Me desperté en la cama. Lo cual me sorprendió bastante. -- ¿Se teletransportarme? -- parpadee unas cuantas veces seguidas. Me levanté de la cama y nada más hacerlo oír un ruido que venía de la cocina. Tragué saliva nerviosa y me fui a ver que había hecho ese ruido... o mejor dicho... quién... Nada más llegar vi a Athan, preparándose un café. -- Buenos días, Blancanives. ¿Qué tal has dormido? -- preguntó con una sonrisa mientras con una cuchara se puso la cantidad de café apropiada para él. -- Buenos días... Bien, cómo si estuviese muerta. ¿Y tú? -- Él se extrañó con la comparación, pero luego sonrió. -- Bien también. ¿Quieres un café o té? -- ofreció con amabilidad. Negué con la cabeza y me fijé que tenía preparadas cosas para las clases. -- ¿Vas a ir a clase? -- pregunté con curio

