Hablamos de mis síntomas y le digo lo que tanto me inquieta, le agradezco por todo lo que ha hecho por la abuela y dice que no es nada, que es su trabajo, y luego de media hora más, continúa leyendo lo que parecen ser mis resultados de los exámenes que me hice hace semanas atrás. Daniel baja un poco sus lentes y con suma curiosidad, me inquiere con la mirada. — ¿Estás bien?. — suelta después de dos minutos. Rasco mi hombro y niego. — estoy impaciente…Tú no me dices nada, no me das respuestas y solo te dedicas a leer como el nerd de la secundaria que nadie quiere. — ¿Y así trabajas en la editorial?.— Bufa. Pongo mis ojos en blanco y aclaro — es que eres la especie de nerd que se esconde en la bodega del conserje, a leer pornografía, porque sabe la popular nunca le hará caso.— termino

