El accidente de Dara Jones

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Ese accidente acabó con absolutamente todo… “La gran devastación”, se convirtió en título por muchas noticia regionales y cualquier estado de tranquilidad y felicidad que podía haber tenido esa hermosa familia se había esfumado tan solo en unos pocos segundos, luego solo quedó un catastrófico desastre. Desde ahora pase lo que pase incluso con mejoras, nada volverá a ser igual, la familia se ha destruido.

Las cosas pueden cambiar de manera muy rápida y sucede tan de repente que no podemos evitarlo, ni siquiera apercibirnos de lo que pueda pasar ni es en qué momento sucederá. Sin duda alguna la vida de Dara dará un giro de 180 grados a partir de ahora en adelante gracias a este lamentable hecho que terminó con su viaje familiar muchísimo más temprano de lo esperado dejando a la Tía Marlye esperado ansiosa una llamada que nunca sucederá.

“Somos el noticiero y esta son las últimas noticias del día de hoy…

En horas de la mañana autoridades estatales anunciaron el lamentable accidente de la familia Jones, familia reconocida por el destacado agente de vienes raíces, Lucas Jones quien es en la actual el gerente general de la mega industria Larex aquí en el Estado de Oklahoma y también por la distinguida diseñadora internacional, Rose Jones.

Aconteció en la NW 2nd st. Llegando al condado de Lawton, los dos padres y su hija han sido trasladados a emergencias dónde luchan por sus vida. Hasta ahora se conoce que la más joven de la familia, Dara Jones, se encuentra en estado de coma con severas fracturas en todo su cuerpo y quemaduras de 3er grado, mientras que los padres de la menor están en condición crítica en la unidad de cuidados intensivos del Lawton Indian Hospital.

El terrible hecho sucedió a tempranas horas de la mañana, reportes recientes indican que la minivan de la familia había perdido la dirección y frenos; los conductores a su alrededor al percatarse de dicho acontecimiento, conmovidos por tratarse de una familia entera tomaron la determinación de ayudarles pero lamentablemente un camión de modelo: Volvo Vnr 300 Day Cab, conducido por un chófer incompetente fue quien causo la desafortunada tragedia de los Jones, este continuó transitando su canal vial infraccionando el límite de velocidad y ignorando las luces intermitentes del vehículo familiar.

En las próximas horas estaremos proporcionándoles más noticias sobre su estado de salud.

¡Somos tu noticia verás!

Suena el antiguo teléfono causando molestia en la audición de la Tía Marlye gracias al eco de la sala debido a la desolación y poca presencia de artefactos.

Anteriormente a ella le había costado reaccionar luego de las devastadoras noticias”.

Suele el teléfono en una sala demasiada solitaria que justo ahora solo alberga un sorpresivo dolor. Se esperaba felicidad, alegría y único familiar pero en cambio se obtuvo tristeza, angustia y desolación.

—¿Si...? Hola… —dice con dificultad para hablar creando distorsión al soltar bocanadas de aire propias de la ansiedad, su mente da señales de alerta al intentar procesar semejante noticia.

—Sra. Jones, le hablamos del Lawton Indian Hospital, Usted es el familiar más cercano al Sr. Lucas, él necesita de un donante de sangre urgente debido a la rareza de la misma, por favor diríjase a nuestras instalaciones de inmediato y acá le explicaremos mejor lo sucedido, le recomendamos no venir manejando. —habla la voz de una mujer, suena compasiva.

Escuchar la voz de esa mujer solo le provoca más preocupación a la Tía Marlye.

1—Esto no puede estar pasado… Si… eh… bueno… ya voy para allá. —La Tía cuelga de manera tosca sin notar ni siquiera que no ha puesto de manera correcta el viejo teléfono.

La tía Marlye es una persona muy ansiosa, ver las noticias y recibir semejante noticia de esa manera, la puso en un estado absorto inclusive reflejándose en su cuerpo el cuan está sumamente tembloroso.

Ella toma algunas pastillas para controlarse, se pone lo primero que consigue en el closet y se apura en pedir un Uber que llegará en unos 5 minutos o quizá menos; ella está consiente de sus limitaciones y conducir ese estado sería bastante peligroso para todos, gracias a alas recomendaciones de la mujer del hospital ha decidido descartar esa opción por completo.

