Me planté en el centro de la sala, mirando a todos los presentes, y mi presencia fue suficiente para silenciar cualquier conversación. Cada mirada, cargada de años de sabiduría y poder, se fijó en mí.
—Escuchen bien—, mi voz retumbó en las paredes. —Necesito que todos estén aquí, en esta sala, con la mente abierta y sin más secretos. Adelina ha desaparecido, y esto es más grande de lo que creen. Estoy convencido de que no se trata de una simple huida. La bruja, los elfos, la estación de invierno… todo está conectado, y no voy a esperar más para obtener respuestas. ¿Alguien tiene algo que decir sobre esto?
El silencio que siguió fue pesado. Los ancianos se miraron entre ellos, unos con temor, otros con una calma calculada. Adren, quien siempre se mantenía más en las sombras, se adelantó u
