»» ———— AIDAN ———— ««
Hasta este momento lo que he visto de esta familia es derroche de lujos y maltrato con una mujer que lo único que pide a gritos es ser aceptada por su esposo, es tan inhumano ver y oír todo lo que hacen y dicen de ella.
—Aidan, te buscaba, vámonos, se nos hace tarde.
—Sí, ya voy.
Miro a Margarita y Timoteo, que nos acompañan, ella se ve espectacular con ese vestido, tiene buen cuerpo y lo sabe mover muy bien ante la mirada de cualquier hombre, nos subimos al vehículo y nos retiramos de la mansión. No dejaba de meditar en esa mujer, su situación es deplorable, más teniendo un esposo como ese. ¡Maldita sea! No tengo que involucrarme en cosas personales de otras personas.
—Te veo distraído, amigo, hemos llegado.
—No es nada, es que contemplaba las luces de la ciudad, ¡es asombroso!
Entramos, la música fuerte, el bullicio de las personas, hasta que nos llevaron al VIP, más tranquilo y se podía conversar a gusto. Margarita me insistía en que bailáramos y para no desairar a sus hermanos. Acepté, ella tiene muy buenos movimientos. Bailamos tres canciones, me coqueteo todo ese tiempo, y ella es hermosa, pero no hay ese clic que te dice, esta es la persona correcta. Luego regresamos a la mesa, todo fue beber con moderación, y disfrutar del sitio, pero algo me tenía incómodo y era mi constante pensar en ella.
—¿Cuándo regresa tu hermano? —indago, ellos me voltean a ver.
—Dos semanas se estará en el extranjero, ¿Lo querías ver?
—Deseo conocerlo, tengo negocios que tratar con él. —quiero ver la cara de ese imbécil.
—Entonces quédate una semana más y podrás hablar en persona con él.
—No sé, tengo obligaciones y responsabilidades en mi país.
—Eres joven, debes de divertirte, una semana más no te afectará en nada.
Me quedé reflexionando, bueno, apenas llevo un día aquí, lo sabré cuando llegue el fin de semana, para ver si me quedo o no. Estuvimos disfrutando del sitio hasta las tres de la madrugada, bebí más de lo que tolero, pero aún me mantengo cuerdo. Ellos vienen más mareados que yo, hasta Margarita se emborrachó, hasta el grado de que se quedó dormida desde el momento que ingresamos al vehículo, la perdimos.
Al llegar a su hogar, Paulo acompañó a su hermana a su habitación, yo caminé hacia la habitación que me toca. Al andar hacia el dormitorio, cuento las puertas y recuerdo lo que ella me dijo, tocó el pomo y la puerta se abrió, la luz de afuera entra por la ventana abierta, la luz de la luna entra por la ventana abierta, ella no utiliza el aire acondicionado, me quedó observando hacia la cama, ella duerme en silencio.
Camino torpemente y me siento en la cama, la veo dormir apaciblemente. Me inspira mucha lástima o admiración. La verdad es que no lo sé. Pasé mi mano por su cabello, que es largo. Nunca había visto a una mujer con la cabellera tan larga. Ella se despierta y al verme se alarma, que de inmediato le cubro la boca antes de que grite.
—No te asustes, no te haré daño, me confundí de habitación. —ella asiente y le voy soltando la boca de a poco.
—¿Qué hace aquí? ¿Cómo entró?
—Es que me equivoque de habitación, tome vino y me emborrache. —me hago el pasado de copas, aún estoy lucido.
—Debe salir de mi habitación, si lo ven me acusarán de pecadora. Me van a correr y no tengo a dónde ir.
—Tranquila, nadie me vio entrar, estoy muy mareado para irme a mi habitación.
—¿Qué quiere decir con eso? —me desplomo en su cama, haciéndome el desmallado.
—Hey, despierte, váyase a su habitación. ¡Dios santo! Esto no me puede estar pasando, soy una mujer casada. —la escucho afligida, al parecer solamente ella le es fiel a ese matrimonio, mientras su esposo la goza con otra mujer.
Ella me quiere levantar, es tan débil, anda un camisón que le cubre todo el cuerpo, pareciera que es muy delgada, no sé si come bien en esta casa, ella dice cosas muy divertidas, estoy que no me aguanto por reírme, pero me mantengo en el papel. Me acomodo en la cama cuando ella intenta levantarme, la veo caminar en la oscuridad, está afligida realmente.
—¡Mm! Quiero ir al baño, no puedo soportar.
—¿Vas a vomitar? Dios solamente esto me faltaba, ¿Qué hago? Pesas mucho.
