65. OTRO HERMANO NO

2543 Words
Septiembre Alexandre Finalmente llegaron todas las cosas a nuestro hogar y oficialmente nos habíamos mudado luego de que Max hiciera unos anexos en la casa tras discutirlo en la primera visita. Algunos de estos fueron unas habitaciones extra para el personal, una sala de sistemas cerrado para que mi ángel se encargara de manejar su propio programa de seguridad, mismo que estaba conectado con el de la Orquídea, también se hizo el gimnasio, un bar, un jardín interno y una cocina en el jardín externo junto a una sala con chimenea para hacer asados y demás. Por deseo de mi ángel entre todos nosotros vamos a organizar, pintar y arreglar, dijo que Max ya había construido la casa y ahora seríamos nosotros los que debíamos poner de nuestra parte, de esa forma apreciaríamos más cada rincón de ella creando nuestros primeros recuerdos en familia. Al estar el garaje, las habitaciones de invitados y el cuarto piso ya arreglados, no sería necesario hacer cambio alguno, así que fuimos por las habitaciones de los pequeños para que ellos desde ya pudieran estar cómodos. Comenzamos con la de David quien tenía una idea un poco más clara de lo que quería. Luego pasamos al de las gemelas, que a diferencia de otras habitaciones tenían una puerta que conectaba ambos cuartos, así podían estar juntas cuando lo desearan. Sería un proceso para ellas el separarse y dormir en camas y habitaciones diferentes, es por eso que optamos por hacer esa modificación. Una vez listas pasamos a las oficinas y la recámara principal, por último, dejamos el primer piso el cual no había mucho por hacer, puesto que Max lo había dejado casi listo, solo era escoger muebles y si queríamos podíamos pintar las paredes, pero optamos por dejar todo en un estilo de colores blanco, n***o, gris y azul, que era lo seleccionado por Max. En general a la casa no le hicimos demasiadas cosas, se nota que él se encargó de prestar mucha atención a los gustos de cada uno e implementarlos de forma adecuada en cada sector de la casa. Con todo listo después de una semana de arduo trabajo, preparamos un almuerzo entre todos disfrutándolo en el jardín y aprovechando el excelente clima para pasar el final del verano, pero esto sería más el invierno cuando dijimos las palabras que los pequeños nunca creyeron que llegarían. Los cuatro habíamos hablado previamente para expresarles la llegada de su hermano o hermana y una vez terminamos con el postre, mi ángel les contó a todos que un bebé vendría a la familia. —Pero ya somos tres, no necesitamos otro hermano mamá —dice Vicky un poco disgustada. —Es cierto, David es nuestro hermano y no hay necesidad de otro, así estamos bien. —Niñas, ustedes saben que somos la unión de tres familias, Nicolay las tiene a ustedes, yo tengo a David y Max desea tener un hijo, y ahora lo tiene siendo este su hermano. —¿Acaso no eres feliz con nosotros tres tío Max? —pregunta Lily haciéndome pequeño el corazón al verla tan afligida. —Claro que soy feliz, muy muy feliz, pero también ha sido mi deseo tener un hijo con Ragnar y es algo que le había propuesto hace un tiempo, eso no quiere decir que los deje de querer, los tres también son importantes para mí —responde Max intentando ser lo más comprensivo posible. —¿Es porque te llamamos tío y no papá? Me sorprende un poco la pregunta de David quien apenas se pronuncia ante la situación. —No campeón, ustedes saben que no tengo problema con eso, por algo lo propusimos, cada uno de ustedes tiene un padre definido, pero al final Nicolay, Alexandre y yo somos sus padres por partes iguales. —¿Entonces por qué quieres otro hijo si dices que somos tus hijos? —pregunta Vicky un poco exaltada. Esto parecía ser más difícil de explicar para ellos que para nosotros, hasta parecía tener sentido si lo veías desde la perspectiva de ellos, pero sé que solo se sienten mal al creer lo que no es. —Así como dijo Alex, él tiene a David y Nicolay las tiene a ustedes, de alguna manera quiero tener un cuarto hijo y decir él es mío, así como ustedes también son mis hijos, sé que es difícil de entender ahora, pero con el tiempo lo irán haciendo —ellos no parecen conformes con esa respuesta, como adulto es fácil comprenderla, pero no para un niño. Los tres quedan bastante tristes y piden permiso para retirarse el cual es concedido por mi ángel, en cuanto a nosotros cuatro, solo nos miramos con pesadez al ver que nuestro temor se hizo realidad, pero no por eso íbamos a rendirnos, así que Nicolay y yo optamos por hablar con los pequeños por