**MAGNUS** Ella sonrió, ligera, despreocupada. Sus ojos brillaron con esa chispa ingenua, esa que Malcolm no le daba. Y me miró. En ese instante, supe que ya había entrado en su mundo, que esa fisura era solo el comienzo. Esto apenas comienza, Malcolm. Ella sonrió. Una risa dulce, elegante, algo ingenua, que parecía flotar en el aire como un susurro delicado. Una risa que, en su sencillez, era completamente predecible, pero que tenía el poder de desarmar cualquier barrera, de hacer que el tiempo pareciera detenerse por un instante. Perfectamente útil. Aceptablemente calculada. Ahí estaba. Alexia. La prometida de Malcolm. La figura que parecía frágil, pero que en realidad ocultaba una fortaleza sutil, una presencia que gobernaba la sala sin esfuerzo, con una gracia que envidiaría cu

