Harley
El sudor caía por mi frente. Mis manos y rodillas estaban embarradas después de caer al suelo en el último intento de controlar mi poder para levantar solo a uno de mis compañeros de apoyo.
Cada vez que lo intento, termino lanzándolos a los tres de manera descontrolada.
―Levántate. Estás pensando demasiado en esto. No es diferente a cuando estabas en el bosque... déjame ayudarte―. Alistair tomó mis manos y me ayudó a ponerme de pie.
Me atrajo hacia él. Mi espalda estaba contra su pecho y su piel fría enfriaba la ira ardiente que surgía en mí. Mis mejillas se pusieron rojas por nuestro contacto. Todo con él es tan nuevo, tan desconocido, que cuando me abraza y hace cosas como traerme café y flores, me hace sentir como una niña. No pude evitar moverme en su abrazo. Lo único que me
