Dos años después El dolor y la preocupación me invaden al no saber que hacer con mi bebé. Han pasado dos años de su diagnóstico y aún no logra avanzar como se esperaba. Mi pequeño, vomita y sangra a cada rato y las consecuencias de quimioterapia muestran que en vez de aliviarlo, lo está matando. Mi niño ha cambiado, ya no sonreí aunque juguemos con él, el brillo en sus ojos se ha apagado poco a poco y solo se la pasa llorando. Siempre se queja que le duele y ya no desea estar más hospitalizado. En estos dos años, hemos tenido que hospitalizarlo más de cinco veces y su deterioro a avanzado en pasos agigantados. Ir a la escuela es solo una ilusión y siquiera jugar es algo que él no desea hacer. Mi pequeño ha cambiado, la enfermedad lo ha cambiado y ello me entristece. En dos años nada le

