Los recuerdos de la oscuridad, de las sombras y las voces distorsionadas comenzaron a desvanecerse lentamente, como un sueño lejano que se disuelve con el primer rayo de sol. Abrí los ojos lentamente, sintiendo la suavidad de las sábanas a mi alrededor, mucho más ligeras y cálidas que cualquier cosa que recordara. El aire ya no estaba denso ni frío, y el ambiente se sentía... diferente. Aún sentía el peso de la confusión en mi pecho, pero algo me decía que no estaba en peligro.
La luz del día entraba suavemente por las cortinas, dibujando patrones dorados sobre las paredes de la habitación. Miré a mi alrededor y mi vista se fijó en los muebles: una habitación lujosa, más cómoda que cualquier lugar en el que hubiera estado antes. Las paredes estaban decoradas con colores cálidos y una alfo
