El lycan gruñó con furia, no iba a esconder su rabia ante la humana, y exigió saber de dónde la había sacado, ella dijo que sabía cómo hacerla, debía saber de donde sacaron los huesos. — La doncella del hada la creó… respondió tratando de no temblar demasiado. — … el mensajero trajo los huesos… el mayordomo sabe más sobre eso… yo… yo solo espie para aprender a hacerlas. Con manos temblorosas sacó otra daga era más pequeña y se veía menos resistente, Rygdens se la arrancó de las manos, era hueso de cabra, el lycan giro el rostro y habló hacia los arbustos, minutos después Achtón irrumpía en el cuarto del mayordomo y lo sacaba a rastras de la cama en dirección al bosque. Al llegar Sobenis escuchó lo ocurrido y la rabia y la vergüenza se agolparon en su rostro y garganta, la muchacha le

