— ¡Maldición! Que susto me diste — dice una voz que ya logro reconocer. El señor Cha. Abro mis ojos temerosa. Quizás imagine su voz. Quizás ahora estoy muerta. Pero si en realidad estoy muerta ¿Por qué lo he oído justamente a él? — ¿Te encuentras bien? —me pregunta el señor Cha preocupado —¿Por qué estás aquí escondida? Quizás fue un sueño todo lo que vi. Miro a mi alrededor. Observando que me encuentro en el callejón donde corrí para ocultarme de aquella silueta intimidante. ¿Entonces alucine? — ¿Te encuentras bien? ¿Necesitas que te lleve al hospital? Miro nuevamente al señor Cha, observando que si lleva un arma de fuego en una de sus manos. — ¿P-por qué estas armado? — logro articular. Mientras señalo el arma que posee. — Ah, esto — dice mirando su arma para después guardarl

