—No me interesa lo que digas, si son las únicas pruebas que tienes, no significa nada, solo son anotaciones. Además, es tu palabra contra la mía ¿A quién crees que le van a creer? ¿Al nuevo o a mí?
—¿Quieres que lo averigüemos? —Samuel le dedicó una sonrisa desafiante, se separó de ella y se puso en pie, Samanta entró en pánico cuando comenzó a hablar—. ¡Oigan chicos!, ¡adivinen lo que he descubierto!
Todos en la mesa curiosos se voltearon a verlo, pero antes de que Samuel comenzara a hablar fue interrumpido por Oscar y el resto de chicos que ya venían a ocupar sus lugares, Samanta sintió alivio por la momentánea interrupción, pero sabía que no podía seguir conversando ahí, sin embargo, pedir hablar con él en privado solo aumentaría la sospecha de que en realidad esas capturas si sign