separado para intentar hacer una conciliación, en lo que Max y Rag buscaban alternativas en caso de no funcionar nuestra charla. (…) Max —Sabía que sería difícil para ellos, pero no creí que sería más difícil para mí hacerles comprender mi deseo. —Es porque no puedes explicarles como si fuesen adultos Max, son niños y ven el mundo de otra forma, recuerda que cada uno tiene su historia, sus tormentos y sus miedos. —¿Entonces cómo les hago entender que ya hay un hermano o hermana en camino, que estará el resto de su vida con nosotros y que no vamos a abandonarlos? —Hablándoles, demostrándoles que siempre estaremos para ellos, tal vez vinculándolos con el embarazo y una vez nazca el bebé hacer que interactúen los cuatro, pero es cuestión de tiempo, paciencia y trabajo diario. —Parecía más fácil el día que lo pensé —sonrío con un poco de amargura. —En la mente todo parece más fácil, pero en la realidad puede haber muchas sorpresas, confía en ellos y dales tiempo —sus brazos me rodean sintiendo un poco de consuelo. (…) Nicolay Todos sabíamos que este tema podía ser difícil para ellos y a la vez no queríamos que terminara de esta forma, pero si algo me ha enseñado estos años de estar con las gemelas, es que se aprende a ser padre sobre la marcha. Así que me dirijo al cuarto de mis niñas y abro la puerta encontrándolas en la habitación de Lily, que es la primera en el pasillo. —Pequeñas ¿puedo pasar? —ellas limpian sus ojos y asienten. Nunca soporté ver a mis tres amores llorar, es criptonita para mí. Me acerco a la cama y como siempre, ellas se separan para que me acueste entre las dos. Sin importar lo que ocurra, este gesto es demasiado significativo para nosotros, especialmente para ellas pues saben que en los brazos de los más aman estarán a salvo. —Mis pequeñas, ¿quieren decirme lo que ocurre? —¿Por qué el tío Max quiere otro hijo? —pregunta Vicky. —¿Ya no nos quiere? ¿Acaso hicimos algo malo? —no sé cuál de las dos partirá más rápido mi corazón con esas preguntas. —¿Ustedes creen que si no las quisiera habría hecho esta mansión o su casa de reinas? —¿Entonces por qué papá? Si es por lo que dijo David y el tío Max quiere que le digamos papá, podemos decirle así a los tres, eso no es problema para nosotras. No creí que sentiría estos celos, sé que ellos también son sus padres a los ojos de ellos tres, pero en parte no quisiera que ellas hicieran eso con Alex o Max. —Mis niñas, hace un tiempo les dije que yo no podía tener hijos porque la vida así lo quiso, pero en vez de dejarme solo, me envió a un par de reinas hermosas que se robaron mi corazón y a quienes cada noche abrazo, canto y les cuento muchas historias —levanto sus rostros para que me presten mayor atención y acaricio sus rosadas mejillas. —Si ese bebé no fuese de Max, sino mío y de su madre ¿seguirían pensando lo mismo? —ellas se miran entre sí y comienzan a llorar más escondiendo sus rostros en mi pecho… Maldición, esto de ser padre a veces es demasiado difícil. —¿Tú también nos cambiarías? —dice Vicky entre un llanto que parece no cesar. —Niñas por favor no lloren más, saben que no me gusta verlas así, me duele demasiado. —¿Entonces por qué papá, por qué? —Mis amores, entiendan que tener otro hermano no les quitará su lugar en esta familia, ni se les dejará de querer y mucho menos vamos a abandonarlas. Cuando conocieron a David y les dijeron que sería su hermano ¿acaso alguien les restó amor o las trato mal? —me miran y niegan con sus cabezas intentando limpiar sus caritas. Diablos, en serio que no soporto verlas así, cómo quisiera que ella estuviera aquí ayudándome. —Entonces, si al conocer a David no pasó eso, tener otro hermano tampoco lo hará, les prometo que nada malo pasará, al contrario, tendrán otra persona con la cual jugar, le enseñarán muchas cosas, lo cuidarán y él o ella también las va a querer muchísimo. —Pero el tío Alex está muy pendiente de David, entonces el tío Max ya no estará pendiente de nosotras por cuidar de su hijo. —¿Bromeas Lily? Claro que lo hará, si ustedes están tristes, nosotros lo estamos, si a ustedes les duele algo, a nosotros también, ustedes, David y ese bebé son nuestros hijos y no hay nadie más importante para nosotros que ustedes cuatro. —¿Y qué hay de mamá? ¿Ella no nos dejará? Nosotras no tenemos la sangre de ninguno, no somos hijas de nadie a diferencia de David y ese bebé que sí tienen papá y mamá. Bien, esto sí me partió el corazón por completo y ahora soy yo el que quiere llorar por esas palabras. Levanto mi rostro para evitar que las lágrimas salgan