The real bad boy

Capítulo 2

Me levanté por el despertador que posiblemente algún empleado tengamos puesto la noche anterior por órdenes de mi padre. Abrí las puertas que había en la habitación en busca del baño. En la primera que abrí había un vestidor con ropa ya puesta, también teníamos órdenes de papá. Cuando encontré el baño me di una ducha rápida. Cuando acabé me dirigí al vestidor y me vestí con unos leggins negros, unas botas militares negras, un jersey blanco de media manga que ponía "f**k them" y una chaqueta tejana. Cogí la mochila y el móvil y bajé a la cocina donde encontré a una mujer joven que no tenía que llegar a los 30.

-Buenos días señora, soy María la nueva empleada del hogar y estaré aquí para hacer los quehaceres de la casa-Se presentaron con educación.

-Buenos días, por favor dime Lía tan solo tengo 17 años-Dije riendo haciéndole sonreír.-Y trátame de tú por favor.

-Esta bien señorita Lía, ¿quieres que te sirva el desayuno?

-¿Quien me llevará al colegió? -Pregunté

-Su padre dijo que tenía coche propio-Dijo ella y yo asentí. Hacía tiempo que no conducía.

Cuando terminé de desayunar me dirigí al garaje que no me costó encontrar gracias a María y cogí mi querido coche el que hizo mucho tiempo no conducía. Como supuse a dirección del instituto estaba guardado en el GPS así que no me costó nada encontrarlo. Cuando llegué lo que menos quería pasó. Todo el mundo me miraba. No sabía si por mi coche o por mi pero igualmente me daba igual. Cuando entré aun sentí más miradas, pero simplemente las ignoré y busqué secretaría. Por suerte no me fue difícil encontrarla.

-Perdone, soy Lía Mackenzie- Le dije a la mujer de unos 50 años que había detrás de la ventana.

-Oh, debes de ser la nueva, espera un momento-Se fue y poco después tocó el timbre, perfecto el primer día y ya llegaba tarde a clases, más miradas encima mío.

-Mira tu primera clase es en el segundo piso la clase 2ª, aquí tienes tus horarios.

-Perfecto, muchas gracias -le agradecí y me regaló una sonrisa.

Subí al segundo piso y busqué la clase hasta que la encontré. No había nadie en los pasillos por lo que estuve como unos 5 minutos merodeando por los pasillos. Cuando por fin la encontré, respiré profundo, toqué la puerta y entré. Toda la clase me observaba en silencio.

-Llegas tarde-Me dijo la profesora muy amargada que por cierto aparentemente una pu * ta. Llevaba un escote que sé las distancias a kilómetros de los pechos, una mini falda y unos tacones. Así va el país

-Soy nueva- Le regalé un sonrisa muy falsa.

-Por hoy te lo paso, siéntate -Me dijo. Enseguida mi mirada se dirigió a la clase en busca de sitios libres. Había uno al fondo al lado de una chica pelirroja así que ignorando los susurro me dirigí hacia allá..

-Hola, soy Ariana, pero me puedes llamar Ari-Se presentó la chica. Esta era preciosa. Tenía los ojos verdes claros y la piel muy clara Me pareció muy amable así que le respondí con una sonrisa.

-Yo soy Rosalía pero debes llamarme Lía-le dije y reímos.

-Si quieres después te puedo hacer un tour por el instituto.-Ofreció

-Muchas gracias Ari.-Agradecí

Después de es pequeña conversación ya no hablamos más. Por suerte las clases siguientes se me pasaron volando. Cuando sonó el timbre esperé a que recogiera sus cosas y salimos juntas. El instituto resultó ser muy grande, estaba segura que me iba a perder mucho. Cuando finalmente llegamos al comedor, cogimos el almuerzo y nos sentamos en una mesa un poco apartada.

-Oye, no tienes porque dejar a tus amigos por venir conmigo, puedes ir con ellos.-Le dije sincera. Estaba agradecida que no me dejara sola, pero tampoco la iba a obligar a estar conmigo.

-En realidad no tengo. En este instituto son demasiado interesados. No te puedes fiar de nadie, te lo digo por experiencia-Dijo triste. Por lo que me contó todos la utilizaban porque su padre era uno de los empresarios más exitosos del mundo. Era hija de Lionel Mcgarret un socio de papá como no. Estábamos hablando tranquilamente cuando de repente se abrió la puerta del comedor y todo el mundo se quedó en silenció. Por ella entraban tres chicos y una chica. Cuando unos de ellos miró por encima con una mirada de advertencia y todos volvieron a lo suyo como si no hubiese pasado nada. Ellos tranquilamente se sentaron en una mesa alejada del resto.

-¿Quien son ellos Ari?-Pregunté en susurros.

-Son la banda mas peligrosa de todo Londres. Corren muchos rumores de ellos desde que matan y roban hasta que huyen de la policía. Pero en realidad nadie sabe realmente que hacen. Son solo suposiciones.-Explicó ella en susurros también.

-Rumores-Rodé los ojos.

