CAPITULO 9 “Y Nat me regaño.”

1870 Words
  (SEPTIEMBRE 19, 2017, NUEVA ASGARD, NORUEGA.) (Ahmanet)               Hoy se conmemoran treinta y dos años del gran temblor en la ciudad de México y como se los recordó la madre tierra? Pues con otro temblor, este fue muy fuerte, tanto que se abrió una gran g****a cerca de una de sus pequeñas ciudades. Los mexicanos amanecieron otra vez alarmados, hay muchos daños.               Aquí estábamos por sentarnos a la mesa a comer, cuando lo sentí, serian casi las siete de la mañana en México, no dije nada solo toque a Anubis que alarmado, se había puesto a mi lado y salte.               Trate de ayudar como pude, pero en mi estado, los servicios de rescate me alejaban, hasta que vieron lo que podría hacer.               Uno de los edificios caídos fue una escuela y había muchos niños dentro; era difícil llegar  ellos, por lo que hice que Anubis los localizara y volviéndome etérea, atravesé como un fantasma las estructuras, sacando primero que nada a los niños vivos, pero heridos, así como a los que estaban ilesos, después a los fallecidos, es una tristeza que vidas tan jóvenes, se perdieran por decisión de Gaia, pero ella sabe lo que hace, así trata de mantener el equilibrio.               Ordene a Anubis que conduzca las almas de los niños por el sendero y que los instruya sobre lo que deben hacer.               Me traslade a otro lugar en donde podía ayudar, he hice los mismo, ayude por tres días a rescatar a personas atrapadas, y cuando regresamos al palacio en Nueva Asgard, Steve estaba molesto, triste y en un estado de alarma, que hizo que nadie se le acercara.               Cuando me vio, lo vi preocupado y él corrió hacia mí, me abrazo fuerte y me besa. Cuando se separó de mí, vi su enojo, en sus ojos, antes de que dijera -Porque te fuiste así, pudimos ir a ayudar nosotros también, y a cuidarte, no sabía dónde fuiste, solo desapareciste y luego te veo en televisión, atravesando un edificio caído por un temblor, sacando niños. Sabes lo preocupado que estaba por ti y por nuestra hija? -Lo sé amor, pero el temblor me tomo de sorpresa y solo salte, perdóname. -Estas Bien? -Sí, solo algo cansada, amor hubo muchos heridos y muertos, me dio tristeza en verdad.- dije y unas lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas. -No llores amor, podemos luchar contra casi todo, pero no contra la naturaleza, no habríamos podido hacer nada por evitarlo, o prevenirlo, lo sabes bien.- me dice limpiando mis lágrimas con sus manos, para después darme un beso en la frente. -Lo sé, pero eso no significa que tenga que gustarme o deje de sentir, había niños Steve, pequeñitos a los que sus madres dejaron en su escuela confiadamente y murieron.-le digo llorando mientras me abrazó a su cintura -Lo sé amor, pero esos angelitos volverán a nacer en otros y serán más felices, según tú me has explicado. -Sí, lo sé, le ordene a Anubis que se asegurara de que llegaran al sendero de las nueve puertas sin interferencias. -Vez, no pasa nada que el destino no decretara que pasara. Ven debes comer algo y después a descansar.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           -Si Steve -Vamos, primero a comer algo, luego un baño de tina relajante y perfumado como te gusta y después a la cama, yo te cuidare.- dijo guiándome al interior del palacio si dejar de abrazarme.               Cuando entramos lo primero que vi fue a Inga a lado de su hermana menor Frida. -Alteza, está Usted bien? Nos tenía preocupados! -Estoy bien, pero me gustaría comer algo. -Enseguida le sirvo un poco de cordero asado y papas asadas que tanto le gusta.- dijo Inga y se fue rumbo a la cocina -También me gustaría tomar un baño caliente y perfumado. -Yo me encargo Alteza, y preparare su ropa para que se vista y alistare la cama para que descanse.- dijo Frida y salió corriendo rumbo a mi habitación. -Veo que tienes a dos fieles admiradoras, pero me gustaría preguntarte una cosa.- dijo Steve sonriendo -Qué cosa amor? -Porque he visto a Inga entrenando con los Bersekers, y creo que también he visto a la princesa Cristal, y dudo mucho equivocarme si digo que también vi a Frida esta mañana entrenando. -A Frida? -Si a Frida, me quieres decir porque?- pregunto sin soltar su abrazo de mi cintura, se veía muy serio y su tono demandaba respuesta. -No sé, porque no les preguntas tú. -Porque ya lo hice y su respuesta no me convenció, así que te lo pregunto a ti, que pasa? – pregunta Steve muy serio. -Bueno es que…- no sabía que responder por lo que me abrace a su cintura -Ahmanet que me ocultas? -Steve, no es nada grave, solo que bueno tú lo dijiste! -Que yo lo dije? Ahora me dices que es por mí? -Amor, acaso no recuerdas que antes de la ceremonia les dijiste que cada día tanto mi persona como Thýa somos más frágiles? Eso les dio ideas y recuerda que Inga y Cristal son mis guardias. -Entonces es por eso?- dijo levantando una ceja, como si no me creyera. Se ve tan guapo. -Qué más puede ser amor, últimamente quieres tenerme entre algodones y para colmo Inga resulto herida aquel día, así que Frida se les ha unido por cuenta propia. -Bien amor, solo espero no descubrir que me ocultas algo, sabes que no me gustan las mentiras. -Amor, hay cosas que no te he dicho porque no deseo provocar una paradoja temporal, pero que te diré a su tiempo. -Confió en ti amor, lo sabes, te quiero y solo me preocupo por ustedes -No te preocupes amor, todo esta tan controlado como se pueda estar, sin causar problemas. -Bien, ahora vamos a que ustedes dos…- lo interrumpe Anubis ladrando -Perdón, digo tres, ustedes tres coman algo.