El adiós.

3001 Words
POR SARAH La cabeza me duele demasiado, siento que si llego a mover un dedo terminare quebrándome por completa, el dolor me hacía sentir muy bien jajaja chistoso verdad. Pues se siente bien porque me hace recordar que aún sigo con vida para poner en orden todos mis asuntos con mi pasado. Él ya había rebasado los límites, recordar como sujetaba a Andrea fue como ver a Julia y la impotencia me estaba atacando. Jamás me había sentido tan débil…casi dejo que la historia se vuelva a repetir…él iba a volver a lastimar a un m*****o más de mi familia y yo simplemente me quedaba estática, era como si mi cuerpo perdiera voluntad alguna y mi alma saliera. Pero esta vez ya no iba a dejar que el volviera a j***r mi vida, él no iba a quitarme a nadie más, no podía permitir que dominara mi vida a su antojo y siempre seguir siendo la débil de la historia.  --¿Cómo se siente señorita? —abrí los ojos difícilmente enfocando en la enfermera que buscaba algún signo de dolor. --Agua—susurre sintiendo dolor y reseca mi garganta, ella se movió un poco a la derecha y sirvió un poco de agua para entregarme mientras anotaba cada paso que daba. --Mucho mejor—exclamo con una sonrisa dándome ánimos, asentí levemente. --Mucho mejor—susurre débilmente sentándome, pero gimiendo de dolor en mi hombro. --Debes quedarte acostada por el momento o los puntos se abrirán y no será bueno para ti—asentí mordiendo mi mejilla lastimándome, pero sin mostrarle a ella que me sentía impotente y eso era frustrante. --Hasta cuando estaré aquí? —exclamé entre cortado cuando me moví y mi hombro dolió horrible. Ella observo su carpetilla—Bueno el doctor a cargo debería darle una breve visita en una hora, revisara su herida y le explicara el proceso que fue expuesta y si la ve que usted está lista para ir a casa, pues creo que esta misma noche usted ya debería estar en su cama descansando sin tener preocupación alguna. Asentí pensativa, desde que Julia y mama habían muerto yo le había cogido fastidio a los hospitales, aquí nunca hicieron nada para salvarlas a ellas…odiaba este lugar con mi vida. --En breve momento le traerán sus analgésicos para el dolor, mientras tanto coma un poco de fruta para poderle administrarle la medicina, caso contrario no podremos suministrársela—la enfermera salió dejándome la fuente pequeña de fruta picada a mi lado, debía aceptarlo tenía mucha hambre y que ella me la halla acercado era de mucha ayuda porque en realidad me estaba haciendo la fuerte con este dolor. Debía saber que no importe cuanto corra o a donde intente esconderme siempre hallaba la forma de encontrarme y en su paso lastimando a mi familia. Era a mí a quien él quería ¿Por qué era tan difícil de entenderlo? Si la tenía lo que quería, muchos dejarían de sufrir por mi culpa. Debo dejar de creer que hay un final feliz para mi…por muy ingenua que quiera ser, Dios y yo sabemos que estoy por darme por vencida, que quiero dejar que todo este dolor y este ahogo se termine de raíz……la raíz soy yo y si muero el árbol malo deja de crecer y las pequeñas semillas que temen creer lo harán brillando en su paso. --Así que al fin despertaste—levante la mirada a la puerta para ver a mi hermanastra con la misma ropa ensangrentada de anoche. Las dos nos miramos por dos largos minutos sin decir nada, creo que las palabras sobraban entre las dos ahora mismo, ella había experimentado el miedo al estar en manos de un loco psicópata. Camino acercándose a la cama del hospital y sentarse frente a mí, pude notar lo nerviosa que se encontraba…vi sus manos sobarse en su pantalón mientras intentaba decir algo. Sé cómo se siente, ella era yo hace un año atrás…. Verla así me hizo recordarme sentada a fuera de la sala de emergencia sonriendo nervosamente diciéndole a todos que Julia iba a despertar y dejaría de hacer tanto drama…que le patearía el trasero por hacernos pasar este gran susto…nunca me imaginé que mi hermana jamás se levantaría y me dejaría sola en la vida. --Gracias por salvarme la vida en ese momento Sarah—sé que para su orgullo