XLV Capítulo 45: Odio, traición y lujuria. PRESIDENTE KEN Al regresar del almuerzo entré a una de mis casas donde no estaba mi esposa, realmente no quería hablar con ella o escucharla, hoy me apetecía volver a estar con aquella chica Louisa, lo bueno de mi vida era que siempre tenía de donde elegir, nadie me rechazaba. —Señor —Anderson tocó la puerta de mi habitación. —Dime —pregunté quitándome la camisa, realmente primero me urgía bañarme antes de llamar a Louisa. Anderson abrió la puerta y deslizó la mirada por mi cuerpo, yo sabía que yo no tenía el mejor físico del mundo, pero me gustaba mi cuerpo y sabía que a él también. — ¿Qué harás esta noche? —preguntó. — ¿Por…? —me voltee hacia él observando esa mirada; era la misma mirada decepcionada que me dio cuando me follé

