cuello muy delicadamente, sus manos eran grandes y comenzó a sentirse muy bien, tanto que sintió sensaciones muy agradables, le encantó la forma de tocarla, sus manos eran fuertes, pero delicadas al tocar, eran tibias.
- ¿Puedes cargarme hasta mi habitación? - El chico obedeció, la tomó y se la llevó
Al llegar la recostó en su cama
- ¡Cierra la puerta! - Ordenó ella
Alhena se levantó de la cama y se quitó toda la ropa, sin pensarlo, el joven cerró los ojos, ella se volvió a recostar boca abajo
- ¡Ven, hazlo por todo mi cuerpo!
El Chico tomó su aceite para masajes y comenzó lentamente desde sus pies, hasta llegar a su cuello, él estaba totalmente excitado al verla desnuda y tocándola, admirar su belleza era demasiado para él que era solo un esclavo, se devolvió hasta sus piernas y entrepiernas, sus nalgas, de pronto ella comenzó a gemir de placer cuando el rozaba su entrepierna y eso lo enloqueció, respiró y continuó lentamente, ella volteó y se dejó expuesta, él sintió que explotaría y Alhena se dio cuenta de su bulto.
- Quítate la ropa
El joven obedeció y ella quedó impresionada al ver su m*****o totalmente erecto, la asustó un poco, pero al mismo tiempo anhelaba que estuviera dentro de ella
El chico volvió a tomar su aceite y comenzó a masajear su torso, sus pechos, los masajeaba con mucha delicadeza, ella estaba totalmente entregada, el joven encendió uno de los aceites y el aroma envolvió toda la habitación, Alhena pensaba en Zafiro, alucinaba del placer que sentía y comenzó a tocar al joven, él estaba alucinado, le parecía la mujer más bella de la tierra, estaba dispuesto a hacer todo lo que ella le pidiera, empezó a masajear sus muslos y eso provocó un grito de placer que lo dejó en el cielo, ella no resistió más y empezó a tocar el m*****o del joven, este solo respiraba agitado,
- Hazlo, por favor - Pidió ella sin tapujos, él se puso nervioso, pero obedeció, era la primera vez de ella y aunque amaba a Zafiro necesitaba sentir, miró al joven y creía que era su amado.
Nolan se preparó y lentamente entró en ella, lo hizo con tanto cuidado que ella gimió de placer, él era delicado y continuaba masajeando su cuerpo, eran sensaciones maravillosas para Alhena, ¿esto me estaba perdiendo? no lo pensó más y se entregó al placer, después de todo el chico era apuesto, su cuerpo era perfecto y agradable de mirar. él sintió que nunca más podría estar con otra mujer, ella lo enamoró y no le importo lo que había escuchado de su carácter, agradeció su suerte, sentía que él podía cambiar eso.
Ella necesitaba sentirse amada, deseada, aunque sabía que Zafiro estaba presente en su corazón, logró separar eso de sus necesidades, era demasiado obsesionante, Nolan sabía perfectamente lo que estaba haciendo, trato de conocer el cuerpo de ella, para hacerla explotar de placer y lo consiguió, Alhena tuvo su primer orgasmo y parecía que toco el cielo con las manos, ese cielo que no conocía, él trató de darle otro más y lo consiguió, vio que ella estaba cansada y terminó fuera de su cuerpo.
Alhena quedó en shock, su primera vez fue maravillosa, aunque no fue con el chico que amaba, pero Nolan sabía lo que hacía, era experto en dar placer, eso que ella quería sentir.
Le parecía excelente saber que él estaba dispuesto para ella a su antojo, lo observó y le encantó su cuerpo, era escultural, como fabricado a mano, le fascinaron sus manos grandes, que sabían dónde y cómo tocar, tan delicado, para él ella era como una figura de cristal, la tocaba de forma suave, con mucho cuidado.
- ¡Eres increíble Nolan! - Dijo ella mientras se acomodaba en la cama
- ¡Espero lo haya disfrutado su majestad!
- ¡Demasiado! tus manos son mágicas - Nolan notó que la sábana tenía una pequeña mancha de sangre y entendió que era la primera vez de la Reina y de alguna forma se sintió importante, al menos lo iba a recordar siempre, pero no comprendió cómo es que ella se entregó así de rápido y sin conocerlo más allá, no quiso indagar, al final el solo estaba para cumplir sus deseos y no hacer preguntas incómodas, guardó silencio mientras guardaba sus aceites y aromas, ella admiraba su hermoso cuerpo y le encantó, sus nalgas eran perfectas, le pareció hermoso, sentía que tenía un entretenimiento más, ahora podía tenerlo cuando ella quisiera y como quisiera, le encantó su regalo, era justo lo que ella necesitaba, la lujuria se apoderó de ella, se sentía ligera y liviana, como nunca antes en su vida, descubrió lo maravilloso que era el sexo, descubrió que no necesitaba amar para cumplir sus deseos, quería seguir experimentando, quería seguir conociendo su cuerpo, esto era un viaje nuevo para ella, un viaje sin retorno,.