Narrador Omnipresente
Charlotte ya había vencido un gran paso, aunque bien, pudo haber evitado tanto malestar y dolor al no ir a la clínica, debido a haberlo sentido es que estaba segura que mantener su embarazo era lo mejor, no para su esposo o ella, sino, para su propio bebé. ese que no tenía la culpa de lo que los adultos estaban haciendo y merecía vivir.
Ya de regreso a su casa, Charlotte se acuesta en su fama y llora por lo estúpida que había sido al querer hacerle eso a su propio bebé. Así mismo, se culpó por haber sido tan tonta y le pidió a Dios que le ayudara a no ser como Zac. Ya que, ella sentía que no podía dañar su buen corazón por alguien que no merece siquiera su odio. Mientras ella luchaba con sus pensamientos, su teléfono suena y en él ve el número de Adara registrado.
