ALEXANDER THOMPSON —Hay trres reglas, muy imporrtantes, que debes tener tú presente, a la hora de usar y manejar una arma —me indica Klaus, manipulando la Glock entre sus manos. Lo escucho atentamente, prestando atención al más mínimo detalle de lo que me dice. —No serr tú un hombrre tonto, ¿verdad, Alex? —No, Klaus —le contesto, frunciendo el entrecejo y confundido por su pregunta. —Bien, porque hombrre tonto, no prestarr atención a esto y dispararrse él mismo —murmura—. Tú no serr un tonto que se dispare solo. Niego, sintiéndome como un niñito al que le explican las cosas con peras y manzanas, para que pueda entender. —Lo prrimero que debes tener en cuenta, cuando manipules una arma, es tener siempre presente que la arma está cargada. Me muestra el cargador de la Glock: está

