**MALCOLM** Colgué sin esperar respuesta, sintiendo cómo la adrenalina comenzaba a recorrerme las venas. La guerra nunca termina; solo se ajusta, se renueva, y ahora, más que nunca, debo estar preparado para lo que pueda salir a la superficie. Me recosté en la silla, reflexionando. La batalla por el control, por la verdad, por el legado… todo está en juego. Si Isolde está despertando a su propia fuerza, yo necesito saber con qué armas sueña. Pero en esta guerra, la información es mi arma más poderosa. Y no dejaré que el pasado la tomé por sorpresa. Estaba sentado en mi oficina, frente a una pila de informes que ya no tenían peso, como si el tiempo los hubiera desgastado hasta reducirlos a simples papeles sin valor. La luz entraba por la ventana sin permiso, filtrándose entre las cort