y respiro profundamente, debo calmarme o diré algo de manera equivocada ¿Quién diría que la debilidad más grande del cabecilla de la bratva, un hombre cruel y despiadado, sería un par de niñas? —Ustedes tienen un padre llamado Nicolay Romanov y me tienen a mí que soy su madre, Ragnar Wintar y no quiero volver a escuchar nunca más en sus vidas que se atrevan a decir algo así. Los tres miramos a la puerta y vemos a mi zarina demasiado seria, parece que esas palabras también le afectaron profundamente, lo que me sorprende es que usara el tono de voz que yo evitaba usar, no quería ser duro con ellas. —Es que nosotras… —No Vicky, creo que llevamos juntos muchos años para que ustedes se atrevan a decir algo así, ustedes son nuestras hijas y eso jamás va a cambiar, lo que dijeron nos dolió profundamente y no creo que merezcamos eso cuando las hemos amado, protegido y cuidado tanto —dice a medida que se acerca a nosotros quedando a un lado de la cama. Jamás creí ver a mi zarina hablarles de esa forma. —Pero mamá entiende, es otro hermano y lo que dijo Vicky es verdad —segundo puñal al corazón. —Si tanto creen que es verdad ¿entonces por qué están con nosotros? ¿por qué creen que hicimos todo esto o por qué Max trabajó duro todos estos meses construyendo este lugar? Esto no es un capricho ni un juego, así como ustedes no son juguetes que un día usas y al día siguiente botas si no lo quieres. —Zarina Tomo su mano para que se dé cuenta de que quizás se está sobrepasando con ellas, sé que le dolió tanto como a mí, pero ellas son unas niñas. —No Nick, entiendo que sean pequeñas, pero son lo suficientemente grandes para comprender esto y me duele que mis propias hijas nos nieguen como padres, si no me importaran no las habría salvado esa noche en el incendio, tampoco habría cuidado de ustedes y mucho menos las amaría como las amo —ella limpia su rostro saliendo rápidamente de la habitación. Esto fue demasiado intenso para los cuatro, lo peor es que las niñas ahora están llorando con más intensidad al ver a su madre salir de esa forma sintiéndose culpables por lo que dijeron. En este momento no tenía palabras de consuelo para nadie, así que dejé a mis pequeñas llorar hasta que el cansancio les ganó y se quedaron dormidas, limpié sus caritas, las abrigué bien y salí para buscar a Ragnar. Por suerte no era difícil saber en dónde estaría, así que me dirigí a la piscina y allí estaba sentada mirando el atardecer, me senté a su lado y la abracé dejando que se acomodara en mi pecho. Ella no lloró tanto como mis pequeñas, pero estaba claro que sí lo hizo antes de que llegara, sus ojos estaban rojos e inflamados y su rostro reflejaba una profunda tristeza. Ellas tres son mi debilidad y verlas llorar es lo peor que puede pasarme, no soporto verlas mal en ningún sentido. —Zarina, sé que te dolió lo que ellas dijeron, pero por favor, te pido que entiendas un poco, todo esto es nuevo para ellas. —Lo sé Nick y no me importa esperar a que ellas lo comprendan, sé que no es fácil la llegada de un nuevo hijo cuando se tienen otros, pero lo que dijeron de nosotros fue lo que me dolió. —Te entiendo y a mí también me rompió el corazón escucharlas decir eso, pero no te enojes con ellas, no quiero que discutan, ustedes son las mujeres más importantes de mi vida, las únicas y no deseo verlas separadas. Con mis hijas podría soportar un poco más, pero con mi zarina no, a ella le mostraría hasta mi última lágrima porque es ella quien ha cuidado siempre mi corazón. —Sé que fui una terrible madre al decirles eso, pero en verdad me dolió demasiado Nick, yo daría mi vida por mi familia y más por mis hijos, ustedes lo son todo para mí —su voz entrecortada estruja más mi pecho en este dolor. —Y tú eres el motor y la brújula de esta familia, sin ti no sabríamos qué hacer o a dónde ir mi bella emperatriz, pero mejor dejemos que todo esto se calme y luego volveremos a hablar con ellas ¿te parece? —Sí, pero no sé qué hacer para que no vuelvan a pensar eso de nosotros. —Como siempre dices, vamos un paso a la vez, por ahora dejemos que ellas se calmen y tú también debes hacerlo, ya mañana hablaremos, mejor vamos para que te des una ducha y nos acostamos un rato, eso te ayudará un poco —ella asiente ligeramente, pero antes de que dé un paso, la cargo y ella oculta su rostro en mi cuello. Tenerla así siempre me recuerda a cuando la conocí, esos tiempos eran maravillosos al ser solo los dos, pero tampoco reniego de la familia que he hecho con ella.
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