- dijo poniendo sus manos en mi vientre.               Fuimos al comedor en donde Inga me sirvió el cordero asado que me prometiera, pero en lugar de papas asadas estas fueron a la mantequilla y limón, y     Anubis comío su plato y recibió como premio por cuidarme un rollo de fresas. Inga lo tiene muy consentido.               Tan pronto termine de comer, Steve me apresuro para que fuera a darme un baño, por lo que al entrar en mi habitación vi a Frida, preparando mi pijama. -Alteza, el baño está preparado y su ropa lista. Desea que le ayuda? -Gracias Frida, eres muy amable… - estaba diciéndole cuando Steve interviene -Yo la ayudare Frida, gracias, pero te agradecería que nos trajeras un tazón grande de Fresas con Crema, para los dos, Se me antojaron.- dijo Steve encogiéndose de hombros -Vaya y creí que los antojos ya habían pasado.- dijo la voz de Nat desde la puerta. -Hola Nat cómo vas?- le pregunto -Yo estoy bien, pero estoy molesta contigo, te vas sin avisar y te pones en peligro, que demonios te pasa Ahmanet, que no entiendes que Ross aun quiere capturarte y que Anderson a jurado matarte.- dice acercándose a mí, yo me escondo tras Steve, pues Nat se ve en verdad molesta.               Cuando la escucho gritar -Ahmanet, no te escondas niña, Steve no te salvara de un buen regaño. -Pero Nat…- No me dejo seguir, y Steve solo se cruzó de brazos -Nada de peros, sé que eres poderosa, pero carajo te arriesgas de más, debería darte un par de buenos azotes, a ver si aprendes.- dijo Nat, yo no podía decirle nada pues todo lo que decía era verdad. -Ahmanet, bájame, no te atrevas a usar tu magia conmigo!!!- dijo Nat -Pero yo no he hecho nada.- dije sujetándome a la espalda de Steve sin dejarme ver. -Muy graciosa, pues entonces quien, aquí solo tú puedes hacerme flotar y no me pongas de cabeza, ya bájame!!!- grita Nat -Pero en verdad, no soy yo.- le digo asomándome y la veo flotar a más de dos metros de altura y casi de cabeza, veo a Steve y él solo sonríe y levanta las manos -A mí no me miren, yo no puedo hacer eso, y tú Nat le gritaste a una mujer llena de hormonas.- escucho decir a Steve casi riendo -Ahmanet, será mejor que me bajes, sé que te grite, pero niña, es que te arriesgas demasiado y para colmo arriesgas a mi sobrina, como quieres que me ponga.- dice Nat justificando su regaño. -Alteza, su vientre!!!- dice Frida que había presenciado todo en silencio desde el otro lado de la habitación.               Todos vemos hacia mi vientre y nos dimos cuenta de que estaba brillando, llevo mis manos al vientre y le pregunto. -Thýa, tú estás haciendo esto? -Dile que me baje!!!- dijo Nat, veo a Steve acercarse y arrodillándose puso sus manos en mi vientre y dice -Thýa, soy papá, por favor baja a la tía Nat y ella dejara de gritarle a mami, Tía Nat solo estaba preocupada al igual que yo. -Si cariño, bájame, prometo dejar de regañar a tú mami, si ella deja de arriesgarse y de ser tan necia de hacer todo sola.- dice Nat, veo como poco a poco ella comienza a bajar, tanto que tuvo que poner las manos para no jopearse la cara. -Thýa soy mami, linda gracias por tú ayuda, eres muy buena niña, y gracias por bajar a Tía Nat, ya tendrás tiempo de jugar con ella cuando estés aquí.- le digo a mi bebe, y es en ese momento en que veo un escudo a mi alrededor. -Ahmanet porque el escudo, aquí no hay amenazas?- pregunto Steve -Pero no lo puse yo, creó que es Thýa, aún no está muy confiada de que Nat no me siga regañando y les está anunciando de que no estoy sola, ella me protege.- les digo -Thýa tiene el poder suficiente para protegerte?- Pregunta Nat. -Pues eso creó, sino no habría puesto el campo de fuerza, cuanto aguante no lo sé, pero dado a que cada día mi poder crecer, creo que el de ella también. -Vaya, y entonces como cuidare de mis mujeres si son tan poderosas, no me necesitan.- dijo Steve con un lindo puchero que lo hizo verse muy joven y tierno.               Pero para nuestra sorpresa, Steve comenzó a levitar y a acercarse a mí, alrededor de todo su cuerpo, había un campo de fuerza, y cuando llego hasta mí, me abrazo y los campos de fuerza de ambos se fusionaron, rodeándonos a los dos. -Vaya, eso es muy explícito.- dijo Nat -Pues yo no lo entendí.- dijo Steve -Steve, amor, tu hija te está diciendo que te necesita a su lado, con su mamá, ellas son poderosas, pero aun así te necesitan.- le dice Nat -Pues siempre estaré a su lado, nada lo impedirá.- dice abrazándome -Lo sé amor,  lo sé muy bien. -Bueno a bañar y a la cama, debes descansar.- dijo Steve y eso fue lo que hice.               Tras el baño, y vestirme, me metí en la cama, para ese entonces Frida nos había traído un tazón de Fresas con crema, el antojo de Steve, mismo que nos comimos entre los dos.               Steve ya viene y me abraza y no me dejo sola y me hizo descansar hasta que me dormí.        
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