le era difícil decirme eso, pero le agradecía sentir un poco de empatía por su parte. --¿Por qué no te has cambiado de ropa? —ella se mira y sonríe sin ánimos. --Pensé ir a casa y cambiarme, sabes cuánto odio la sangre, pero luego simplemente la idea que podía volver y terminar lo que había comenzado en casa me hizo detenerme y sentarme afuera de tu habitación cuidando que nadie intentara volver a lastimarte—sonrió sin verme a los ojos…ella estaba siendo tan sincera que me dejaba anonada. --¿Pensé que me odiabas? —asintió carcajeándose levemente levantando la mirada a mí. --Cuando mi padre murió llegue a pensar que mama al fin se dedicaría a tener un pequeño tiempo para mi…para nosotras dos, pero fue imposible. Para alguien que está a acostumbrada a compartir su vida con un hombre a su lado le es difícil mantenerse sola por un largo periodo…odiaba cuando salía con idiotas que la golpeaban y solo buscaban denigrarla como mujer, cada noche que llegaba súper alcolisada y se dormía en el sillón de la sala cubierta de vómito y lágrimas me sentaba a su lado y me tomaba mi tiempo en limpiarla mientras miraba a la única familia que tenía en este mundo destruirse sola. Me sorprendio ver cuan fácil se le hacia abrirse a mi, ella estaba haciandome participe de su pasado sin miedo a ser juzgada por mi….soy tan difícil a ella. Yo no puedo abrirme asi con los demás….simplemente me escondo en mi caparazón. --Cuando toco fondo mi madre pensé que terminaría muerta pero esa noche apareció tu papa, entre el dolor y la frustración ellos dos encontraron ese sentimiento difícil de entenderlo o bueno difícil para quien no lo vivio—asentí levemente. --La soledad—ella negó siguiendo con su relato. --El dolor de no haber sido ellos los que estuvieran en esas tumbas, tu padre y mi madre hubieran dado la vida por ser ellos los que estuvieran en el lugar de sus seres queridos—se detuvo por un segundo pensativa—Vi el brillo de vivir en los ojos de mi madre, quiso y se convertio cada dia en la mejor persona para ser digna de ser la mujer que tu padre necesitaría en la vida por completo, vi el cambio en ella y le fui agradecida eternamente a tu padre por hacer que mi mundo sea feliz—levanto su rostro para verme fijamente. Podía notar cuanto quería decirme y gritarme, pero se contuvo y siguió hablando tan tranquilo como lo estaba haciendo. --Hasta que te presento ante nosotras nuestro castillo de amor y paz se fue derrumbando…fuistes tan malvada juzgando a mi madre por ser madre soltera pero lo hipocresía era mutua por que también comencé a juzgarte por el mismo hecho—ahora que lo escucho de su boca siento que fui la peor persona del mundo por no darle una oportunidad a su madre a ser parte de mi vida. --pense que solo querían ser parte de la vida de mi padre por su dinero—ella negó asombrada. --Se que estábamos pasando la peor crisis económica pero Dios mio mi madre jamas haría algo asi—vi sus puños cerrarse fuertemente—mi madre ama en realidad a tu padre, si el fuera pobre o rico eso no cambiaria el amor que ella le tiene, por eso comencé a portarme de esa forma, ser grosera y antipática contigo por que tus palabras herían a mi persona especial y no dejaría que nadie mas le hiciera daño, ella ya sufrio demasiado en esta vida como para seguir haciéndolo. Entiendo lo que quiere decirme, después de la muerte de mama nada volvió a ser como antes, mi padre perdió su brillo de amor poco a poco, varias noches podía escucharlo llorar en su habitación con la ropa a mama en sus brazos. Odio por un momento a mi padre cuando una noche simplemente saco todas las pertenencias a mi madre y las quemo en el patio trasero, mientras lo hacia podía ver cuando doloroso le era, me detuvo cuando quise entrar entre las llamas y salvar lo poquito que aun no se perdia…..perdi el recuerdo de mama esa noche y pensé que también había perdido la cordura de mi padre. Paso mucho tiempo para ver sonreir a mi padre como lo hace ahora con su actual esposa. Siempre lo culpe por lo vacia que me sentía y ahora que escucho esto siento que