Con movimientos aleatorios subo y bajo mientras mi coña se comprime en su m*****o, el sentimiento es delirante, y mirar cómo se retuerce ante mi posición dominante me hace sentir una reina amazónica dando un desfile en la jungla, donde la única y toda atencion esta puesta sobre mí. Me encantaba tenerlo ahí susurrando mi nombre entre jadeos, pidiendome más y más hasta hacer que ese líquido seminal estuviera brotando por toda su polla y con gusto lamerle tan suculento manjar.
Pero esta vez no queria tragármela, esta vez mantenía mi posición firme para que todo callera caliente y candente por mis adentro, necesitaba que todo se quedara dentro de mí, hasta convertirnos en uno.
Recorro con fiereza mis dedos por su velludo pecho y clavo mis uñas en mi pasarela sobre su piel al sentir que mi presa está cerca de alcanzar el éxtasis final, la hinchazón en mi v****a dolía placenteramente, sentía las venas de su pene masajear los bordes internos de mi intimidad, su cabello despeinado, su piel rojiza, su cuerpo temblando, sus manos sosteniendo mi culo fuertemente para que no haya ninguna separación entre su cuerpo y el mío, el sonido de nuestras pelvis chocando, su voz sedienta diciéndome que soy la jodida diosa que lo hara venirse y al final la cosita rica de color entre blanco y transparente llenando mi coña de manera exquisita.
Tiembla debajo de mí, sus espasmos retiran eso que tanto le dolía, me entrego lo mejor de él, ya mi satisfacción era que él se haya entregado por completo como todo las noches. Sin sacarme su m*****o para que no se desperdicie ni una gota de semen, me recuesto posando mi cabeza en su pecho agitado.
Me da un beso en la frente, me dice que me ama y acto seguido se queda completamente tumbado, mi vista queda en la ventana, me pierdo en las gotas de lluvias que se deslizaban en el cristal. Sin razon aparente un sentimiento melancólico se adueña de mí, cierro mis ojos fuertemente y no me doy el tiempo de pensarlo mucho hasta acompañar a mi esposo en su profundo sueño.
Un mes después...
Mantengo mi barbilla reposada en mi hombro intentando ignorar la prueba de embarazo que tenía en manos junto a la desesperacion que me ocacionaba ver el resultado final. ¿Tantas cosas rápidas que inventan los asiáticos y no se les ocurrió crear esto con un análisis de emitir las muestras de manera momentánea? Se supone que si una persona se hace este tipo de pruebas es para poder obtener una respuesta lo más pronto posible. Farfullo por mis adentros mientras miro por todas partes como si eso hiciera que el tiempo de espera fuera menor.
Despues de contar hasta 100 simulo que ya han pasado los 5 minutos del test y observo de reojo la prueba de embarazo como si asi evitara que el tiempo surja despacio. Mi corazón dio un vuelco al suelo cuando presencio una sola rayita, suspiro por lo bajo y mantengo mi semblante serio para evitar tirarme a llorar.
— ¿Amor? ¿Qué tal? ¿Está todo bien? —aspiro por la nariz aunque él no me estuviera mirando asiento con la cabeza lentamente.
— Sí... está todo bien amor —no puede evitar que mi voz se escuchara entrecortada.
— Cypril...Abre la puerta por favor, sea lo que sea que haya pasado, nada cambiara entre nosotros.
Siempre lo he sabido pero me dolía tener desconfianza de aquellas palabras, la idea de que algún día nos podríamos cansar uno del otro me ha estado atormentando desde hace unas semanas.
—Vamos nena, abre la puerta... —dice en un susurro auditivo.
Al levantarme del toualet, casi caigo desmayada al suelo por un leve marero que consiguió sacudir mi cuerpo, suspiro nuevamente buscando fuerzas para explicarle a Raymond que no íbamos a ser padres esta noche. Abro la cerradura de la puerta para encontrarme a un esposo despeinado, en paños menores mientras contiene la respiración al verme. En otro momento con solo verlo ahí parado con solo un bóxer puesto me pondría bien cachonda y mi primera acción fuera chuparle la v***a, pero ahora mismo lo unico que me apetecía era un un fuerte abrazo y un todo va a estar bien.
Dejo caer a un lado la prueba de embarazo, provocando un pequeño ruido que se convierta en el unico sonido entre nuestro silencio. Prometí no llorar, pero la cara de decepción que se dibujó en su rostro cuando le hice un ademan de negación, lanzaron toda mi frustración retenida por medio de una cascada de lágrimas. Soy una inservible que durante estos 10 años no ha podido darle un simple bebé, durante estos 10 años no he podido hacer que el hombre de mi vida tenga un hijo, y esta realidad me quema hasta al punto de matarme por dentro, sin previo avisos me lanzo a desahogarme en sus brazos. Me sentía tan sola a pesar de que él estaba aquí conmigo y para mí.
Su agarré se hace aún más fuerte sobre mi cuerpo, en señal de que estaba aquí, para nosotros como pareja, pero algo en mi interior se obligaba a negarlo. Estaba a nada ¿Qué? ¿2 años para ser una cuarentona? Casada y sin hijos, asistiendo junto a mi esposo a los cumpleaños de los hijos de nuestros hermanos y amigos como las patéticas parejas que envidian pero no nos regalan a sus criaturas. Si tanto llegan a detestar a sus bebés porqué no, regalárnoslo.
—No pude... una vez más te decepcione. No-no, puedo darte un bebé como tanto quieres, soy una
—eres la mujer de mi vida, te amo a ti sobre todo. Oye no te preocupes tenemos todo el tiempo del mundo para tener un hijo. —me interrumpe
— ¡¿Cuántos?! ¡Ya estamos viejos Raymond, casi inservibles y yo no he podido darte un maldito bebé! — corto sus palabras alejándome de él como si su cuerpo quemara.
Se queda sin palabras. Bien sabía que lo que decia estaba lejos de ser mentira.
— iremos a terapia, alterándote y menospreciándote no cambiara nuestra realidad Cypril, debemos tomar las cosas con calma.
—pues esta vez no puedo hacerlo, lo he estado aguantando durante 10 años ¡pero hoy decido no poder aguantarlo! NECESITO QUE ENTIENDAS QUE YO YA NO PUEDO HACERTE FELIZ.
— ¡Bueno ya basta, no! Hablas como si yo te estuviera presionando con la idea de que quedes embarazada, te he propuesto miles de veces que adoptemos un bebé mientras esperamos uno pero te niegas a ello, te digo que vayamos al doctor para enterarnos de quien es el problema y tampoco lo tomas bien. Cypril, entiende de una maldita vez que un hijo solo será parte de esta familia, no un regalo para lucir por ahí, no es fundamental para sostener nuestra relación, hemos estado juntos por 15 años y no, nos ha afectado en nada, Tranquila —Raymond siempre es el sereno de la relación, el que toma todo con calma y creo que es la primera vez en mucho tiempo que lo veo cabrearse por algo que yo haya dicho.
Camina de lado a lado de la caza mientras jalonea su cabello, a pesar que tiene razon en sus palabras me niego a aceptarlo y me meto a la cama ignorando su presencia.
—Perdón, no tenía intensión de gritarte solo quiero que entienda que...
—Mañana tengo que trabajar buenas noches —solté sin más y apagué la lámpara reposada en la mesita de noche, escuche un suspiro de frustración salir de sus labios y entre refunfuños decide tomar riendas sueltas del asunto y fingir que dormimos.
Creo que despues de esto nada estara bien. Yo ya no me siento bien.