~Capitulo 4~ Ojos hipnóticos

1904 Words
Puv Charlotte Cuando las clases se acabaron nos dirigimos al estacionamiento. El auto deportivo se había estacionado junto al Jeep de Alex, sus dueños estaban recostados en él, no pude evitar reírme, quién sabe cuántas horas habrán estado en el baño por mi broma, no quiero imaginar lo que pensaría el personal de limpieza al ver como dejaron los excusados. Trevor ya no llevaba el gabán, podía apreciar varios de sus tatuajes, uno de ellos llamó mi atención, era un dragón con tintes rojos iba desde la palma donde iniciaba la cabeza hasta su codo, era hipnótico, recordaba haberlo visto en algún otro lugar, pero no podía saber dónde, vino a mi mente una carrera de autos, recordaba la mano en el volante de un auto, pero no podía distinguir a qué equipo pertenecía o si solo era un visitante, había comenzado a tomar para aquella época, no podía recordar claramente, se veían nebulosas las imágenes, era como si algo estuviera por anclarse y volviera a la completa oscuridad, sus amigos tenían tatuajes similares pero variaba el color. No puedo creer que no lo notara antes, tal vez fuera el desinterés o la falta de atención a los detalles, en cualquier caso, es preocupante porque en mi mundo puede costarte la vida. Su mirada estaba concentrada en mí, se relamió los labios y sabía que debía cuidarme las espaldas, se vengaría de mí, pero no le prestaría más atención. -Hola preciosa-dijo Aiden rodeando con sus brazos mi cintura y besándome, había estado tonteando todas las vacaciones con él, era lindo con su cabello castaño desordenado, su actitud era relajada y su billetera holgada, no preocupaba de ningún gasto a su lado, ni por nada serio, justo la falta de compromiso que necesitaba. -Hola...-solté sorprendida tensándome, pensé que lo dejaríamos en cuanto llegáramos a la escuela; no podía creer en la fidelidad de un chico hormonal de su edad, pese a sus "buenas intenciones" sabía por experiencia con mis hermanos que era algo imposible, sin mencionar que realmente no lo veía en aquel plan serio. -¿Vendrás esta noche a mi fiesta?- ni siquiera sabía que había tal cosa, estuve tan distraída con la broma que mis intentos por socializar este día, eran como mínimo pésimos. -Desde luego iremos-le contestó Charlie alejándome de él, mi hermano paso su brazo sobre mis hombros, girándome para que todos formáramos un círculo, el nivel de protección que ejercían mis hermanos era como una fuerza de la naturaleza, no había conocido un muchacho aún que les agradara por completo a todos. -Llevaremos unos barriles de cerveza- complemento Alex tomado de la mano de una chica que no recordaba haber visto antes, era algo ruda algo fuera del estilo de sus exnovias, parecía una motera, eleve una ceja en su dirección, que mi hermano decidido ignorar, había algo sumamente sospechoso, pues el no compartía las actividades ilegales, era el más centrado con posturas similares a las de papa. -Invitaremos algunas chicas más- me empujo sutilmente Helena, ella sabía lo mucho que me incomodaba tener que enfrentarme a alguien que quisiera algo serio, después de Itzae todo el tema amoroso, estaba en terreno prohibido. -Me alegro, les enviare la dirección- contestó muy emocionado y antes de irse, me miro -te estaré esperando- pase saliva, rayos ¿cómo le terminas a alguien? con quien no tienes nada, sin que sea incómodo, lo bueno es que siempre nos veíamos en lugares privados, lejos de la familia y habladurías de la gente, incluso en las pocas fiestas en las que se nos vio juntos, nos hemos ido por separado, no era que me interesaran las apariencias, pero tampoco quería malos entendidos. -Estás en problemas- susurro en mi oído Charlie, entonces empujo mi hombro juguetonamente, achantándome. Cuando alcanzamos al Jeep, subí para conducirlo a casa, porque sabía que los chicos se quedarían a entrenar y antes de que se cerrara la puerta escuche cuando mí querido hermano, invitaba a la fiesta de esta noche a "los nuevos", Charlie no desaprovechaba la oportunidad para fastidiarme, sería una noche loca, si las cosas se seguían mezclando. No pude evitar mirarlo, tenía unos ojos hipnóticos, ¿Que me ocultaban los ojos cristalinos?, cuando menos lo pensé me guiño, si no hubiera prestado atención me lo habría perdido, señor de la papaya protegerme que mato a ese pendejo egocéntrico, gire mis ojos por su intento de coqueteo. Prendí la radio y la canción Break de Three Days Grace, comenzó a sonar fuertemente en los altavoces. Al llegar a casa encontré a mamá en la cocina. -Buenas tardes, señora Rock- contesto educada Helena, mi madre la adoraba, su parecido conmigo era innegable, había heredado todo de ella, menos mi personalidad, dicen que soy tan gruñona como lo es mi padre. -Hola Mamá- saludé cortésmente -Chicas están algo temprano en casa- contestó mirando el reloj mientras batía una mezcla, que puedo decir este año queremos cambiar y después de todo necesitaba el permiso para una fiesta, normalmente nos habríamos quedado a la práctica de los chicos, saldríamos a comer y luego finalmente volveríamos a casa, como unos chicos normales, pero... -Dijimos que este año sería diferente-Contestó Hel tomando nuestras mochilas para llevarlas arriba- estaremos haciendo los deberes- -¿Qué cocinas?- indague acercándome a ella, olía muy bien como galletas caseras, tome la cintura de mi madre abrazándola, extrañando nuestros juegos cuando era más pequeña. -Unas galletas caseras, quiero innovar con una receta nueva-quisiera más momentos así, donde solo pasamos tiempo juntas. -¿Necesitas ayuda?