-Yo tampoco lo creo, pero de todas formas aléjate de ellos, sobretodo de ese que tiene una mirada de háblame y te mato. - Dijo aun susurrando voz baja, el era el que había llamado la atención a los demás y sin duda el mas atractivo.- Mira la chica es Alisson Dallas.-la chica era rubia con ojos verdes, tenia una mirada fría pero una gran sonrisa y parecía muy feliz hablando con ellos.- El de su lado es su novio Connor Reynolds- Éste tenía el pelo n***o con el típico tupé que estaba de moda. Desde donde estaba no veía bien sus ojos pero podría jurar que eran negros y a decir verdad era atractivo, alto y musculoso-El que éste es Matthew Caniff- Él era castaño claro, con los ojos miel y bastante atractivo. Él también era alto y aun que menos musculoso-y por último Bradley O'donnell.-Este último también era pelinegro y con tupé por supuesto aun que de con un toque diferente. Su ojos eran claramente azules tirando a gris. Era alto como los demás y sin duda el más musculoso. - La mayoría de estas chicas aquí presentes se han intentado meter entre sus piernas, pero todas se han quedado con las ganas..

-¿Por qué todo el mundo les tiene miedo? -pregunté aun sin despegar la mirada de ese tal Bradley.

-Ellos mismos se lo han marcado. Desde el prime día dejaron claro de lo que eran capaces. Y no creo que nadie quiera ser machacado por estos machotes-Dijo obvia.

Antes de que pudiera responder a eso sonó el timbre que nos indicaba el fin del descanso. Despegando la mirada de esa mesa me levanté y junto a Ari, nos dirigimos hacia la próxima clase. Cuando entramos en clase obviamente me senté al lado de Ari. Poco después llegó el profesor y nos mandó a callar.

-Bueno como os dije en la anterior clase, no me gusta para nada como estáis estructurados. Os dí la oportunidad, pero me han llegado muchas quejas de los profesores por lo que he decidido cambiaros de sitio. Y no quiero quejas-Nos calló el que supuse que sería nuestro tutor.-Todos en pié-Ordenó firme. Miró de reojo por toda la clase cuando de repente sus ojos se posaron en mí.-Eres nueva-Afirmó. Yo asentí.- Ven aquí adelante y preséntate- Me dijo con una sonrisa. Con mucha vergüenza, me dirigí a delante y cuando estaba por empezar mi estúpida presentación alguien entrando me interrumpió.-Pasad chicos-Les dijo el profesor con un suspiro como si supiera que no tenía caso discutir con ellos. Eran nada más que Bradley y sus amigos-Quedaros de pié.-Dijo dirigiéndose a ellos- Comience con su presentación -dijo ahora mirándome. Toda la clase tenía la mirada fija en mí, incluyendo la de Bradley quien no tenía ninguna expresión en el rostro.

-Bien pues soy Lía Mackenzie, tengo 17 años, apenas llegué ayer de Irlanda que es donde nací y... ya esta dije- Dije dando por finalizada mi presentación. Pareció que les causó gracia porque se pusieron a reír, incluyendo el profesor.

-Está bien espérese aquí y le asignaré el puesto que sobre ya que no contaba con una nueva alumna- Asentí encogiéndome de hombros, rezando por que me tocara con Ari o con alguien que me fuera a cae bien. Empezó a distribuir a la clase y por mala suerte a Ari le tocó al lado de Matthew Caniff. Noté que se puse nerviosa. Él en cambio no pareció importarle de todas formas, tenía a su amigo Bradley detrás solo, lo que significaba...

-Por favor Lía siéntese al lado de O'Donell-Me dijo. Sintiendo de nuevo todas las miradas encima lo cual ya empezaba a cansarme. Sin echarle siquiera una mirada dejé la mochila a un lado y me senté.

-Bien pues para que os conozcáis más eh decidido que hagáis un trabajo con vuestras parejas- Mi día de suerte.

-Podéis empezar ahora -Dijo después de explicarnos en que consistirían los trabajos. Suspirando me giré a la izquierda para mirar a mi compañero de pupitre el cual me miraba con una mirada de total indiferencia.

-Y... ¿cómo quieres que nos organicemos?, ¿quedamos para hacerlo, o cada uno por su parte y después lo juntamos...?-Pregunté bajando la mirada incapaz de mantenerle. Era muy intimidante

-Iré a tu casa esta tarde, dame tu dirección-me ordenó.

-Oye, yo no te he hablado mal en ningún momento, no tienes por que ser tan maleducado-Le dije de mala gana. El solo enarcó una ceja-¿Que?

-Dame tu dirección-Me volvió a ordenar ignorando todas mis palabras.

-¿Pero que problema tienes?-Dije ya empezando a cabrearme.

-Mira princesa no tengo tiempo para tonterías o me la das o suspendemos.-Me amenazó. Rodando los ojos apunté mi dirección y se la día. Poco después sonó el timbre. Cabreada, salí de la clase sin molestarme en despedirme y esperé a Ari. Cuando salió me ofrecí en llevarla a casa así que nos dirigimos a mi coche.

-Soy la chica con mas suerte en este mundo Me ha tocado con Matthew.-Dijo emocionada confundiéndome.

-¿Pero no dijiste que no eran buenos?-Le pregunté mirándola cuando paramos en un semáforo.

-Si pero eso no quita lo buen que está. Además es algo así como mi Crush y esta es la oportunidad perfecta para que deje de ser eso para ser un amor real- Me dijo ella demasiado emocionada para mi gusto.

En pocos minutos llegamos a su casa, que estaba en el mismo vecindario que el mío. Cuando llegué a casa, aparqué el coche en la cochera y me dirigí directamente a la cocina donde me encontré con María.

-¿Hola maría que hay para comer?-Pregunté hambrienta

-Macarrones con queso-Dijo poniéndome el plato enfrente mio.

-¡Qué buena pinta!.-Exclamé deborándolos como si no hubiese comido en años