Respiró profundo, para tratar de disolver ese nudo que presionaba su garganta. —¡No Calli! Lo único que tengo de dios es el nombre y de uno no muy bueno, porque mi padre era un obsesionado de la mitología griega y quiso ponernos a todos sus hijos nombre de algunos dioses, no soy un ser superior, ni soy inalcanzable, soy una persona malvada, egoísta, vengativa. Sin embargo, tú si eres muy superior a mí —le dijo acariciando suavemente su mejilla, para después unir sus labios suavemente con ella—. Eres muy valiosa Calli, mucho más a cualquiera, tienes cualidades tan extraordinarias que hoy día las personas no tienen, tú eres como una especie de ser celestial o fantástico, nunca pensé que en el este mundo tan dañado existiera alguien como tú. La abrazó con tanta fuerza como si quisiera grab

