Al caer la tarde, Ada se había rendido al sueño. Y fue cuando la castaña al fin pudo tomarse un descanso. Sin embargo, se sentía intranquila debido al desorden que yacía en la parte de abajo de la casa. La niña hizo un completo desastre, y aunque el cargo de conciencia la estaba atormentando y con ganas de bajar corriendo para arreglar todo, creyó que podría funcionaria su plan. O eso creía… Pero el miedo era una cosa seria, por esa razón se había ido a descansar a la habitación con la niña. Y por más que intentará tranquilizarse, rogaba al cielo porque Fabián no llegará a casa ese día. Aunque eso no la iba a salvar del problema, puesto que el desastre ya estaba hecho. —Porque he pensado en una cosa como esta. Estaba muy mal, esa casa no era suya, pero es por otro lado; ese estúpido it

