"ERAN MI ÚNICA ESPERANZA", gritó Rhoda. Me acerqué a ella y la consolé al ver que sus posibilidades se reducían a nada.
—Lo siento, Luna. —No dijo nada por un rato mientras yo calmaba a mi pareja.
"¿Hay otra opción?", pregunté. "Estamos desesperados, no tenemos heredero y la manada se está volviendo inestable".
Se recostó en su silla. "Los ensayos no fueron un fracaso total. Tuvimos algunas hembras jóvenes sin aparearse que pudieron usar el tratamiento para iniciar un ciclo que culminó en el embarazo".
"¿Una madre sustituta?"
No desde la perspectiva humana. No tenemos las instalaciones ni el acceso para realizar fertilización in vitro. No, los éxitos que tuvimos se dieron con hembras que querían permanecer sin aparearse, pero estaban dispuestas a ser fecundadas por otro macho para dar