fui muy egoísta con el. No simplemente perdi una madre y una hermana ….el perdió a su compañera de vida y a su pequeña niña…y yo me estaba alejando poco a poco de el, claro que le iba a ser difícil. --Nunca te odie Sarah creo que al contrario te admire por lo fuerte que eres por cuidar de tu padre siendo tan fría para que nadie mas entre a su ciclo vital y termine de lastimarlos—tomo mis manos mientras temblaba—Cuando vi que el me tenia pensé que te ibas a marchar y dejarme sola, juro por Dios que pensé que mi vida se iba a terminar esa noche….pero no me dejaste sola y diste tu vida para salvar la mia—apreté su mano tranquilamente diciéndole de esa forma que yo entendia lo que ella quería decirme. --No odio a tu madre y mucho menos a ti Andrea…..juro intentar dejar de ser tan fría y desconfiada desde hoy para delante…solo quiero que mi padre sea feliz, el ya paso por mucho dolor y sufrimiento, ya no necesita perder a nadie mas en este mundo—fuimos interrumpidas por mi medico que se sintió incomodo al ver que interrumpio una emotiva conversación. --Lo siento si interrumpi, si desean puedo volver mas tarde…--negué sonriendo levemente. --No por favor ya quiero irme a casa—tanto el como Andrea se carcajearon por mi suplica. --Ire a la cafetería por algo de comer y vuelvo en breve—asentí dejándola salir. --Tienes que volver—susurre antes que saliera y ella asintió. No era mi hermana de sangre pero desde hoy para delante la iba a proteger como si lo fuera, me estoy prometiendo dejar que el dolor y la frustración del pasado para poder ser feliz el reste del tiempo que Dios quiere tenerme en la tierra aun. Una hora después luego de mi chequeo breve que el médico me hizo, mi hombro fue vendado y estaba siendo llevada a la sala de espera para poderme irme a casa al fin. Si estaba un segundo más aquí me iba a volver loca, odiaba estar en este lugar y sentirme tan débil. --Pronto vendrán por nosotras—exclamo Andrea mirando su teléfono—Creo no poder conducir ahora mismo, siento que no estoy preparada para estar al frente de un volante. Asiento entendiéndola por completo…yo también me sentía asi. --¿Quién vendrá por nosotras?—pregunte mirando la entrada y la respuesta llego sola cuando vi a Trevor junto a Alex en su auto deteniéndose frente a las dos. Juro que detuve la respiración cuando vi la ropa que llevaba Alex, estaba llenada de sangre, su cabello parecía que se lo hubiera tirado bien fuerte y tenia algunos rasguños en sus nudillos. --Siento llegar tarde Sarah—pude notar que no hablaba de ahora si no de la noche del accidente. --No he muerto aun verdad—asiente—tranquilo hierva mala nunca muere. Intente quitarle el cargo de conciencia que lo estaba matando ahora mismo, él no tenía por qué sentirse asi…yo no era nadie importante en su vida como para sentirse asi. Intento decir algo y tomar mi mano, pero aproveche que Trevor pasaba por mi lado y me agarre a su mano deteniéndolo. --¿Podrías ayudarme? —Trevor observo confundido a su hermano y luego a mi asintiendo, pero con la duda de si lo hacía estaba bien o no.—Venga, pero si es para hoy mismo—exclame un poco fuerte entre juguetona y caprichosa. --Claro—me levanto en sus brazos subiéndome al asiento alado del conductor, pero en el proceso pude observar como las manos de Alex se volvieron puño fuertemente, pero Andrea se las suavizaba levantando su rostro, algo le dijo que no llegue a escuchar, pero eso hizo que el sonriera levemente y subiera a su lado en el auto. En todo el camino no pude evitar mirar por el espejo retrovisor a los dos muy juntos susurrando cosas que no podía escuchar, casi a la mitad del camino me di por vencida y me dediqué a observar el paisaje. Sentí un apretón en mi pierna por parte de Trevor que me dio un asiento levemente para sobrellevar toda la mierda que tengo en mi vida. Para bien o para mal creo que Trevor es mi versión masculina, el sabio como me sentía y como iba a reaccionar…el sería un perfecto marido para mi…si tan solo a mí me gustara el……pero quien me gusta es otro que ya tiene dueña. Patético, pero