El vehículo designado para llevarla hasta su destino finalmente llega, su casa está algo lejos del hospital pero le paga más dinero al taxi para que vaya más rápido y este acepta un poco extrañado pero aún así no se niega ante la oportunidad de ganar más dinero. Claro, siempre aclara que no adoptará nunca una velocidad excesiva. Para mayor seguridad ya estaba acordado antes de que llegara cuando hizo la solicitud personalizada con el chófer y todo el proceso.

—¿Señora se encuentra bien? —pregunta el conductor extrañado por la actitud de la Sra. Marlye quien no actúa normal.

Ella está totalmente pálida, sin contar que cerró con demasiada fuerza la puerta al montarse, dando a entender que no está bien, sin duda alguna se encuentra demasiado perturbada y colapsada y su mente no deja de culparla por lo sucedido.

—Es sólo que… Mi familia acaba de tener un accidente y necesito ir rápidamente a ver como están, pero conduzca tranquilo, solo que soy una persona demasiado ansiosa; lamento haber golpeado tan fuerte su puerta, créame que mi mente está dando demasiadas vueltas.

—Está bien señora, no se preocupe que yo la entiendo pero cualquier cosa puede decirme ya que su estado no es muy bueno; justo ahora le doy gracias a Dios que no haya manejado porque hubiese Sido demasiado peligroso. —expresa con un sumamente evidente semblante preocupado el conductor.

Al Señor que iba al volante no le generó ni un poco de confianza las palabras de la Tía que no fueron para nada concisas, ella tenía una compostura desorganizada en todos los sentidos pero el chófer igual siguió conduciendo estando atento de la situación hasta que repentinamente frenó el carro por la reacción de haberse percatado de que la tía Marlye se había desmayado.

De un momento a otro solo se desplomó por completo incluso dándose un fuerte golpe con la puerta de su otro costado.

Está es la pero situación que una familia puede pasar, desde el más grande al más pequeño, el más cercano e incluso lejano sufre por la enorme tragedia, es en ese momento dónde sientes que nadie está contigo; que cada ser individual lucha por su vida dejando todas su fuerza.

Algunos desmayados por el estrés y dolor, lo afectados quizá en el quirófano, personas cercanas tales como amigos, compañeros de trabajos y vecino, sintiendo la incertidumbre tristeza de saber que hay una gran posibilidad de que ya no estén más, justo en ese instante la primera pregunta que más se hacen todos es: "¿Y ahora que pasará?”.

No solo cuando la personas fallecen dejan un vacío, a veces, en medio de una emergencia de tal magnitud, dejamos partes de nosotros, si, lo hacemos y esos fragmentos de nuestro ser nunca más vuelven ni existe forma de recuperarlos.

Incluso es la emergencias que terminan bien o quedan consecuencias a través de tiempo, pasa que dejamos un pedacito de nosotros. ¿Por qué...? Pues cuando todo ya ha pasado, creemos que los males se fueron y que conseguimos la victoria, nunca más queremos recordar el miedo que sentimos, la angustia que nos carcomió por dentro durante quizá unas horas, días o meses siempre se queda allí, no roba un pedazo de nuestra felicidad y aguada para volver en un sueño, recuerdo o cualquier momento. Es como un monstruo acechante que no perdona ni el más mínimo descuido para invadirnos y nuevamente llevarse un poco de aquellos que nos caracteriza y nos hace sentir bueno.

Algunas personas en secreto, después de haber pasado por tanto y sobre todo haber cambiado tanto, afirma que llegas a un punto de vida en que decides reencontrarte, empezar a buscar nuevamente tu escencia, esa misma que se fue con el accidente, con el robo, con la perdida de un familiar y también con traumas de los que nunca se habla. Ya en ese punto te sientes como alguien diferente, todo duele tanto que te acostumbras a ni siquiera actuar como tú mismo, de hecho te sientes justo así, tal como otra persona pero al final es tu decisión levantarte sin importar lo difícil que haya sido.

La Familia Jones se encuentra en su peor momento, su futuro es incierto y no sé sabe quién se levantará o quién no... Lo único que si es dado a conocer es que quien sea persista a este duro momento, no tendrá luego un camino fácil.

La vida después de esto se la arreglará para hacer que se pueda así mismo y luego tenga la tarea de reencontrarse, entender, olvidar, perdonar y seguir avanzando con esperado aún si el futuro nos depara más tragedia...