capitulo 5.

1074 Words
Lyon como de costumbre se levantó temprano y fue al comedor, por primera vez en los tres años de asistir a la universidad se formó en la fila para tomar una bandeja y pedir su propia comida sin tener que buscar las sobras que dejaban otros. Todos se quedaron estupefactos al verlo. Qué hacía esa peste formándose antes que ellos, estudiantes millonarios.? Qué te hace pensar que puedes formarte en la fila como uno de nosotros.? Sandra Pollan era amiga de Bratt. Espera que todos terminemos o ven más temprano, así no tendremos que ver tu sucia cara de mendigo. Dónde conseguiste el dinero para pagar la comida, lo robaste.? Ohh, ya sé, debió ser la nueva estudiante que se apiadó de ti ayer y te ayudó, no es así.? Que lástima que una escoria como tú se involucre con personas importantes como nosotros, habían muchos estudiantes como Lyon que tenían becas y siempre eran marginados por los niños millonarios, los usaban como lacayos o para hacer sus tareas. Lyon ignoró a la chica que no medía su lengua para soltar tanto veneno, después de lo que sucedió con Bratt lo menos que quería era ser notado por otros. *** Tú, quítate de la fila basura impertinente y mantén tu boca cerrada si no vas a decir nada bueno. Macarena se acercaba en una silla de ruedas escoltada por Arnold. Lyon estaba asombrado, ayer la vió caminar con dificultad pero llevaba un bastón, por qué ahora usaba una silla de ruedas.? Y tú quién eres para decirme que me calle.? Soy Macarena Sanders una chica multimillonaria que podría hundir tu cabeza en el fango si me da la gana con tan sólo una llamada. La chica estaba con la cara roja de la rabia, pero se abstuvo a decir algo más y dejó pasar a Macarena al lado de Lyon. Qué.? Me vas a ver la cara todo el día.? Avanza en la fila, no hagas que todos te sigan humillando o prefieres eso.? No..yo..! Lyon tenía ante sus ojos tanta variedad deliciosa de comida que no sabía que elegir. Macarena notó que dudaba y volvió a ver a Arnold para que le diera alguna recomendación. Puedes elegir la ensalada verde con aderezo y el pollo a la parrilla con algunas verduras, arroz y cualquier postre que te apetezca. Bien, gracias. Luego de elegir escogió la mesa más alejada de todas. Al tomar la comida, Arnold y Macarena no lo vieron alrededor. Qué le sucede a éste chico.? Lo ayudo y sale corriendo después de obtener su comida.? Ahhh, que idiota es.! Arnold recorrió todo el comedor con la vista hasta que logró visualizar a ese muchacho que parecía querer alejarse de todos, entendió su punto de vista así que no se molestó. Señorita, Lyon se encuentra sentado en el rincón, quiere ir ahí.? No, déjalo, sino esperó por nosotros es obvio que no quiere ser visto como uno de los nuestros. Bien, quiere que le traiga un refresco.? Sí por favor, uno de frutas y agua. Arnold fue por los refresco. Macarena se disponía a comer cuando sintió una mano sobre su hombro. Subió la mirada y se encontró con Soyer. Qué haces aquí, te dije que no me sigas, no quiero que me vean contigo, van a creer que tú y yo tenemos algo. No estaría mal, soy tu tutor y albacea, recuerda que después de morir mi madre yo quedé a cargo de tu herencia hasta que cumplas los 23 años, aún te faltan dos años más. Bien, qué quieres.? Solo quería saber cómo te iba en la nueva universidad, está mal que me preocupe por ti Macarena.? Soyer, no me importa lo que hagas, ni siquiera me gustas, no me busques, que seas tutor en la universidad no te da un gran título, lo sabías.? Soyer apretó su mandíbula, esa chica era cruel. Pero no sé rendiría con ella, los padres de Macarena murieron cuando era una niña, casi no los recordaba, su nana la señora Brinn era de su confianza, así que su padre la nombró su albacea en caso de suceder algo ya que no tenían más familia. Pero de la nada la señora Brinn enfermó y antes de morir dejó a su hijo Soyer quien era 10 años mayor que Macarena cómo albacea cuando cumpliera 23 años de edad. Nadie podía tocar la fortuna de Macarena, ni siquiera Soyer, ella solo podía recibir una pensión cada mes depositada a su cuenta directamente del banco, tendría la protección de sus compañeros del ejército, por ello Macarena no tenía miedo de meterse en problemas, su padre dejó muy bien respaldada a su hija, en cambio su madre jamás podría confiar en nadie que estuviera en la política. Al cumplir la mayoría de edad Soyer se propuso conquistar a Macarena a toda costa, la obligaría a ser su esposa para adueñarse de su fortuna, pero la estúpida chica a pesar de estár enferma no le daba importancia a Soyer. Bien, yo solo quería saber cómo estabas. De acuerdo, ahora vete y déjame comer tranquila antes de que pierda mi apetito con tu presencia. Maldita perra, estás a punto de morir y sigues comportándote así.? Pensó Soyer para sí mismo. Dió media vuelta y salió del comedor. Levantó la mirada y vió a Lyon comiendo ahí solo con la cabeza baja, algo dentro de ella le dió nostalgia, se sentía tan sola como ese chico en el fondo. Tal vez por eso le dió lástima y lo ayudó ese día. Siempre trató de ser una chica fuerte desde que sus padres fallecieron. Antes confiaba en la señora Brinn pero con el tiempo se volvió codiciosa y quería obligarla a acercarse a su hijo Soyer, cosa que odiaba a pesar de ser una niña en esa época, no era tonta. En cambio cuando acompañó a Arnold al baño de la universidad y mientras se disponía a esperarlo fuera escucharon que alguien intimidaba a un chico por su condición social. Eso la enfureció tanto . Al ver esos ojos azules llenos de tristeza algo en ella despertó. Protegería a Lyon Qin desde ese día, no sabía el motivo, pero algo la impulsaba a hacerlo. Aunque no siempre su condición de salud le permitía asistir a la universidad por los constantes mareos, dolores musculares, temblores en sus extremidades e incluso caminar, si algún día moría, al menos haría una buena obra en su vida.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD