Harley Nos dirigimos al primer piso y entramos en la oficina de los gemelos. No lo había notado la última vez que estuve allí. Hasta que Axel se acercó, sacando un libro del estante que abrió de la biblioteca, revelando una pequeña sala de conferencias. Se dispersaron, agarrando libros, una computadora portátil y una pizarra de marcadores de la esquina. Me senté en la cabecera de la mesa y observé su trabajo. ―Creo que todos saben algo que yo no sé, y no vine aquí con la intención de ser un adorno de estantería, amigos―, dije, colocando casualmente mis manos sobre el escritorio. Detuvieron su proceso de preparación y se comunicaron entre ellos, dejándome fuera también. ―Cuando llegaste a la ciudad y te involucraste con esos seis renegados, enviamos hombres al bosque en busca de los que