- viendo en su mirada se notaban algunas arrugas por el cansancio, había tenido un turno de 48 horas, debía estar agotada y hay estaba cocinándonos, usualmente nosotros nos encargamos de las tareas del hogar para ayudar a nuestros padres, mama negó con la cabeza, mientras batía con su mano la masa -¿Si quieres cuando termines podríamos ver una película todas juntas?- -Me encantaría hija- me envió un beso con sus manos, entonces decidí subir a mi recámara para acompañar a mi amiga. Helena había sacado algunos de nuestros libros esparciéndolos sobre la cama, la adoraba, extrañaría cuando su familia volviera de vacaciones, habían decidido ir a conocer Alaska, Hel como su nombre en inglés lo dice Hell, no soporta el frio, se extinguiría en ese clima, decidió pasarlo conmigo, estuvimos yendo a varias piscinas y recrear nuestros ojos con los salvavidas, era delicioso coquetear con ellos. Aun que ser menor de edad en Texas, nos restringía muchas cosas. Mi cama era una King con sábanas negras, podíamos dormir mis 3 hermanos y yo, sin problemas, antes hacíamos pijamadas con Helena jugábamos verdad o reto, incluso hasta yo nunca, éramos bastante unidos, los últimos años había llenado el cuarto con posters de bandas de rock que me gustaban, compre varios libreros para todas las historias que llegaban a mis manos, he descubierto que la literatura te lleva a otros mundos, es mi opio. Terminaba mi último deber cuando llegó un mensaje. Aiden Kilómetro 5 después de las canchas de fútbol, 10 pm Dios de la papaya, lo había olvidado, mire el reloj que anunciaba la 9:00 pm, ya no teníamos tiempo porque el lugar estaba lejos. ¿Porque mi madre no, nos habría llamado a comer?, Helena estaba dormida a mi lado, típico, la moví un poco para que despertara era como un muerto, después de mucho zarandeo no abrió ni un ojo, entendí la táctica de Charlie, tome un vaso de agua del baño y la salpique, hizo cara de pez ahogado fue hilarante, comencé a partirme de la risa por su actitud, debía hacerlo más seguido. Envié la información a los chicos y Marie para vernos allí debido a la calma reinando en la casa, señal segura de que los gemelos aún no estaban en casa. -Despierta amor, debemos llevar nuestra hermosura a la fiesta- comente y me mostró su dedo de en medio. Baje las escaleras, encontré a mamá profundamente dormida en el mesón de la cocina, había puesto las galletas en el horno, pero ni siquiera lo había encendido, acaricie su mejilla aun con harina, busque el ángulo para pasar su brazo por mis hombros y con cuidado la lleve al sillón de la sala, tome una manta y la cubrí, se esforzaba tanto por nosotros, se merecía descansar, llame por pizza mientras nos arreglamos para que tuviera algo que comer si despertaba. Papá probablemente un turno largo y llegaría en la mañana, así que no me preocuparía por él. -¿Qué harás esta noche con Aiden?- susurro Helena mientras se hacía rizos en el tocador, me miró a través del espejo mientras buscaba algo que ponerme, no tenía ni idea de que decirle, tome un pantalón de cuerina n***o y una body de encaje blanco, esto serviría -No lo hieras es un buen muchacho, además no quiero perder a mi compañera de parrandas- se burló un poco de mí, sabiendo perfectamente que no entraría en una relación cercana con ningún hombre. Había muchos videos de nosotras sobre mesas cantando y bailando. Éramos el dúo dinámico para el desastre. Nos conocimos en el kinder, cuando me defendió una broma de los gemelos, desde entonces somos almas inseparables, conforme crecimos los chicos se interesaron en ella, cuando el primero rompió su corazón, yo se lo agradecí haciendo sangrar su nariz, me convertí en su vengadora personal, excepto con Drake el cual gozaba de inmunidad porque mi amiga lo quería. Helena es enamoradiza, inteligente, tierna y a veces algo ingenua, ha estado intentando deshacerse de esa parte suya este verano, creo que está cansada de que las personas la decepcionen, Drake no es su primer amor, pero si es la primera persona con la que ella ha logrado intimar, fue algo maravilloso para ella, dice que él siempre ha sido muy cariñoso, a pesar de después levantarse e irse. Y yo soy una mariposa de amor. Un amor fugado. Helena decidió usar una falda de jean con una blusa campesina café, se veía adorable, eligió usar unos botines a juego, el chico de la pizza se estaciono en frente y antes que tocara la puerta, baje para no despertar a mi madre. - ¿Cuánto te debo? - indague sin mirarlo, buscando en mi billetera el efectivo. -Para ti, es gratis- subí mi vista y vi a Ryan un antiguo ligue, que buenos recuerdos, mordí mi labio, pero no debía aprovecharme saque un billete de 20 dólares y se lo extendí. -Toma quédate el cambio por tus servicios- acarició mi mano antes de tomar el dinero y yo tomé la pizza, podría escribirle en algún momento. -Deberíamos volver a quedar- me gustaba, pero no acostumbrara a repetir, la gente se confunde. Helena entró en nuestro rango de visión moviendo más la puerta, vio la escena y agudizo sus ojos hacia la calle donde venía un auto con las luces muy altas, el ruido de la música fuerte venia de ellos. -Deben ser tus hermanos para recogernos- asentí simplemente y con una sonrisa, me alejé para dejar la pizza en la cocina con una nota "Madre, salimos, pero no llegaremos tarde, la pizza es para ti con amor Charlotte". En el auto estaba sonando fuerte No me conoce de Jhay, J. Balvin ft Bad bunny. "Si las miradas mataran, la tuya me hizo el amor..." tararee pensando en sus ojos hipnóticos y entonces maldije internamente, ahora pensaba en él, sin quererlo.
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