siempre debemos querer algo que no es libre, que ya tiene dueño. ¿por qué nos gustara lo prohibido? Al llegar a casa Trevor me levanto en sus brazos con el pretexto de ayudarme a subir a mi habitación. --Sé que no quieres que Alex te sujete y lo entiendo, solo déjame ayudarte a llegar a tu cama, luego de eso nos iremos para que descanses—asentí sin pronunciar alguna palabra porque sabía que si hablaba quizás mi voz se quebraría. Y odiaba demostrarle al mundo entero lo débil que en realidad era, mama siempre decía que una persona que lloraba frente a los demás era débil y ese seria un factor al favor de la sociedad para lastimarme. Ella era muy sabia en muchas cosas era por eso que mi padre la amaba tanto que jams pensó encontrar a alguien igual a ella y no lo hizo, por que tanto mama como su actual esposa son personas muy diferentes pero llenas de virtudes que las hacían especiales a su forma. Cuando me dejo en mi cama pude respirar levemente al tenerlo lejos de mi, debo aceptar que Trevor me atraía de una forma diferente a Alex, con el sentía una pasión brutal, rápido y pasajero…con Alex sentía lo tierno y cálido, quería ser suya no una noche sino para toda la vida. Con Alex me deje atrever a soñar como todas las chicas en este tiempo, una casa y muchos hijos junto a el siendo super felices. Ahora que lo pienso bien me da risa lo patética que estoy llegando a sonar, me esta afectado ser muy femenina últimamente y olvidando por que debo mantenerlo lejos de mi lado. Soy toxica y llegare a lastimarlo tanto que me odiara el resto de su vida. Asi que lo mejor que puedo hacer ahora mismo es marcar una distancia entre el y yo. --Puedo por favor despedirme de ti—me asuste levemente saliendo de mis pensamientos al escuchar la voz de Alex cerca de mi puerta. Ahí está el con los brazos cruzados y su rostro rudamente cerrado mirándome fijamente. --Correcto—susurre con picardía—Debemos despedirnos, créeme que jamás  estuve tan de acuerdo con alguien como en este momento, debemos decirnos adiós y no volver hablarnos por el resto de nuestras existencias—su duro rostro se transformó en uno desesperado y camino dos paso casi llegando a mi cama pero lo detuve—Fue un gusto conocer al nerd del instituto de una forma muy chistosa, te ayude y me ayudaste así que creo que lo mejor que tenemos ahora mismo es alejarnos, soy de las personas que se aburre de algo y lo deja ir para buscar un nuevo juguete… Me detuve cuando sentí su puño contra mi puerta fuertemente. --Juguete? Eso fui para ti—me carcajeé fuertemente asintiendo--¿Qué te sucede Sarah? --Por qué haces un drama en algo que nunca ocurrió Alex, recuerda la mujer que amas se llama Andrea y por ella que te acercaste a mi—el se detuvo sin dejar de ver mis ojos, Dios mío como podía ver tantos sentimientos encontrados en sus ojos cuando no llevamos mas de 4 o 5 días conociéndonos. --Perdona pensé que podíamos llegar a ser buenos amigos, después de todo teníamos el mismo objetivo—exclamo fríamente rascándose la parte trasera de su cuello. --Me aburrí de eso, ya sabes pasaste de moda para mi—vi el dolor en su rostro y lo amargo en mi voz—Se un buen chico para ella. Asintió retrocediendo a la puerta pero antes de cerrarla se detuvo y exclamo. --Yo hubiera dado todo de mi por permanecer en tu vida—mi corazón se detuvo por sus palabras—Siento llegar tarde nena..—la habitación se quedo en completo silencio cuando el se marchó. Me quede bien la puerta por largos minutos aun sintiendo la agonía de quererlo detenerlo…pero debía dejar de ser egoísta con el, merecía vivir bien y no con miedo que un loco psicópata lo comience a cazar como lo ha hecho conmigo por estos largos años. Después de todo yo era mi propio enemigo, mi veneno y dolor que nada ni nadie podrá detenerlo. gracias a todo los golpes en la vida he aprendido a soltar lo que no puedo ni quiere estar en mi vida, asi que solo necesito volver a ser la misma y el mundo seguirá su ciclo natural. --Adiós Alex--susurre mirando por la ventana.
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