El accidente de Dara Jones

Nobleza

4 de enero de 2018.

—Buenas tardes. —dice amablemente una doctora con aspecto juvenil y sonrisa cálida.

Su edad aproximada es de 28 años, tiene rasgos aniñado con su cabello rizado formando un afro notablemente cuidado y piel dorada; pese a su corta edad dicha doctora, según se conoce se graduó con honores un par de periodos antes de la universidad y en su especialización también fue la más destacada, además de contar con una personalidad radiante que la ha dado a conocer entre el personal médico quien se ha encargado de acogerla con gran cariño y admiración por su conocimiento y destreza en el trabajo que tanto ama.

—¡Mi amiga, la Doctora Sofía! —expresa Mary con entusiasmo y se acerca hasta ella para darle un fuerte abrazo—. A ver… llegas 5 minutos tarde. —Mary ve la hora en un pequeño reloj de Hello Kitty que tiene en su muñeca—. Pero seré amistosa, no te preocupes. —bromea Mary.

—Ja, ja, ja, definitivamente eres mi paciente favorita pero shh… no le digas a los demás. —afirma la Doctora Sofía con gracia y gran cariño hacia Mary quien realmente si es su paciente favorita. —Lamento haber llegado un poco tarde, tuve un pequeño incidente con un paciente mal portado ja, ja, ja. —explica Sofía sin dar tantos detalles pero dando a entender que su razón fue justificada.

La Doctora Sofía y Mary se conocieron desde que Mary tenía 4 años cuando se le diagnosticó carcinoma hodgkin, lamentablemente el primer médico que se encargó del caso de Mary no fue el más competente y solo buscaba realizar tratamiento experimentales con la pequeña con el fin de beneficiarse así mismo mientras que la niña literalmente moría. gracias a la ayuda de la Doctora Sofía, Mary se ha podido recuperar y mejorar un poco más su calidad de vida ya que esta ha puesto todo su esfuerzo y conocimiento a la orden de la niña grandemente carismática.

Hace uno días notaron la presencia de un nuevo tumor en su pie izquierdo, éste ha causado bastante preocupación entre todo los médicos encargados del caso de Mary y por supuesto en la cabeza de ese equipo la Doctora Sofía.

—¡Hola Doctora Sofía! ¿Cómo ha estado? —pregunta Rebeca con cordialidad.

—Muy bien Rebeca, algo agotada por el día pero emocionada por mi partida de cartas con mi amiga presente... —responde de manera chistosa e insinuando disimuladamente que se refería a Mary.

Mary sonríe ante la insinuación.

—Ja, ja, ja usted tiene malcriada a esa paciente. —expresa Rebeca.

—¿Cómo no? si colabora más que los adultos y es toda una guerrera. —afirma Sofía dándole un nuevo abrazo a Mary.

—Ni se imaginas lo agradecida que nos sentimos por todo tu apoyo y gran trabajo. —comunica Rebeca.

—¡Eso es cierto! —reafirma Mary.

Marlye sonriente al presenciar tan grata conversación, incluso siente un poco de calma.

—Te importa si te dejo un rato a la pulguita, la verdad no pretendo abusar...

—Para nada Rebeca, descansa un rato que yo me encargaré de derrotar a alguien por allí en un potente juego de brisca, yo soy la experta aquí. —insinúa graciosa.

—Si claro... —dice Mary entre dientes.

—Mary... necesito que te comportes. —regaña pasivamente Rebeca a su hija—. Bueno, te dejaré un rato con la Doctora pulguita, comportate ¡Y recuerda que no debes ganar siempre! —advierte Rebeca a su pequeña hija.

Esta le brinda un amoroso beso en la frente a su hija y le da otra en la mejilla a la doctora quien también realizan el mismo gesto.

—¡Gracias! —le dice Rebeca nuevamente a la doctora Sofía.

Esta asienta con su cabeza sonriendo discretamente y acerca a su paciente favorita a sus cadera en un gesto de cariño. Con gran conformidad Rebeca toma a Marlye entrelazado su brazo con el de ella, Marlye descubre que tiene una nueva amiga y juntas caminan hacia la cafetería.

—Cuéntame Marlye, ¿Que sientes?...

—Es mi sobrina...