Harley ―Saqué la flecha de mi pie, gruñendo mientras el dolor empeoraba. ―¿Sabes qué es la telequinesis?― mi loba se estiró, luciendo más relajada de lo que me sentía. A medida que las criaturas se acercaban cada vez más, ¡entré en pánico! ―Juro que si me dices que tienen telequinesis, vomitaré―, gimoteé, calculando quién estaba lo suficientemente cerca de mí como para atacar primero. ―No, chica. ¡Tú sí puedes!― Su lengua colgaba mientras su cola movía felizmente. ―Escucha, solo puedo decirte una vez cómo hacer esto ahora mismo. Si lo arruinas, prepárate para luchar porque se enfadarán si no funciona. Necesito que imagines nuestra magia fluyendo a través de ti. Piensa en ello como enredaderas de lavanda de estática caótica consumiendo tu cuerpo―, dijo con energía de golden retriever.

