Axel El cuerpo entero de Harley tembló mientras dormía. La acerqué más a mí. Me relajé con los hormigueos electrificados que surgían entre nosotros. ―Algo está aquí―. Los pelos de mi lobo se erizaron. ―Relájate, nadie puede entrar aquí―, le murmuré. ―No dije ALGUIEN, dije ALGO, ¡levántate AHORA!― su rugido estalló en mi mente, haciéndome saltar más alerta. Mi alboroto interrumpió a Atlas, quien se levantó con ojos negros. Las sombras se fundieron en las paredes a nuestro alrededor y en el techo. Harley se sentó en la cama resoplando, su piel brillando con sudor. ―El vampiro, me visitó de nuevo―, dijo ella, tratando de recobrar el aliento. ―Él estuvo aquí―, gruñí, levantando a Harley y arrastrándola hacia el armario. Me puse algo de ropa y la levanté de nuevo. ―Te llevaré a tu hab