—Deprisa, necesito que me lleves al baño, no coordino mis pasos, te juro que veo doble y hasta triple.
Ella con mi ayuda me sentó y me puse de pie, me sujete de su hombro, ella se recriminaba de estar en esa situación, al estar frente al inodoro, está por irse, la sujete fuerte, y le dije que no podía sacar mi m*****o, ella abre los ojos alarmados.
—¿Qué, no has visto uno antes?
—No, ni lo quería ver.
—¿Has visto el de tu esposo? O es que temes que el mío sea más grande. —queriendo bromear.
—No, aún no lo he visto, por eso no me pida algo que no puedo hacer ni tocar.
—Es una emergencia, si no la sacas, me mojaré la ropa y el olor no será agradable. —ella lo medita, no sé qué estará pasando por su cabeza, es divertida.
—Yo no miraré, con eso no peco, la sacaré y lo hace rápido.
—Gracias, estás salvando mi vida en este momento.
—Exagerado. —ella torpemente abre el zíper de mi pantalón —¿Qué es esto, es enorme?
—¿Nunca habías visto una, siendo una mujer casada, que extraño? —provocándola.
—Termina rápido. Deja de decir burradas.
—Tienes que sostenerla con firmeza para que no salpique. —ella me mira con miedo.
—No, no puedo hacer eso, menos con un extraño, ¡te volviste loco!, soy casada, es que no comprendes lo que eso significa.
—Lo repites tanto, que parece un libreto que debes memorizar. Simplemente, me estás ayudando, no coordino mis manos, veo tres de cada cosa, me siento a desmayar, bebió demasiado licor. —ella se acongoja, pero cuando ve salir unas gotas, como por instinto me la sujeta con firmeza, sentir sus manos es algo estremecedor. Soy un pervertido, para esta honesta mujer. Ella le tiembla el pulso, la veo con los ojos cerrados, mirando a través de sus largas pestañas, diga lo que diga, es una curiosa.
—Termina de una vez. Es gruesa y blanda a la vez. Nunca había sostenido una, la verdad, no había visto algo como lo que tú tienes.
—¿Te gusta tocarla? Si lo haces de esa manera te aseguro que se agrandará mucho más.
—Deja de decir tonterías, termina rápido, me voy a ir al infierno por tu culpa. No sé cómo es que terminamos de esta manera.
—Eres un ángel, me has ayudado mucho hoy.
—Ya no sé qué soy, tengo muchas cosas en mi cabeza. Y ahora tú que eres un desvergonzado conmigo.
Su rostro se vuelve rojo, yo no veo su apariencia, lo que veo es una mujer sumisa, muy recatada y criada para ser una buena esposa, desde la perspectiva de sus padres, lástima que cayó en manos de ese hombre. Ella me guarda el m*****o con afán, sus manos son cálida y suaves, se siente bien, hasta podría decir que, si me la hubiera masajeado un poco más, hubiera salido otra cosa.
—Dios, ¿Qué estoy haciendo? Si mi madre me viera me encerraría de por vida por infiel, solamente a mí me pasan estas cosas, justo estoy con un extraño a solas y para colmo, se encuentra borracho en mi dormitorio. —ella habla en voz alta, quejándose por la situación en que nos encontramos. No sé si seguir jugando con ella.
—Tengo sueño. Quiero dormir.
—No, eso sí que no, ni se te ocurra quedarte en mi cama.
—Ayúdame a acomodarme en el suelo, entonces, el sueño me domina.
—Es que no te puedes quedar en mi habitación, arruinarías mi reputación. ¿Qué tal si alguien entra sin pedir permiso y te ve?
—¿Acaso eres aún virgen, que te interese tu reputación? Además, tu esposo ni se encuentra en casa. —me detuve cuando vi el cambio en su rostro, la tristeza la superó.
—Desde luego que lo soy, me he guardado para mi esposo, no puedo ni siquiera soñar con otro hombre que no sea mi esposo, y vienes tú, no se dé dónde y me haces esto. Estoy condenada.
—¿Eres feliz con tu esposo?
—¡¡Feliz!! ¿Cómo podría ser feliz? Estoy destinada a ser desdichada. —me senté en la alfombra.
—Eres muy genuina, es difícil ver esa cualidad en otras mujeres casadas en estos días. —me quiero levantar y agarro su mano.
Hice que cayera junto a mí en el suelo, hay alfombra, no nos lastimamos, ella está encima de mí, no reacciona, será que se desmayó. En eso la escucho sollozar y decir que ha pecado y que está condenada de por vida, trato de mantenerme quieto, para que suponga que estoy dormido y no se sienta más avergonzada.