Nos vemos en una semana chicos, espero les vaya muy bien.
-Gracias mamá.
Genial hay voy de vacaciones con un adonis desconocido.
-Te ayudo con tu maleta.
-Claro chocolate, gracias.
- ¿Chocolate?, mi color es algo claro para ese apodo.
-No lo digo por tu color si no por tu apellido, aunque existe el chocolate blanco. " Y carajo que luces como uno, tan sabrosos que dan ganas de comerte."
-Oh claro, claro.
Mi dios, su risa es un canto de querubines, que me hace derretir, no obstante, al salir de casa algo más llama mí atención.
- ¿Este es tu auto?
-Si bueno es uno de los que tengo aquí en el país.
-Evan que negocios tienes con mis padres, para que ellos me hayan dejado salir contigo.
-Muy pronto te enterarás gatita.
-Nos vamos conociendo y me gustaría decirte que, si aprecias tus testículos, no me vuelvas a decirme gatita.
-Me agradas, yo igual tengo una advertencia que darte, si queremos llevarnos bien deja de amenazar las joyas Rocher.
Me rio por su advertencia, quiero burlarme, pero hay algo que me interesa saber.
- ¿En qué trabajas Evan?
-Tengo varias empresas, pequeña.
- ¿De qué son tus empresas?, claro es que puede saber.
-Soy dueño de varias empresas que producen armamento, medicina y moda, aunque esta última solo la manejare por un corto tiempo, ya que cuando me case pasara a ser de mi mujer.
-Entonces estas comprometido.
-Si algo así.
Al escucharlo me dieron ganas de golpearlo por aparecer frente a mí con su carita toda linda, pero ahora que lo pienso el no sonaba convencido así que puede que tenga alguna oportunidad o no, prefiero no pensar más en eso y decido que debo aprovechar para dormir.
2 horas después.
Percibo un delicioso aroma, y abro mis ojos para ver de donde proviene después de un momento me doy cuenta de que estoy siendo cargada, eso me asusta y me remuevo hasta que doy contra el suelo.
-Eso me dolió. Sobo mi trasero mientras murmullo.
-Ven (me da la mano) te hubieras evitado ese dolor si no te hubieras removido como lombriz.
-Sabes que puedes despertarme como la gente normal.
-Trate, pero tienes el sueño tan profundo como el de un oso invernando.
- Un poco más de respeto que soy una señorita y solo estaba ligeramente dormida.
-No me digas yo te veía como un macho muy varonil y si así es con un sueño ligero que será de ti con uno profundo, necesitas ser despertada como a la bella durmiente. - me mira con una cara picara y divertida.
- Creo que ya va siendo hora de que te enteres soy una señorita tengo v****a y no pene, no duermo como un oso invernando y mucho menos como la bella durmiente
-Eso me agrada. - Mueve sus cejas pícaramente.
Tonta tonta no debí decir eso, siento como mis mejillas se calientan.
-Lo siento se escuchó mejor en mi cerebro, debes de creer que soy una corriente, grosera.
-No te preocupes me agradan tus tonterías, me gustaría seguir escuchándolas, pero ahora tenemos que abordar el avión, nos están esperando.
Caminamos hasta la puerta de avión y al entrar es muy elegante y como era de esperarse un avión privado solo para nosotros dos, mis hormonas se vuelven locas e imagino todo lo que podríamos hacer los dos solos.
Evan toma mi mano y me saca de mis pensamientos pervertidos.
-Claro, chico rico avión privado, algo me dice que has estado guardando tu lado egocéntrico, dime si me equivoco.
-Touch nena. Ríe después de decir aquello y me ayuda a subir al avión.
México allá vamos.