Tu Sugar

El universo

Yo crecí en un orfanato religioso en el cual nos obligaban a creer que hay un dios, por ejemplo con Brenda funcionó, no hay nada por lo que esa mujer no ore y eso la hace sentir mejor. Yo creo en la manifestación, en la visualización y en el trabajo duro. Durante mis meses en el Peace, aprendí muchísimo más sobre ello, entendí que no solo necesitas estar en el momento adecuado, sino que necesitas agradecer, vivir, disfrutar y aprender mucho más de lo que me rodea.

Es evidente que no me tomo la vida tan en serio como debería, pero esos pequeños momentos en los que sirvo a los demás, mi vida me resulta simple y perfecta al mismo tiempo.

Unos días más tarde, Felipe parece mucho más decidido, se ha metido en una dieta muy restrictiva, pero le dan unos sobres y frascos para acelerar su metabolismo. Ha contratado un entrenador personal, el cual le obliga a hacer ejercicio (aparte de mi insistencia).

Felipe: ¿Qué haces más tarde?

Mina: Tengo una reunión con un amigo.

Felipe: ¿Un cliente?

Mina: Ambas cosas, un amigo/cliente.

Felipe: Vale.

Mina: ¿Quieres hacer algo hoy?

Felipe: Tengo un compromiso con unos amigos y como has estado mientras jugamos, quieren conocerte.

Mina: Claro, ¿a qué hora nos vemos?

Felipe: 6:30 pm.

Decido vestirme formal y además llevar una muda informal para salir con Felipe. Subo al auto y, después de unos minutos, Mikey me deja enfrente de la oficina de Raúl, quien está esperándome fuera del edificio. Me dirige con él por el centro mientras me cuenta lo mucho que él y sus hijas disfrutaron de la escapada. A mí me encanta la idea y me propongo visitar tan pronto como sea posible.

Ingresamos al banco y nos dirigen a una sala perfecta y preciosa para esperar. Nos entregan un menú de bebidas y comidas. Raúl pide un par de cafés y un par de croissants. Sonrío y le doy las gracias.

Los dos vemos impresionados a una mujer alta, pelirroja y voluptuosa salir de la oficina del presidente del banco. Yo estoy más sorprendida que Raúl. Tras ella sale una versión juvenil y menos sensual que ella, estoy segura de que es su hija.

—Bye, se portan bien.

—Siempre, asegura su mujer.

—¿Estás seguro de que no quieres venir? —insiste la más joven.

—Sí, tengo una cita con Raúl y tú solo quieres gastar mi dinero.

Raúl se acerca al grupo y saluda a ambas mujeres. La señora Caine agita su mano hacia mí y en cuanto salen por la puerta, ambos hombres dirigen su mirada hacia mí. Me pongo en pie y Raúl me presenta a Sebastian Caine, el dueño de los bancos. Él me invita a ingresar a su oficina y poco después la secretaria viene con las cosas de comer para los tres.

—Están enormes —dice Raúl mientras señala una foto de los hijos de Sebastian.

—Están cabezones. Quédate con las niñas, siempre son más fáciles con los papás.

—Excepto cuando quieren ir de shopping.

—Por eso la he enviado con su madre, Olivia es lo más tacaña, yo es que no sé cómo decirle que no, me mira y me pierde.

—Raúl ríe porque es exactamente igual con sus hijas. Cuéntenme, ¿por qué visitan?

—Mina está ganando buen dinero con su nuevo trabajo y queremos opciones para abrir una cartera de inversiones. Algo que le asegure el futuro económicamente.

—Raúl es un amigo y lo que digas será 100% confidencial, pero tengo que saber de dónde viene el dinero y de cuánto estamos hablando.

Raúl y yo compartimos una mirada y él asiente antes de animarme a conversar con Sebastian. Detrás del hombre veo una foto de sus cinco hijos, él y su esposa con la vida perfecta tatuados en la frente. Es obvio que él nunca entendería por qué nunca ha tenido que poner toda su vida en riesgo para ganarse unos billetes.

—Yo voy a darle un empujón por ahora —interviene Raúl—. Quiero que en unos años Mina tenga lo básico, una casa, un auto y fondos.

—¿Ya sabes qué quieres hacer en el futuro?

—No, la verdad... no.

—Podemos hablar de una inversión básica y práctica, consíguele un dúplex para alquiler, puedes poner la prima para una casa y 100 mil dólares en una cuenta de emergencia o jubilación. Los autos se devalúan, pero podemos elegir uno que sea práctico. Ahora un deportivo te parecerá precioso, pero en diez años una SUV será mejor.

Raúl y Sebastian lideran la conversación. Los tres acordamos vernos en unas semanas para hacer las compras. Les doy las gracias a ambos y poco después nos despedimos. Cuando salimos del banco, Raúl se ajusta las gafas de sol y yo le miro a los ojos.

—Es demasiado.

—Gastaría la misma cifra en alguno de mis hobbies.

—Lo creo, pero no deja de ser muchísimo. No sé por qué me trajiste, ese señor...

—Sebastian es mi banquero de confianza, nos conocemos hace años. Su hijo estuvo en la política el año pasado y ha dejado muy en claro el pasado de su madre. Si alguien no está en posición de juzgar ni está interesado en ello, es Sebastian. Estoy cubriendo tus espaldas, Mina, alguien necesita hacerlo por ti.

—Muchas gracias.

Raúl le da un abrazo y un beso en la mejilla.

—¿Quieres ir a comer? —pregunto—. Yo invito, ahora soy menos pobre que antes.

Raúl se ríe y me acompaña por la ciudad, no sin antes reservar un espacio para ambos el jueves. Me promete que será tanto tiempo como le sea posible y yo voy poniendo atención a una academia de maquillaje y embellecimiento personal. Voy a comer con mi amigo y él parece tan feliz comiendo una simple pizza que no digo nada. Me pregunta por mis clientes en busca de información de mi vida personal, yo trato de evadir las preguntas porque nos puede llevar a temas confidenciales. A todos les gusta sentirse especiales.

Cuando finalmente nos despedimos para que Raúl regrese a su empresa y yo pueda ir de vuelta a casa, vuelvo a ver la academia de belleza y me animo a preguntar. El precio no me resulta escandaloso y lo que ofrecen suena bastante bien. Tomo uno de los formularios, pago el curso completo y esa misma tarde me dejan iniciar con una de las clases. Puede que no sepa qué voy a hacer, pero estoy segura de que lo haré guapísima.

Chicas, les recuerdo que estoy en r e d e s como Mainvillage. Historia, para que vean vídeos promocionales de esta novela y sobre todo puedan participar en las encuestas de domingos para elegir la novela de la cual quieren maratón.

Gracias , gracias gracias por leer.