XXIII Capítulo 23: Vidas cruzadas. 1 semana después. CESAR MONTESCO Miré alrededor de la habitación como un niño en un lugar inexplorado, el lugar era extrañamente normal, en mi cabeza tenía la suposición de que un sed donde se grababan películas porno era un lugar sucio con gente drogada, ratas y olor a cigarro, pero no era así, de hecho solo estábamos en la casa de un productor que era contacto de Adeline, después de que le hubiera dicho que aceptaba hacer una película porno donde no se viera mi rostro, ella me mandó a hacerme una serie de exámenes reglamentarios para descartar algún tipo de enfermedad veneria, todo salió negativo, siempre fui cuidadoso con eso en usar condón y estar saludable… lo de Alomi fue algo fuera de lugar e inesperado, pero siempre me cuidaba, en especial lo

