Aiden Hago para atrás el asiento y la hago salir del escritorio. —Eres un diablillo—Le digo mientras me acomodo el pantalón, no voy a negar que fue excitante, e increíblemente delicioso. Me levanto y la siento en el escritorio, para ponerme entre sus piernas y besarla suavemente. Me sonríe de la forma en la que suele derretirme. Nos quedamos un rato aquí. Básicamente besándonos, en su momento ella restregándose sobre mi, que es lo mas que podemos hacer, porque aun no podemos hacer nada. —Te tengo malas noticias—Me dice poco antes de que termine la hora —Dime—Le digo acomodando mis cosas para salir a casa —El sábado no podremos salir—Dice con algo de nervios —Bien—Le digo tranquilo—Salimos el domingo, ¿Vale? —¿Seguro? —Pregunta con nervios, la volteo a ver confundido, no entiendo po

